May 23 2013 23:21

My Sweet Pepperland de Hiner Saleem tiene una historia post-Saddam Hussein – Cannes día 9

	Por Alberto Duque Rincón
	alberto.duque@cloudmail.com.co

“La guerra es impopular, yo entiendo eso, pero Saddam destruyó un país, provocó la muerte de millones – trajo a los americanos. Él quería borrarnos del mapa” El Director iraquí Hiner Saleem presentó hoy en Cannes su película My Sweet Pepperland.

Después de la caída de Saddam Hussein, Baran, un héroe de la guerra de la independencia kurda, decide aceptar un puesto como jefe de policía, en un pueblo de mala muerte en medio de las fronteras de Irán, Turquía e Irak, un territorio sin ley, donde se trafica con alcohol, drogas y medicamentos. Este pueblo que es manejado por Aziz Aga, un jefe de tribu corrupto, ha puesto sus reglas de terror y muerte a todos los que se opongan a él.

Al pueblo llega una hermosa muchacha llamada Govent a trabajar como maestra de una escuela junto a sus 12 protectores hermanos y conoce a Baran, juntos se opondrán y desafiarán el poder de Aziz Aga.

Hiner Saleem es un director de cine kurdo–iraní, salió de Irak a la edad de 17 años y luego se dirigió a Italia donde terminó la escuela y asistió a la universidad, más tarde se trasladó a Francia donde vive ahora.

En 1992, después de la Primera Guerra del Golfo, filmó encubierto las condiciones de vida de los kurdos iraquíes, este material fue exhibido en el Festival de Cine de Venecia. En 1998, hizo su primera película, Vive la Mariée … et la Liberación del Kurdistán. Su segundo, Passeurs de rêves, salió en 2000, y su tercera película, Lemon Vodka, lanzado en 2003, ganó el Premio de San Marco en el Festival de Cine de Venecia. Escribió y dirigió los tres. Fue honrado con el prestigioso título de Caballero de las Artes y las Letras por el Ministro francés de Cultura Renaud Donnedieu de Vabres en 2005. Sus memorias tituladas “Rifle de mi padre” ha sido publicado en francés, inglés y griego.

En rueda de prensa en Cannes así respondió cuando le preguntaron de donde nació la idea de ésta película que no solo dirige, sino que también elaboró el guión:

Después de mi última película “Si tu meurs, je te tue”, rodada en pleno centro de París con muchos actores, tenía ganas de rodar en el extranjero, de hacer una película en las montañas de Mesopotamia con un solo actor y un equipo reducido. Es un país que critico por la mañana y elogio por la noche. Tenía ganas de hablar de él y de hablar de amor. Y, por tanto, dela mujer.

En algunos países, debido a la omnipresencia de la religión, la mujer es como un país ocupado. Tenía ganas de liberarla durante una hora y media. Y luego nacieron otros personajes. Entonces me encontré de repente con muchos personajes, bastantes técnicos y mi modesta idea inicial se convirtió en un trabajo colosal.

¿Que es lo que más recuerda de cuando estuvieron filmando?

El actor que interpreta al profesor, Zirek, es un periodista kurdo de Siria que conocí en una cena. Rodamos tres días con él, tenía que volver unos días más tarde para las últimas escenas. Pero no le gustó la experiencia como actor y nos quedamos sin él. Desapareció. Le necesitábamos. Ni siquiera sabíamos si estaba vivo. La producción entró en pánico y se puso manos a la obra para buscarle. Le encontramos en Alep, en plena guerra. No quería regresar al plató. Enviamos a gente para que le condujeran hasta la frontera, ¡listos para secuestrarle si hacía falta! Pudimos disponer de él un día antes de que se nos volviera a escapar entre los dedos.