Oct 24 2017 12:36

Reseña El Castillo de Cristal, la historia real de la periodista Jeannette Walls y su familia nómada

	Por Sandra M Ríos U
	Twitter: @sandritamrios

Se encuentra en cartelera una muy interesante historia basada en hechos reales de la periodista estadounidense Jeannette Walls y su particular familia nómada.

Su historia de vida fue conocida en 2005 por las memorias publicadas en su libro titulado The Glass Castle que se sostuvo por más de 250 semanas en la lista de preferidos del The New York Times Best Seller.

Los derechos de este exitosa obra fueron adquiridos por Lionsgate y tras una serie de tropiezos con la adaptación, el director Destin Daniel Cretton (Short Term 12) quedó a cargo de dirigirla y reescribirla junto a Marti Noxon y Andrew Lanham.

La fascinante vida de esta periodista comienza en su niñez, hija de una madre artista y un padre alcohólico que cada vez que se quedaba sin trabajo y se llenaba de deudas huía junto a su esposa y sus hijos (cuatro en total) a un nuevo lugar, pero no a uno comprado o alquilado, sino a uno abandonado, tomado ilegalmente. Su padre mantenía un discurso para la crianza de tipo outsider, que más que por convicción se correspondía más a la necesidad, la carencia económica, la falta de estudio y oportunidades y el consumo de alcohol.

Sin embargo, esta no es una historia de maltrato y dolor, sino una que es mostrada desde la singularidad de un estilo de vida. Jeannette Walls y sus hermanos crecieron sin vínculos de amistad y apegos materiales, vivieron pequeñas aventuras y promesas que no se cumplieron y los llevaron finalmente a la emancipación de sus padres. En eso radica básicamente la reflexión que brinda la película sobre los padres y la crianza que escogen para los hijos, especialmente cuando se quiere estar al margen del “sistema”, pues los desafíos y los sacrificios son aún mayores.

Brie Larson y Woody Harrelson, como hija y padre, soportan el peso de esta historia con unas comprometidas actuaciones. Los momentos más dramáticos, de emotividad, amorosos y difíciles de esta historia ocurren cuando ambos están en la pantalla, bien sea cuando él enfrenta la crianza con su ruda forma de pensar, o ella, ya adulta, en su nueva vida en Nueva York. En general se trata de un buen reparto que incluye también a Naomi Watts (como la madre pintora).

El Castillo de Cristal a pesar de tener como base una historia tan auténtica y de ser sin duda agradable, la adaptación se ha quedado un poco plana, sin tomar riesgos para hacerla más memorable. Le falta fuerza y claridad a la hora de retratar el momento en el que el castillo de cristal se quiebra para los hijos y los lleva a tomar distancia con sus progenitores.

En lo que sí es bien efectiva es mostrando los contrastes entre el fuerte lazo de amor y unión que tejieron y las precariedades en que vivían – falta de comida por días, poca ropa, difícil aseo – con los paisajes que atravesaban en sus “aventuras”, esto gracias a un gran trabajo de fotografía (de Brett Pawlak) y una muy buena escogencia de la paleta de colores que le da esa calidez a la historia.

Ficha Técnica