Jun 28 2009 22:34

Clásicos del Cine – Sed de Mal (Touch Evil – 1958) – Reseña

Imprescindible trabajo de cine negro dirigido por el maestro Orson Welles, el cual desde la secuencia inicial demuestra que tras las cámaras es probablemente uno de los 5 directores más virtuosos de la historia del cine.

La historia que narra esta gran película es la siguiente: Un agente mexicano de la policía de narcóticos Mike Vargas (Charlton Heston) llega a la frontera México-Estadounidense con su nueva esposa (Janet Leigh) justo cuando explota una bomba. El policía decide emprender la investigación con el apoyo del jefe local, el obeso Hank Quinlan (Orson Welles) muy reputado en la región por sus métodos, pero un hombre ávido y brutal. A medida que avanza la investigación se desatará una lucha feroz entre los dos hombres, pues cada uno de ellos tiene pruebas contra el otro.

Algo confusa al inicio, la cinta va ganando intensidad a medida que el metraje avanza hasta alcanzar altísimas cuotas de interés a partir de la secuencia de la “caja de zapatos” (cuando vean la película sabrán a lo que me refiero), el nivel actoral de la cinta es altísimo con un inmenso Orson Welles personificando a Quinlan un ser amargado por la pérdida de su esposa quien no escatima ningún tipo de método (sea legal o no) para cumplir con su objetivo, Heston otorga carisma y presencia a su Mike Vargas, aunque lamentablemente en ningún momento me resulta creíble como un “ciudadano mexicano” además de que en los momentos en los que habla español me resultan bastante forzados, lo que provoca sin duda uno de los pocos lastres de la película, así mismo, Akim Tamiroff y Janet Leigh cumplen (que no brillan) con sus aportaciones histriónicas.

Otro pequeño lastre que le he encontrado a la cinta es el modo algo caricaturesco en los que son presentados algunos personajes secundarios y los forzados de algunas secuencias que no me llegaron a convencer del todo, aunque en el fondo concuerden bastante con la atmósfera barroca y alucinógena que el genio Welles aporta a esta narración.

Pero donde sin duda esta película logra destacarse con un aprobado total es en el apartado técnico: una magnifica música de Henry Mancini, deliciosa fotografía de Russell Metty con marcados contrastes de luces y sombras (¿el bien vs. el mal? ¿la putrefacción moral vs. la honestidad?) y por supuesto y como se dijo en un principio la magnífica dirección de Welles, tan solo el plano secuencia inicial resulta más cautivante y genial que el 90% de la películas que se estrenan todos los veranos hollywoodenses. Una película imprescindible para los verdaderos amantes del cine, que aunque no me ha parecido totalmente redonda tampoco creo que le haga falta serlo.

Les comento que la versión que he disfrutado ha sido la re-montada, la que se conocía anteriormente (para aquellos que la vieron antes del 2000 probablemente verían esa) es conocida como la versión “de estudio”, la que los ejecutivos de la Universal, por encima de las intenciones del realizador, habían editado y lanzado al mercado, por considerar la versión original demasiado compleja y confusa. Esta que logre ver viene a ser la versión “de autor”, y sigue los lineamientos que el propio Welles consignó en un memorándum de 60 páginas. No he visto nunca la denominada versión “de estudio” pero según me han dicho algunos es básicamente el mismo filme salvo algunos pequeños detalles como la remezcla de la banda de sonido en algunos tramos de la cinta y el cambio en la disposición de los títulos de crédito.

Calificación para Marlo Muñoz:

FICHA TÉCNICA
Director : Orson Welles
Guión : Orson Welles, basado en un relato de Whit Masterson
Género: Cine Negro
Reparto: Orson Welles (Hank Quinlan), Charlton Heston (Miguel Vargas), Janet Leigh (Susan Vargas), Joseph Calleia (Pete Menzies), Akim Tamiroff (Joe Grandt), Marlene Dietrich (Tanya), Valentin de Vargas (Pancho), Joseph Cotten (El superintendente), Joanna Moore (Marcia Linnaker), Ray Collins (Adair), Zsa Zsa Gabor (La dueña del cabaret), Mercedes McCambridge (La jefa)
Fotografía : Russell Metty
Música : Henri Mancini
Montaje : Virgil Vogel, Aaron Stell y Edward Curtis
Dirección artística : Alexander Golitz y Robert Clatworthy
País: Estados Unidos
Año: 1958