Jun 2 2015 16:52

Reseñas de Terremoto: La Falla de San Andrés (San Andreas)

	Por Sandra Milena Ríos y José Ubillus
	-

Por José Ubillús Vivar.

Los avances de la ciencia en la época actual son sorprendentes, por eso es extraño que los científicos aun no sean capaces de predecir los terremotos. En esta cinta un grupo de sismólogos en California trata de alcanzar ese éxito estudiando y monitoreando la llamada “Falla de San Andrés”. Los buenos efectos especiales se dinamizan y permiten observar devastadoras escenas del cataclismo y un tsunami en San Francisco.

El musculoso y popular Dwayne Johnson conocido como La Roca, demuestra una vez más sus escasas condiciones de actor al desempeñar el rol de un piloto rescatista que en medio del caos busca a su hija. Paralelo a la hecatombe este héroe protagoniza hazañas que llegan hasta el final con secuencias cliché.

La represa Hoover, la ciudad de San Francisco con su emblemático puente se desmoronan, al igual que el argumento con la exagerada capacidad del piloto al surcar los cielos utilizando un helicóptero y enfrentar con una lancha rápida un maremoto que, según los conocedores, no puede producirse en esa magnitud.

Película comercial con dos horas de duración, que busca taquilla y entretener a los seguidores del género catástrofe.

Por Sandra M. Ríos Urquina.

El género de catástrofe difícilmente nos deja estáticos en la silla, sin producir un solo sobresalto. Por más clichés, diálogos absurdos o ingenuos, un toque cómico que no cabe dentro del género y unas actuaciones penosas (como la de Dwayne Johnson aquí), terminan por algún lado emocionando. Eso habla de lo poderoso que este género y lo mal explotado por Hollywood.

En el caso de Terremoto: La Falla de San Andrés (San Andreas) su golpe de suerte es sin duda una serie de efectos especiales que a medida que avance la película mejoran, al intensificarse y hacerse más elaborados. Con las exageraciones del caso, esta película cobra un matiz de buena entretención a partir del momento en que el agua se toma San Francisco y nada parece factible que quede en pie – claro, excluyan a sus protagonistas que tienen escudos mágicos protectores contra heridas graves y rasguños.

Esto es mero cine de escapismo, pasa todo lo inverosímil, por tanto, solo sabiendo esto es que pueden los más exigentes dejarse llevar por su historia. Eso sí, hay que destacarle la intención marcada de educar sobre el tema, reforzando cuatro lecciones básicas a la hora de un terremoto y tsunami: resguardarse debajo de una mesa; dirigirse a lugares altos; alejarse del mar cuando se vea que el agua se recoge o se aleja de la orilla; y hacer un triángulo de la vida. San Andreas no es la película que te cambiará la vida, incluso puedo obviarse, pero perversa no es. Sentirá que los efectos, por lo menos, pagaron la boleta.

El director de esta película es Brad Peyton el mismo de “Perros y Gatos: La Venganza de Kitty Galore”.