Mar 4 2008 09:53
Petróleo Sangriento – Relato no tan oscuro del crudo
Director: Paul Thomas Anderson
Cuando Plainview recibe el misterioso dato de que hay una pequeña ciudad en el Oeste donde mana del suelo un océano de petróleo, allí se encamina junto a su hijo H.W., para probar suerte en la polvorienta Little Boston. En esta ciudad marginal donde la mayor diversión gira en torno de la iglesia Pentecostal del carismático predicador Eli Sunday, Plainview y H.W. dan su golpe de suerte. Pero aun cuando el pozo de petróleo incrementa sus fortunas, nada será igual a medida que los conflictos crezcan y cada valor humano – amor, esperanza, comunidad, creencias, ambición e incluso los vínculos padre-hijo – se vean en peligro a causa de la corrupción, el engaño y el fluir del petróleo.
RESEÑA CRÍTICA
De las ocho nominaciones que obtuvo esta cinta en los Premios de la Academia de este año, logró obtener dos siendo la más significativa la de Mejor Actor Protagónico que sin duda y después de haber visto todas las películas nominadas a la categoría Mejor Película, este premio es para mí el el único botín “justo” que merecía obtener.
El director Paul Thomas Anderson recordado por su película Magnolia del año 1999, un drama que contó 9 historias paralelas cuyo punto en común era el entorno donde sucedian, trae a la pantalla gigante como adaptación y como ya se había hecho, una de las tantas historias oscuras, como el crudo, de los magnates en este campo. La segunda fuente de producción de California, aparte del cine, es justamente el petroleo.
Fascinado este director y guionista con el libro “Oil”, novela escrita por Upon SinClair y clásico de la literatura estadounidense nos presenta una historia narrada en 4 tiempos distintos: 1898, 1902, 1911 y 1927 acerca de Daniel Plainview, interpretado magistralmente por Daniel Day-Lewis. Este personaje de la ficción posee varios referentes reales que poco se esmeran por ocultar en la novela. Hablo por ejemplo de la historia de Edward Doheny, una vida plagada de éxitos y a su vez de varios escándalos de corrupción.
Indiscutiblemente, el pilar sobre el que se soporta Petróleo Sangriento es la actuación de Daniel Day-Lewis que una vez más sorprendió no solo a la Academia sino también a los espectadores. Un personaje extremadamente bien elaborado y estudiado que se expresa no solo a través de las palabras sino que trasmite mucho de su personalidad a través del lengujae corporal. Lewis de forma clara dibuja este personaje y nos muestra fielmente lo que es el ser ambiguo e indeterminado de una personalidad que se mueve entre el bien y el mal.
La intencionalidad de mostrar valores de poder, ambición, corrupción, esperanza y amor están dadas gracias a la lectura y el toque que le imprime este actor. Otro que también logra destacarse, es el coprotagonista Paul Dano, recordado por su papel de hijo y hermano en la Pequeña Miss Sunshine , un personaje que me sorprendió en aquel entonces por su interpretación tan natural y que vuelve hacerlo ahora con el papel de Paul Sunday/Eli Sunday. Una actuación más elaborada que la de la Miss Sunshine, más exagerada que inteligentemente se queda entre el límite de lo cómico y lo drámatico.
A pesar de la gran interpretación de Lewis y Dano, la película no alcanza a trasmitir la esencia que conviritó a la novela “Oil” en uno de los mejores relatos literarios de California en el siglo XX jamás contados. Abudan en la novela las historias de corrupción, de como se evaden los controles de la polícia, las relaciones convulsionadas con lideres sindicales, banqueros sedientos de poder, actrices dispuestas a vender su alma y políticos fácilmente vulnerables, que son hechos que reflejan con más claridad el lado oscuro que encierra este negocio de miles y miles de millones de dólares, además de ser relatos mucho más apasionantes.