El Cisne Negro (Black Swan) – Reseña


Por Sandra M Ríos U
Twitter: @sandritamrios


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“No hay peor pánico que nuestras propias mentes, lugar donde nuestros mayores miedos se albergan y toman formas distintas, siempre girando en torno a nuestros temores. Nina Sayers (Natalie Portman) está viviendo una película de terror, el hecho es que gran parte de sus vivencias no son reales. El cisne negro, de Darren Aronofsky, es un thriller psicológico, ya de por sí, un filme que evoca el terror, este provocado por la insanidad mental, la paranoia y la obsesión”. Carlos Esquiven en Cinecriticodevane.blogspot.com

“ Aronofsky ha sabido contarnos la historia de una forma magistral, al principio la película arranca algo lenta, haciéndonos intuir los problemas de la protagonista y presentando los personajes, pero a medida que el film avanza gana en tensión y fuerza. Todo ello ayudado por unos efectos especiales sutiles, no muy espectaculares, pero tan eficientes que muchas veces no sabes si lo que ves es producto de la mente de Nina o realmente está sucediendo”. – Chugo en Psicocine.com

“Black Swan consigue perturbar al espectador a la vez que maravillarlo por su estética cuidada, sus buenas interpretaciones (sobre todo la de Natalie Portman), un montaje destacado y meticuloso y buenos efectos especiales. Todo esto ayuda a mantener el suspense hasta el final. Estamos ante una inquietante reflexión de tintes fantásticos acerca de cómo la obsesión por la perfección puede conducir a la autodestrucción: la asimilación del mito del Dr.Jekyll y Mr.Hide”. – Laura Lazcano en Lapalomitamecanica.com

La competencia despierta el lado oscuro (el cisne negro) de cada ser
Muchas veces los padres tienen el goce de ver cumplidas algunas de sus metas no logradas en el pasado a través de sus hijos, quienes por influencia directa de los mismos terminan realizando esos sueños frustrados de sus progenitores. Pero a veces ese deseo de ver convertido al hijo en lo que la persona por sí misma no pudo ser, se vuelve una obsesión que no es más que un sentimiento derivado del temor, temor que crea inseguridad en los hijos que a la final, se apropian de un modelo que quizás, ni siquiera les correspondía.

Así es Nina, una bailarina profesional que a sus 28 años vive con su madre, una protectora infatigable que no le permite distracción alguna. Aún hoy, Nina vive y es tratada como una niña, así lo deja ver la película en su cuarto cargado de matices rosas y el trato “inmaduro” que su madre tiene con ella. El sueño de esta bailarina es lograr el personaje principal en el ballet del Lago de los Cisnes y tiene todo para lograrlo, su estilo y fina figura así lo prueban, pero ella se presiona, se contiene y aún así, obtiene su papel.

Alcanzar la cima no es en este caso el mejor refugio para una mujer a quien su madre le ha cultivado el sacrificio extremo y menos, cuando se ve presionada por su director artístico, Thomas Leroy (Vincent Cassel) para que de esa cara angelical y ese cuerpo frágil como el de una porcelana, no solo brote la castidad del Cisne Blanco (Odette), sino también la maldad encarnada en el Cisne Negro (Odile).

Entonces esta bailarina se turba y vemos como su inocencia pintada de color rosa, se palidece, se vuelve oscura. Darren Aronofsky, el director del film, nos lleva al impersonal blanco y negro como muestra de la dualidad de un ser humano que hasta el momento no ha descubierto su lado oscuro.

Y es que a eso la lleva su nuevo papel, a probar del sabor amargo de la maldad, a explorar su lado insospechado para interpretar de forma completa, desde adentro, desde la sangre y el corazón, lo que es ser un verdadero Cisne Negro. Hay que vivirlo para poder hacerlo creíble, esa es la premisa que le imponen a esta mujer.

Traduciendo esto, a Nina tan solo le piden que despierte su lado fatal de mujer para que pueda darle paso a su instinto sensual y seductor. Por supuesto, ella no tiene idea de cómo hacerlo y la mente comienza a jugarle malas pasadas. Ella entra en conflicto consigo misma, se harta de lo que es y se vuelve su propia enemiga. Otra bailarina (Mila Kunis) hace que tambalee su estabilidad pero al tiempo, le sirve para liberarla.

Ese juego perverso, de extremos y contrastes, casi maquiavélico entre su realidad y su perturbada mente, podemos seguirlo de primera mano, pues Aronofsky nunca se separa de ella, la cámara la sigue, igual de infatigable como su madre, la ve pararse de puntas, hace sus giros, contempla como ondean sus brazos, la siente contenta, la ve caerse, capta su angustia, muestra como se eriza, la sigue al baño y la ve vestir. Son momentos y estados emocionales que se trasmiten directa y hábilmente al espectador para sofocarlo e inquietarlo tanto como ya lo está su protagonista. Una cámara tan hábil y un trabajo de edición tan perfecto, que cuando Nina no es Natalie Portam, es realmente difícil notarlo.

El Cisne Negro es ver una danza moderna del expresionismo alemán, cargado de sombras, de claroscuro, de ausencia de maquillaje en unas ocasiones o de exageradas pinturas tenebrosas en otras, reflejando así la complejidad inmersa en los seres humanos y destacando de ellos sus impulsos más feroces.

No es aislado el hecho de que Natalie Portman viviera su propia transformación, como lo hizo Nina, para hacer brillar este personaje de tal forma. Bajo 7 kilos, hizo preparación física durante varios años y debió aislarse para perfeccionar su interpretación.

Black Swan es una obra que busca tras cada plano, tras la misma interpretación de una preparada Natalie Portman, la perfección. Un film que pasa del drama familiar a un thriller personal absorbente que deja sin aliento, probando además, que no hay cosas que generen más terror, que los propios alcances de la naturaleza humana y se adentra en una disciplina que en apariencia es delicada y de culto pero que tras bastidores, esta plagada de un desgarrador sentido de competencia.

Hasta aquí Aronofsky ha sido firme en su carrera como cineasta amante de obras humanas y complejas. Ya lo hizo con El Luchador, anterior trabajo, su debut Pi y Réquiem por un Sueño. Ahora se prepara a dar un vuelco (que nos tiene nerviosos a muchos), al anunciarse como director de la próxima secuela de Wolverine.

El film se estrenará en Colombia el próximo 04 de Marzo y hará parte de la 51 versión del Festival Internacional de Cine de Cartagena en la categoría “Gemas”.

Ficha Técnica
Director: Darren Aronofsky
Guión: John McLaughlin, Mark Heyman, Andres Heinz
Género: Thriller Psicológico
Duración: 1hr 48min
Título Original: Black Swan
Reparto: Natalie portman (Nnina Sayers), Mila Kunis (Lily), vincent Cassel (Thomas Leroy), Barbara Hershey (Erica Sayers), Ksenia Solo (Veronica), Winona Ryder (Beth MacIntyre), Janet Montgomery (Madeline), Toby Hemingway (Tom)
Edición: Andrew Weisblum
Música: Clint Mansell
Fotografía: Matthew Libatique
País: Estados Unidos
Año: 2010

Entrevista a Natalie Portman

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