Dic 20 2023 20:46

10 Películas Favoritas de 2023

La bondad de hacer listas de cine.

Por Daniel Ruiz, (Twitter: @tatoruiz)

Hacer listas facilita mucho la vida. La de las compras, las de las tareas pendientes; quizás, la de invitados a alguna reunión o hasta la de los deseos cada final de año, esos que uno se obliga a cumplir en el siguiente. En cambio, hacer listas de películas en un orden que resuman un supuesto favoritismo, no. No facilita nada. A mí no. Y no porque no me guste. Si hay algo en la vida que disfruto sobremanera es todo lo que está relacionado al cine, pero ponerle raciocinio y objetividad a un listado, poner una película brillante por sobre otra que me llegó hasta el tuétano y compararla con una imperfecta, pero valiosísima, es una tarea complicadísima. Es toda una ciencia. Y podría evitarlo, pero quedaría fuera de este ejercicio que también me interesa y que mezcla la bondad de las recomendaciones, la alegría de compartir eso que tanto nos mueve y el genuino agradecimiento hacia las exhibidoras, festivales, muestras, distribuidoras, y personas que trabajan como curadoras o directoras artísticas de muestras y festivales, y hacen posible que el cine siga llegando a nuestras vidas.

En una época convulsa y abarrotada de estrenos, con la exhibición cinematográfica tradicional sobreviviendo, las plataformas bombardeándonos con propuestas y algunos cineclubes reviviendo, hacer recomendaciones desde espacios que honran el cine y trabajan con el objetivo de su difusión y promoción, quizás y sea el oasis para aquellas personas, aquellos públicos que, entre el enorme mar de opciones, les sea difícil tomar una decisión relacionada a qué podría sentarse ver, a qué le dedican tiempo, cacumen y el corazón. En ese sentido, hacer listas que le hagan sentido a quienes las buscan, las leen y las disfrutan, se vuelve una tarea completamente benévola. Hasta misericordiosa (a propósito de tanto catolicismo por estos días).

Aquí va mi personalísimo listado que, viéndolo objetivamente, es también un listado que elude lo más obvio del consumismo audiovisual, lo más ordinario y masivo. En su mayoría, y no como decisión fríamente calculada, son películas que difícilmente tienen cabida en espacios para públicos grandes. Son películas frágiles no por lo que cuentan, si no por el espacio al que no logran llegar. Recomendarlas y ofrecerlas como lo mejor que vi en el año, es un pequeño tributo al cine independiente, al cine de autor, o hecho en países donde hacer cine sigue siendo un auténtico milagro.

1. ‘Retratos Fantasmas’. Kleber Mendonça Filho. Brasil

Acaso su obra más personal.El director dialoga con el pasado de su propia casa, de su familia y de los cines que visitó y conoció, esos refugios y templos que ahora, en su mayoría, se convirtieron en templos cristianos, lo que no deja de ser una vergüenza. Una película documental en la que la nostalgia – la saudade – está puesta al servicio del relato. (Leer Reseña)

2. ‘Los Delincuentes’. Rodrigo Moreno. Argentina

No tengo duda alguna, esta película es un nuevo clásico del cine latinoamericano. Es una película trascendentalmente humana. “Los delincuentes” tiene una base temática tan simple como iluminadora: todos andamos buscando la libertad y la forma en la que narra esa búsqueda está lejos de retratar las formas de nuestra realidad. “Los delincuentes” es juguetona, aventurera, y lúdica. Brillante. (Leer reseña).

3. ‘Anatomied’une Chute’. JustineTriet. Francia

Hay pocas películas que hablan sobre la importancia del relato y que no sea pedagógica. Esta es una de ellas. Justine Triet profundiza en una relación de pareja y usa como excusa los intentos por resolver lo que parece un crimen para hablar de infidelidad, violencia y poner en entredicho la vida, las decisiones y los actos de una mujer. (Leer reseña)

4. ‘Sparta’. Ulrich Seidl. Alemania

Si la idea de contención macabra tuviera que ser resuelta por una película moderna, la de Seidl sería, a todas luces, esa película, aunque tendría que vérselas en una lucha con el austriaco Michael Haneke. Aquí se cuenta la historia de un pedófilo que lucha contra su perturbadora realidad. Acaso una reflexión (la película) sobre no saber cómo resolver una existencia conflictiva, ni el protagonista, ni la comunidad de vecinos de la pequeña ciudad en la que ocurre esta historia. Es una película ‘conflictiva’ porque es innegable su belleza estética como la belleza de ese doloroso relato. Estrenada mundialmente en San Sebastian 2022, la película cojeó en su distribución dado un escándalo por acusaciones de supuesto maltrato infantil.

5. ‘La Memoria Infinita’. Maite Alberdi. Chile

Acaso el relato más desolador sobre el amor de pareja. Aunque lo que cuenta está envuelto en una serie de situaciones dolorosas, en su profundidad es una auténtica y luminosa historia de amor. Un documental que habla de la importancia y la fragilidad de la memoria. Alberdi, en compañía de Augusto Góngora y Paulina Urrutia, parece preguntarse cómo mantener viva la memoria. Su banda sonora es, también, una suma al relato, lo llena de nostalgia. Es dificilísimo quedar frío con esta película. (Leer reseña)

Bonus. ‘Al otro lado del mar’. Eloy Domínguez, Samuel Moreno. España/Colombia

En esta película a cuatro manos me conmueve que dos hombres heterosexuales decidan abrirse el uno frente al otro. El ejercicio de enviarse cartas a la distancia, antes y durante la pandemia del Covid, los empuja a dejarse ver entre ellos y luego al público, como dos hombres frágiles, dispuestos a desnudarse emocionalmente para lograr reflexionar acerca del tipo de personas que son y reflexionar sobre sus familias y sus propias acciones como hombres. La virtud de esta película tan valiente es la forma en que le toma el pulso a la sociedad y al contexto por el que estamos atravesando, uno relacionado a que como hombres podamos, finalmente, dejarnos ver como seres vulnerables, que saben emocionarse y que también pueden ser frágiles. Es un ejercicio de sublime belleza y una suerte de película que honra lo vintage. Mandarnos cartas debería ser la norma. (Leer reseña)

6. ‘Tótem.’ Lila Avilés. México

La segunda película de Lila Avilés es un ejercicio que habla de la fuerza de los lazos familiares, de la ingenuidad infantil y los miedos que desentraña la presencia de la enfermedad. Su puesta en escena construye un relato que con el paso del tiempo se va llenando de presión y del que esperamos, finalmente, una explosión. “Tótem”es una película de atmósfera y personajes, un intenso melodrama cargado de largas y viejas heridas familiares. Una película soberbia que ojalá consiga ser distribuida por cuanto espacio exista. Que nos salga hasta en la sopa. (Leer reseña)

7. ‘Los Colonos’. Felipe Gálvez. Chile

Los artistas y autores chilenos han sabido, a través de la historia del cine y el arte moderno, denunciar a diestra y siniestra todo aquello con lo que han cargado como sociedad. Una carga pesada, dolorosa. Y todavía no es suficiente, aún hay mucho por revelar. En 2019 Théo Court se ganaba el beneplácito de críticos y gente especializada con su “Blanco sobre blanco”, una película que hablaba sobre el genocidio Selk’nam. Este año al relato de visibilización se le suma Felipe Gálvez con una película que es más que un bellísimo ejercicio visual. Lo suyo es una reflexión álgida, profunda y, si se quiere, absolutamente ácida, ¡negra!, sobre la formación de una nación como la chilena que, aún hoy, tiene tanto conflicto de segregación y competencia digamos…muy tontarrona en sus formas más políticas y sociales. Alfredo Castro, estrella de ese país, sigue apareciendo en las películas más abrumadoras y fascinantes de ese lado de la región. (Leer reseña)

8. ‘Puan’. María Alché, Benjamín Naishtat. Argentina

Sus directores se mueven entre el homenaje a un ícono (La UBA) y la denuncia por los constantes ataques a la educación pública, algo que cualquier ciudadano argentino sensato defiende. En “Puan” se usa el humor descarriado, a veces bajo y algunas veces ridículo para hablar de la importancia de la lucha, pero, sobre todo, hablar de encontrar un lugar en esa lucha, y de paso en el mundo, en su mundo (el del personaje principal). Es una película fascinante con dos intérpretes al que da gusto ver. En un país tan convulso como Argentina, esta película deja ver que está hecha con algo de urgencia. Sabe hablar del presente, y en este momento, viene muy bien verla. Es tan entretenida como política, sin ser un panfleto, claro está.

9. ‘El Conde’. Pablo Larraín. Chile

De nuevo un ejercicio de memoria, pero con mala leche y muy buen sentido del humor. Pablo Larraín hace un ejercicio al que le falta redondez, pero viene holgadito de revancha y fino humor negro. El Pinochet vampiro es el mejor invento para el cine moderno chileno. “El conde” es un golpe bien dado a los más fachos y pinochetistas, porque usan a su ídolo para ridiculizarlo, como siempre hay que hacer, ya que el muy sinvergüenza se fue sin pagar nada. La película es un goce porque es intrépida. No sé si realmente se armó salseo con esta vampiresa aparición, pero este es el Larraín que me gusta, el rabioso y socarrón. (Leer texto sobre Pablo Larraín)

10. ‘Afire’. Christian Petzold. Alemania

Aún es posible encontrar los ecos de Eric Rohmer en variados cineastas contemporáneos. La obra de Christian Petzold no es precisamente un ejemplo de ello salvo su nueva película, una sencilla obra que dialoga sobre los mareos que produce enfrentarse al amor y a la pasión, a cómo se huye de lo obvio, aquí, algo “metaforizado” en incendios forestales que dan un contexto de constante peligro, algo que sus personajes deciden más o menos evadir en medio de un paraíso y una situación bucólica. “Afire” es tan bella como “Transit”, tan efectiva como “Bárbara” pero (todo hay que decirlo) no tan redonda como “Phoenix”. Eso sí, tiene su toque de ligero humor, uno que da gusto. Una pequeña gema totalmente disfrutable.