Sep 12 2011 22:33

La Vida Era En Serio – Reseña

	Por Carolina Morales
	yoyo_morales@hotmail.com

“No era yo, pero era yo”

Una historia mal contada
Contar una buena historia en el cine resulta una tarea difícil, es como saber contar chistes, o saber hacer música, se tiene que tener claro el cuento, además de saber que no se está haciendo una película para uno mismo, sino para ponerla en función o a consideración de otros. La vida era en serio, película dirigida por Mónica Borda y protagonizada por Cristina Umaña, resulta un experimento poco creíble de lo que significa el conocimiento de sí mismo, y de cómo alguien puede ser valientemente estúpido.

Tengo varios problemas con la película, sobretodo porque en el papel puede resultar sincera, además de narrar algo que nos pasa a todos los seres humanos, y es el de siempre o algunas veces, estar pensando qué sería de nosotros si tuviéramos la vida del otro, si hiciéramos lo que otros hacen y nosotros no somos capaces, si nos atreviéramos a experimentar con ese lado “oscuro”de la humanidad. Entonces, si es una buena historia, por qué dañarla con malas actuaciones y con resoluciones inocentes.

El Sitio Oficial: http://www.lavidaeraenseriolapelicula.com/

Cristina Umaña, interpreta a Gabriela, una mujer que tiene todo lo que la ley social de la vida manda; un alto cargo ejecutivo en una multinacional, un esposo exitoso, además de guapo y dos hijos. Un día se ve atraída por la manera relajada y liberada de ver la vida de su compañera de oficina, Luisa (Patricia Castañeda), y decide acercarse a ella para tratar de probar esas cosas que nunca se ha atrevido a hacer.

De repente, Gabriela conoce a un bisexual fiestero, luego a un “traqueto” que se obsesiona con ella, se mete un ácido y resulta en un cuarto oscuro, donde no sabe si fue violada por un “gordo” (guardaespaldas del traqueto), para finalmente creer que tiene sida, después de esa noche loca, donde se le borra el casete y no recuerda nada. Es aquí donde más me molesta la forma en que es contada la película, porque los personajes (Gabriela) no tienen ningún tipo de matices, no son sinceros, nada creíbles. Claro que cómo poder ser creíble con un guión en el que el extremismo es la única manera que encontró la directora para transmitir su mensaje.

Otro grave problema del filme es el tiempo, sobre todo en el tema del sida, porque si alguien está medianamente informado sabe que tiene que esperar al menos 12 semanas para hacerse la prueba, si tuvo un contacto de alto riesgo. Entonces aquí es donde nunca quedó claro el tiempo de la narración, o sencillamente nos creyeron tontos.

Los movimientos de cámara no son del todo buenos, la fotografía tampoco, es una película opaca, con una narración plana, lineal, donde el personaje principal no transmite para nada esa sensación o “guayabo moral” que hasta el más mojigato ha experimentado alguna vez.

Al final es una película mal contada, al que el extremismo la convierte en desastre. Es importante que entiendan que, como en el periodismo, no se tiene que ser amarillista para impactar y tocar al otro. Se puede ser sutil y simple, y se estará siendo mucho más real y auténtico, esa si es la vida real.

Les dejo una frase de Nietzsche, que puede reflejar la moraleja fallida de la película: “El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo”.

Ficha Técnica