Oct 14 2013 19:08

Gravity y los cambios que Warner Bros. le pidió a Cuarón que hiciera en la historia

	Por Sandra M Ríos U
	Twitter: @sandritamrios

Gravity sigue firme en la taquilla de Estados Unidos ocupando el primer lugar, fenómeno que seguramente se replicará en Latinoamérica donde este fin de semana ha iniciado su exhibición en las salas de cine, y probablemente haga lo mismo en China, donde se acaba de confirmar su estreno para principios del otro mes. La duda esta vez en el país asiático, no fue por cuestiones de clasificación, sino porque ya se acerca la cuota de filmes extranjeros que se permiten por año en dicho país (34 en total).

Tras el éxito taquillero y de la crítica que ha representado el más reciente film del cineasta mexicano Alfonso Cuarón, hasta los retractores de la película por la veracidad de su historia, han venido echando sus pasos hacía atrás.

Entre ellos está la NASA, que no quiso, en un principio, prestar sus instalaciones para el rodaje del film, así como también ofrecer una sigilosa asesoría, como sí lo hiciera para películas como Transformers: El lado Oscuro de la Luna o en Apollo 13. Pero ahora con tanta audiencia yendo a verla, han incluso expresado sus intenciones de utilizar algunas de sus imágenes para despertar nuevamente el entusiasmo por los viajes espaciales. Todo esto en medio de los recortes en el presupuesto que le han hecho a la organización espacial por parte del gobierno estadounidense.

El rotundo convencimiento de Cuarón sacó el proyecto adelante tal cual como lo había imaginado, o por lo menos, con la menor cantidad de concesiones posibles con el estudio. De esto ha dado cuenta el mismo cineasta al confesar que recibió bastantes presiones de Warner para cambiar varios aspectos de la historia. Varias de esas sugerencias no fueron atendidas por él.

Por la que más recibió presiones fue por la del deseo de los ejecutivos de Warner Bros. de incluir tomas donde saliera el cuarto de control de la misión en Houston, haciendo una referencia al Apollo 13, la accidentada misión que trajo de vuelta el comandante James Lovell, evento inmortalizado posteriormente por el film de Ron Howard y protagonizado por Tom Hanks. Con esta inclusión, el estudio quería que se generara tensión, creando varias tomas donde se viera una misión de rescate y un reloj que marcara el paso determinante de cada minuto.

Hollywood ha seguido fiel en mostrar sus historias, estén en el género que estén, con algo de amor. Y esa exigencia también formó parte de las presiones. Ellos querían que la doctora Ryan Stone (Sandra Bullock) tuviera un interés amoroso, en este caso con uno de los comandantes de la sala de control en Houston, lo que le daría, en su concepto, más dramatismo a la situación.

También querían que se incluyeran una serie de secuencias en retrospectiva en la Tierra. Le aconsejaron hacer uso de una serie de flashbacks, para que le diera otra dimensión a la historia central. No siendo suficiente con esto, le pidieron adicionalmente que elevara los niveles de acción de la historia creando giros como la aparición de un antagonista, o que la lluvia de basura espacial se debiera a un ataque de misiles, y que al final, pudiera aparecer un helicóptero yendo a su rescate.

¿Cuánto de toda ésta serie de cambios se ven en la película? No vamos a decirles cuántos y cuáles, para que ustedes lo comprueben, si aún no ha asistido a las salas a verla.

Estas declaraciones son un gran reflejo de lo automatizado que tiene el proceso de producción Hollywood. Los estudios de mercado han determinado una especie de “biblia sagrada” con la cual se garantiza el menor de los riesgos (financieros), por lo que salirse de ese estándar es descabellado en la industria más grande del cine. Entendible, como el mismo Cuarón declaró al diario The Guardian, cuando se pone en juego, no el arte de hacer cine, o el nombre de un autor, sino grandes sumas de dinero, pero que a la vez prueba que esa ya vieja “sagrada biblia” de cómo hacer una película de entretenimiento rentable, no es infalible, y que por tanto, deberían replantearla porque ya está desgastada. Las mismas historias, con los mismos giros dramáticos y con los mismos tipos de personajes, podrían evitarse si se le permite a los directores ejecutar sus proyectos sin mayores intromisiones.

Conocer las declaraciones de Cuarón dan más mérito a su película y su tenacidad para sacar adelante a un proyecto que tantos rechazaron. La historia de Cuarón se centra en un personaje, luchando por sobrevivir con la inmensidad del espacio exterior de fondo, y probó que con ello se podía crear la suficiente carga de tensión, emoción y dramatismo capaz de atrapar por completo al espectador.

Gravedad acumula por ahora 190 millones de dólares en recaudo.