Reseña Crítica La Casa del Fin de los Tiempos de Alejandro Hidalgo


Por Sandra M Ríos U
Twitter: @sandritamrios


La Casa del Fin de los Tiempos es la ópera prima del realizador venezolano Alejandro Hidalgo. Se trata de un film que a primera vista se cataloga dentro del género del terror, pero definitivamente va más allá de eso.

La película tiene marcadas diferencias con este género y eso la pone en un interesante punto de referencia en la región. Esa ruptura con los criterios de este tipo de cine son los que probablemente terminaron por convertirla en el film más exitoso de este género (por encima de la popular “Sexto Sentido”) en Venezuela, lográndose sostener por más de 39 semanas en cartelera y que su recaudo haya alcanzado los 620 mil espectadores.

La casa del Fin de los Tiempos es la historia de una mujer que es acusada de asesinar a su esposo y de la misteriosa desaparición de sus hijos. Ella regresa, 30 años después y  ya envejecida, a seguir cumpliendo su pena en su gran casa que aguarda un gran misterio.

A partir de ese momento es garantizado que nada es tan previsible como parece. De forma encadenada se nos presenta el presente de esta mujer, su pasado y su futuro, sí, porque esta película se narra en tres tiempos. A medida que pasa el metraje, el director, también guionista y coproductor de esta película, deja una serie de vacíos que son resueltos completamente al final.

El guión es lo más sólido de la película y eso ya es algo a tener en cuenta considerando lo poco o nada que las películas de hoy de este género logran sorprender en realidad. Hidalgo usa símbolos masones, cristianos y de hechicería como elementos distractores (vemos pirámides, cruces, fotos con personas vestidas con trajes masones, la utilización reiterativa de ciertos números, la escuadra y el compás, el ojo que todo lo ve), al igual que sombras, espejos, cuevas y una casa enigmática e intimidante, que genera todo ese halo de terror, suspenso y ahogamiento.

Todos esos recursos en sí no darán explicación a los “fenómenos sobrenaturales” que ha presenciado Dulce y su desaparecida familia. Con el uso de tanto elemento masón, sería válido pensar que la clave para explicar todo eso que ve la protagonista estaría en un tema de conspiración y allegado a esta fraternidad, el de la apertura de portales dimensionales (no sé que tan contentos estén los G.H. con este tipo de visibilidad), pero el abordaje del director a este fenómeno es más científico, es a través de lo que él llama vórtice de energía, y que justificará el manejo de los tres tiempos que tiene la película.

Esto último me lo confirmó el mismo director al buscarlo para interrogarlo sobre esta particular historia. Esto me comentó del génesis creado para la película: “En el pasado esta casa fue fundada por el Masón Irahim Eckhart, quien descubrió el fenómeno asociado a la física cuántica que ocurría en este lugar. La masonería de una u otra forma ha estado ligada a grandes eventos históricos de la humanidad. Y parte de la filosofía de esta orden de hermandad es alcanzar siempre la sabiduría y el conocimiento en pro de resguardar los valores y el bienestar de la humanidad. En tal sentido, me pareció interesante asociar el origen de esta casa con algún Masón que realizaba sus propias investigaciones de física cuántica. Sin embargo, la explicación de estos antecedentes realmente forman parte de un recurso narrativo de la película que pretende crear una falsa pista en el espectador, para luego generar sorpresa mediante el giro principal de la historia”.

La Casa del Fin de los Tiempos escapa entonces a la categorización de un solo género. Para explicar las “extrañas” situaciones que vive su protagonista, recurre a otros géneros; el fantástico, la ciencia ficción, el suspenso, drama, un poco de comedia y aunque les cueste creérmelo (si no la han visto) cine familiar, a través de las frescas y agradables historias de unos niños. Con estos pequeños, se toma el tiempo de ir desenredando la trama y no con un catálogo de efectos para espantar al espectador. Es un guión elaborado que se toma su tiempo.

A muchos esta “mezcolanza” le resultará demasiado rara o incómoda, vi espectadores desconcertados, pero es precisamente en ese tipo de decisiones distintas, “impropias” del género predominante, lo que le da valor a esta película de gran trabajo de cámara, montaje, fotografía, de muy cuidado arte y buena banda sonora.

El guión termina imponiéndose sobre otros aspectos deslucidos de la película que no puedo dejar de mencionar. Uno es el terrible trabajo en maquillaje para envejecer a la protagonista, uno de los aspectos que más me desconectan con una historia. Y dos, el trabajo de su reparto principal, que considerando las credenciales de sus actores, se trata más de una desatención del director.

Sucede que este tipo de historias, para terminar de creerles del todo requieren de personajes poco o nada conocidos. Ya hemos visto que así funcionan mejor, y en este caso tenemos como protagonista a la famosa Ruddy Rodríguez, en un papel que sin duda es trabajado, pero tiene varios altibajos (su maquillaje no ayuda en nada y el tono de su voz de mujer anciana, se acercó más al tono para teatro). Y los papeles de otros dos reconocidos actores en Venezuela, Gonzalo Cubero (en menor proporción) y Guillermo García, tampoco resultan ser tan convincentes.

El cine muchas veces es caprichoso y solo el tiempo dirá si La Casa del Fin de los Tiempos se convertirá en un film de culto (como se le ha anticipado), pero por ahora si es un buen referente de lo hecho en este género en el Cine Latinoamericano reciente. Una película con un guión ambicioso, tratado con inteligencia.

Sobre las locaciones
La mansión, locación principal de la película, sin duda es otro elemento excepcional de la película. El lugar se conoce como “La quinta Castillete”, mansión que perteneció a Pedro Estrada, jefe de seguridad Nacional en la época de la dictadura de Pérez Jimenez. Se dice que ahí torturaron y asesinaron a varios perseguidos políticos, por lo que el aura de esa vieja casa ayudó a generar un ambiente tenso dentro del propio equipo de trabajo.  Alejandro Hidalgo me contó:  “esa oscuridad nos ayudó a darle vida a la atmósfera de la película, sin embargo tampoco tiene nada que ver con la historia. Todos los símbolos de masones forman parte de un trabajo de ambientación del equipo de dirección de arte sobre la locación. Sin embargo en la película si aparece un castillo masónico. La casa de las hechiceras es una logia de masones en Caracas que se ha venido a menos”.

La película continúa en la cartelera colombiana.

Ficha Técnica

  • Director: Alejandro Hidalgo
  • Guión: Alejandro Higaldo
  • Duración: 100 minutos
  • Género: Terror, fantasía, ciencia ficción, suspenso
  • Reparto: Ruddy Rodríguez, Gonzalo Cubero, Guillermo García, Rosmel Bustamante, Hector Mercado, Yucemar Morales, José León, Alexander Da Silva, Guillermo Londoño, Amanda Key
  • Montaje: Miguel Ángel García
  • Música: Yoncarlos Median
  • Maquillaje: Alex Mathews
  • País: Venezuela
  • Año: 2013

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