Abr 4 2017 10:27

Reseña Un hombre llamado Ove, la historia de un gruñón entrañable

	Por Sandra M Ríos U
	Twitter: @sandritamrios

“La gente decía que Ove veía el mundo en blanco y negro, pero ella era color, todo el color que él tenía”. Frase del bestseller.

Un hombre llamado Ove es una película sueca pero su historia es muy universal, capaz de conectarse con personas de todo tipo, clases y condiciones. Es muy probable que en la vida conozcamos un personaje gruñón, que detrás de una máscara endurecida esconde mucha dulzura.

La película está basada en una novela del escritor y bloguero Fredrik Backman que fue publicada en 2012 y se convirtió en un bestseller del idioma inglés. La adaptación ha sido recibida con mucho éxito en el mundo, obteniendo varias nominaciones y galardones entre ellos el de mejor comedia europea en los Premios Europeos del Cine y mejor actor en los Gulbagge Awards, los premios suecos. También consiguió dos nominaciones al Oscar 2017 como mejor película extranjera y mejor maquillaje y peinado.

Ove es un hombre de 59 años, pero parece de más, quizá es su malhumor y amargura el que lo ha envejecido. Lleva 42 años trabajando en una empresa, así que deciden que es hora de jubilarlo. Eso lo enfurece aún más. Ahora se dedica a permanecer en su casa, quejarse de sus molestos vecinos, evitar que incumplan las normas del conjunto y pasar sus iras visitando la tumba de lo único a quien amaba, su esposa Sonja, fallecida recientemente. No hay razón para seguir viviendo, entonces Ove decide que ha llegado la hora de matarse, pero en su camino se interponen los nuevos vecinos y un gato callejero.

Detrás de este enfadado personaje hay una serie de tragedias que justifican su comportamiento, pero la película no apela al exceso de drama sino a la comedia, para mostrarnos una historia con buenos toques de humor.

Sin duda Un hombre llamado Ove es una película de buen espíritu, muy pensada para emocionar al espectador y mostrarle que detrás de las dificultades hay razones para seguirle sonriendo a la vida. La historia también aborda viejas costumbres perdidas (saludar, cumplir con la palabra, hacer prevalecer lo que es correcto) y la solidaridad y confianza entre vecinos.