Jun 22 2022 14:55

“El quinto elemento” a 25 años de su estreno vuelve a las salas de cine

En mayo de 1997 el cineasta francés Luc Besson estrenó una de sus películas más populares y uno de los referentes de los noventa de la ciencia ficción y el cine comercial francés, aunque algunos la acusaron de querer imitar el “modo estadounidense” de hacer películas. La película en su aniversario 25 regresa de forma limitada a salas de cine.

Alejandro Jodorowsky junto al ilustrador de su novela gráfica, Jean Giraud, lo demandaron por considerarla una copia de su serie “El incal”. El caso no prosperó, entre otras, porque el propio Giraud fue uno de los varios artistas contratados para desarrollar la historia que Besson venía ideando desde su adolescencia, como remedio para el aburrimiento, cuando le tocaba mantener de viaje con sus padres por motivos laborales y tras la separación de los mismos. Su guion llegó acumular 400 páginas. Finalmente pudo comenzar a realizarla a sus 38 años, con la financiación de Columbia Pictures que asignó un presupuesto de 90 millones de dólares y a Bruce Willis y Milla Jovovich como protagonistas.

Ambientada en el siglo 23, El quinto elemento inicia en 1914 en Egipto, en momentos en que un arqueólogo está a punto de descubrir que al reunir cuatro símbolos – que representan la tierra, el agua, el fuego y el aire -, con un quinto elemento (una hermosa y perfecta mujer), se convertirían en una fuerza poderosa capaz de derrotar al Mal Supremo que quiere apoderarse del universo. El experto determina que esto da apertura a un portal que une dos dimensiones, un fenómeno que sucede cada 5 mil años. El descubrimiento alarma a un sacerdote que decide acabar con la vida del arqueólogo, pero justo ahí aparece una nave espacial de la que aterrizan unos seres alienígenas llamados los Mondoshawan, quienes le explican que las piedras ya no están seguras en la Tierra. Los extraterrestres eliminan al científico y hacen prometer al sacerdote no revelar nada hasta el momento adecuado.

La historia pasa a la ciudad de Nueva York, al año 2259, siguiendo al taxista Korben Dallas (Willis), un exmilitar que descubre que el destino del mundo está contenido en Leeloo (Jovovich), una misteriosa mujer que literalmente ha caído del cielo y ha aparecido en su vida. Será su deber protegerla del perverso Zorg (Gary Oldman), que está involucrado en una guerra de carácter intergaláctico entre los Mondoshawans y los Mangalores. Ese futuro planteado por Besson posee escasez de agua, pero eso sí, la humanidad ha podido conquistar otros mundos y ser líderes del conglomerado estelar “Territorios federados” y los carros andan por el aire.

Leeloo habla su propio idioma, el lenguaje divino, que se inventó el director y estaba compuesta por 400 palabras que fue practicado entre él y Jovovich durante un tiempo como parte del ensayo.

The Fifth Element representa los últimos ejercicios de técnicas de efectos visuales tradicionales, por lo que se vio afectada con la aparición de películas con efectos mucho más realistas. De hecho, fue un motivo de frustración para Besson que expresó su deseo de seguir la historia haciendo uso de las técnicas actuales. La película comenzó su desarrollo en 1992, pero debió detenerse justamente por falta de presupesto y se reinició tres años después. La producción usó modelos a escala e imágenes creadas por computador, que fueron reconocidos con un premio en los BAFTA. La estética estuvo a cargo de Giraud, unos los ilustradores que revolucionaron la escena del cómic y la ciencia ficción en los años setenta y ochenta y el diseñador Jean Paul Gaultier para el vestuario, para así completar el aspecto visual que encaja dentro de las películas del ciberpunk.

Tras el éxito en taquilla, a los pocos meses el escritor Terry Bisson publicó la novela adaptada del guion de la película y se desarrollaron en los años siguientes dos videojuegos.

La recordada escena de Laguna azul

Una de las escenas más emblemáticas de “El quinto elemento” es cuando vemos cantar ópera a la diva Plavalaguna (laguna azul), interpretada por la novia del director, en aquel entonces, la actriz francesa Maïwenn Le Besco. En su cuerpo se resguardaban los elementos. Besson quiso simular una ópera real y para ello escondió hasta último momento a este personaje del resto de los actores. Su idea era grabar el asombro que les causaría ver a la actriz transformada con un excéntrico disfraz futurista de color azul y de manos y cerebro alargado. Es una secuencia que repasa varios momentos de la historia y que dura cinco minutos.

A Besco no le gustó los cortes que le hizo Besson, como tampoco que se eliminara la escena en la que peleaba con Leeloo, personaje en manos de Jovovich y con quien el director se casaría siete meses después del estreno. A otro que no le gustó el resultado de la película fue a Gary Oldman, el villano de la película y buen amigo de Besson, quien dijo: “Es una película netamente comercial, con poca filosofía y sí mucha acción, superficialidad y extravagancia”. ¡No hay que esperar más de ella! “The Fifth Element” es un largometraje convertido en un clásico de culto de la ciencia ficción.

El tema con las fechas

La fecha futurista de la película ha estado en discusión por descuido de la propia producción. Después del ya mencionado prólogo hay un salto en el tiempo de 300 años, lo que apunta a la fecha 2214, pero en una escena vemos la alarma de Korben Dallas configurada en el año 2263. La fecha 2259 está al inicio de un libro de Besson titulado “La historia de El quinto elemento”, pero hay una más en uno de los DVDs editados donde habla del 2257 (ustedes eligen con cuál se quedan).

La película – que es además una de las más recordadas interpretaciones de Bruce Willis, retirado este año de su carrera como actor tras anunciarse que padece de una enfermedad que afecta el lenguaje -, será reestrenada por Sony Pictures Classics de manera limitada en las salas de cine de Estados Unidos, con únicas fechas los días 26 y 29 de junio y es promocionada con el hashtag #TheFifthElement25.