Sep 25 2015 12:17

Reseña de Everest (2015)

	Por Sandra M Ríos U
	Twitter: @sandritamrios

En plena época donde se suele dar la mayor cantidad de ascensos exitosos al monte Everest, el 10 de mayo de 1996 ocurrió la primera gran tragedia en el pico más alto mundo, dejando un saldo 15 escaladores fallecidos. Ese día, en la tarde, a una hora donde se suponía que nadie debería estar en la cima, el clima cambió de forma intempestiva generando una aterradora tormenta.

Para la mayoría de los protagonistas de esta historia era ya el descenso que se había prolongado más de una hora de lo pactado. En los reportajes y libros publicados posteriormente cuentan que hacia las 3:30 de la tarde y con nubes negras que se avecinaban, aún había fila de montañistas empecinados en alcanzar el tramo final.

Desde finales de los 90s los derechos para llevar esta historia al cine los tomó Tim Bevan, productor de Working Title, pero solo hasta 2011 comenzó a tomar forma este rodaje. Eso sucede porque esta tragedia desató una serie de críticas sobre la explotación de la montaña, la banalización de la escalada y la guerra entre las distintas compañías que ofrecen el servicio. Libros y documentales han ido y venido, lo que ha generado versiones contradictorias.

Lo anterior es quizás la explicación del por qué Everest (2015) de Baltasar Kormákur se queda en un terreno superficial, sin comprometerse con ninguna versión y dejando todo a lo anecdótico. Creerán algunos que es pedirle mucho a una película de Hollywood, pero los grandes elementos de esta historia y el mediano presupuesto que le asignaron (55 millones de dólares) daban para hacer un guion más arriesgado, menos plano, en donde además de algo de crítica, la emotividad se explotara con más fuerza.

Everest, adaptada por William Nicholson y Simon Beaufoy, se queda en las historias de mera entretención, con tomas que permiten ver la dimensión de la proeza de los escaladores y el tamaño del desastre. Momentos bien recreados para quienes han visto la copiosa cantidad de imágenes de quienes sobrevivieron y varios eventos del desastre bien coreografiados. Everest tiene un reparto de lujo que sostienen esta historia, a pesar de quedar desperdiciados: Josh Brolin es quien encarna a Beck Weathers, cuya historia de supervivencia es increíble (estuvo más de 30 horas a pocos metros de la cima en coma), pero es ligeramente abordado en la película. Se le suma Jake Gyllenhaal, John Hawkes, Sam Worthington, Emily Watson y Robin Wright.

La película sigue en cartelera y para los amantes del 3D no hay queja de este formato.