Mar 24 2014 13:45
Reseña Crítica Película Matar a un Hombre de Alejandro Fernández
Por: Juan Camilo Ardila Durante, periodista invitado. @juanardila87
Matar a un hombre es el tercer film del director chileno Alejandro Fernández Almendras. En el Festival de Cine de Sundance de este año se alzó con el premio del jurado como mejor drama realizado por fuera de Estados Unidos, mismo premio que recibió en 2009 la recordada película chilena “La Nana” de Sebastián Silva. Ambas películas también comparten otro honor: recibieron en el Festival de Cine de Cartagena (FICCI) el Premio de la Crítica como mejor película. Además, obtuvo el premio a mejor director.
Matar a un hombre (basada en un hecho real) navega entre el drama y el thriller a lo largo de sus 90 minutos de duración. El director, justo antes de presentar la primera función de la película en el Teatro Adolfo Mejía de Cartagena, dijo que su film cuenta una historia real de una familia pobre en su país y expresó luego entre risas: “les sugiero ver los subtítulos porque quizás no comprendan ese lenguaje chileno de la calle”.
Jorge, un hombre común, padre de dos hijos adolescentes, es asaltado por el delincuente más conocido del barrio. Su hijo decide encarar al ladrón para recuperar lo robado y recibe un disparo que lo deja gravemente herido. El delincuente es condenado a año y medio de prisión, y al salir de la cárcel, empieza a acosar diariamente a la familia de Jorge. La víctima intenta que la policía lo ayude, pero al no conseguirlo, toma justicia por sus manos.
Matar a un hombre sostiene una tensión de suspenso en todo momento gracias a unas secuencias sin cortes cuidadas meticulosamente por su director: paisajes oscuros, silencios constantes, la cámara firme junto al padre de familia que clama justicia.
Dos de esas secuencias, específicamente, representan la particularidad y el éxito de este film: Jorge, el protagonista, activa una y otra vez la alarma del auto del agresor hasta conseguir su atención. La tensión aumenta progresivamente cada vez que se activa el sonido de la alarma. En ese instante, no hay música. Solo una cámara junto a Jorge que espera, entre nervios y rabia, conseguir justicia. No hay un solo corte hasta que Jorge consigue doblegar al delincuente. Momento imperdible de la película.
La otra secuencia, que no contaré para no perjudicar su relación con la historia, es la última del largometraje. Es un perfecto estudio de cómo la moral participa, entre la comedia y la tragedia, en las decisiones de un hombre padre de familia de la clase baja de su país. Probablemente esa secuencia sea uno de los mejores finales del cine latinoamericano en la última década.
Hay que destacar el trabajo meticuloso del director de fotografía Inti Briones para transmitir la soledad de un hombre cualquiera en un barrio cualquiera que ve, cómo poco a poco, el remedio a sus problemas son consecuencia de su desesperación. En muchos fotogramas de la película, Jorge aparece solo junto con un enorme y frío bosque en el que esconde sus emociones.
Por otra parte, el guión, también creado por Alejandro Fernández, es cuidadoso con el lenguaje callejero de Chile. Los diálogos mantienen la pureza que en todo momento logra decirle al espectador: “esto es la vida real”.
Respecto a la actuación de Daniel Candia, protagonista de Matar a un hombre, es espléndida la manera en la que su fragilidad emocional y el miedo que expresa su rostro van transformándose a lo largo del relato. La inseguridad que transmite desde sus movimientos torpes consigue darle aún más vida a un drama de la vida real. Jorge, su personaje, intenta obedecer todos los principios que un hombre intenta seguir durante toda su vida, pero el miedo al miedo es lo que lo impulsa a tomar cada una de las decisiones que en ningún momento planea. Cada acción es espontánea. Y para conseguir lo que esta película consiguió en términos narrativos, este personaje debía ser como lo logró crear este actor.
Vale la pena contar un detalle de color con clara función narrativa: en cada escena en la que Jorge se encuentra con su esposa pidiendo justicia ante miembros de la ley o de la justicia de su país, aparece colgado en la pared un marco con la foto de un expresidente chileno. “Toda película latinoamericana esconde en el fondo una crítica social”, decía una vez en un foro sobre cine y país el director colombiano Felipe Aljure.
Matar a un hombre, en síntesis, es una historia potente de la vida real, narrada con firmeza, especialmente gracias al trabajo de la cámara y fotografía, así como de un guión que le da vida a las complejidades de la relación entre un padre de familia con un entorno hostil y tristemente solitario.
Antes de presentarse en la edición 54 del Festival de Cine de Cartagena, “To kill a man”, como se conoce en Estados Unidos y Europa, participó con éxito rotundo al imponerse en la categoría “World Cinema Dramatic Competition” en el festival de cine independiente de mayor prestigio en el mundo, Festival de Sundance, y luego en el Festival de Cine de Rotterdam, en donde obtuvo el KNF Award, conferido por el Círculo de Críticos de Cine de Holanda. En Cartagena el jurado le entregó los premios señalando que “es un film imposible de olvidar”.
Ficha Técnica
- Director: Alejandro Fernández Almendras
- Guión: Alejandro Fernández Almendras
- Duración: 90 minutos
- Género: Drama-Thriller. Basado en hechos reales.
- Reparto: Daniel Candia, Daniel Antivilo, Alejandra Yáñez, Ariel Mateluna.
- Fotografía: Inti Briones
- País: Chile
- Año: 2013