Mar 1 2011 13:15
18 Comidas – Reseña (FICCI 2011)
Por Sandra M Ríos U | |
Twitter: @sandritamrios |
Luis Tosar es uno de los invitados especiales a esta edición 2011 del Festival Internacional de Cine de Cartagena. También la lluvia ha sido una de las películas más sonadas durante estos días, en la que Tosar interpreta a un productor de cine que encontrará en Bolivia su propia humanidad.
Ahora Tosar, interpreta a un músico en 18 Comidas, película presente en la Competencia Oficial de Ficción. Tosar hace las veces de Edu, un músico callejero que se reencuentra con el amor de su vida. Su director, Jorge Coira, busca hacer de esta película un experimento de improvisación de la mano de dos armas infalibles en el cine, el humor, la música y la buena comida, además de personajes hilarantes, divertidos y muy al estilo de Woody Allen.
18 Comidas ganó el Premio de la Audiencia en el Festival de Ourense, además del premio a Mejor Director en Taormina.
Jorge Coira presenta en Cartagena su segundo film, una especie de experimento y tendencia actual conocida como cine coral que básicamente parte de la improvisación para engranar una historia.
En el caso de Coira, el resultado es una trama cotidiana, bastante intimista, en el que alrededor de 18 Comidas distribuídas en mañana, tarde y noche, nos adentramos en grupo de personas del común que viven y sufren sus propios conflictos.
Deja claro el realizador que no se pretende más que convertir este experimento en un reflejo de la cotidianidad en el que no hay buenos, ni malos, unos sufren mucho, otros no tanto, hay jóvenes, hay ancianos y muchas ganas de comer.
La actuación de Luis Tosar es refrescante, distinta a sus personajes fuertes y rudos que tanto gustan de él y por las que se ha dado a conocer internacionalmente, sin embargo, lo hace bien como era de esperarse. Un personaje con el que se siente cómodo además porque canta y esa es una de sus grandes pasiones.
18 Comidas es irregular y lo es por causa justificada. Son los riesgos de este tipo de films en los que se debe asumir que algunas historias no tengan la misma fuerza que otras.