Ene 20 2012 00:13

La cara oculta de Andi Baiz – Reseña

	Por Sandra M Ríos U
	Twitter: @sandritamrios

“¿Estás ahí?”

Andi Baiz estrena mañana su segundo film, La Cara Oculta, con el que no solo logra grandes resultados a nivel personal, ratificándose (a pesar de su corta filmografía) como uno de los nuevos cineastas colombianos más importantes, sino que además su obra constituye un logro para la cinematografía nacional al contar con el asocio de Fox International Productions, garantizando de este modo una distribución sin precedentes para una película colombiana. Prueba de ello fue el estreno en España en 2011 con 285 copias, recaudando 2.334.735 Euros (casi 6 mil millones de pesos).

A Colombia llegará con 76 copias asegurando, de este modo, que la película pueda ser vista en casi todos los rincones del país donde hay salas de cine disponibles en la actualidad. Ciudades donde regularmente no llegan muchas películas por sus escasas copias podrán disfrutar a partir del 20 de enero de este gran estreno, entre ellas: San Andrés, Manizales, Ibagué, Tunja, Yopal, Sincelejo, Caquetá, Armenia, Barrancabermeja, Tuluá, Popayán y Villavicencio.

Esas cifras demuestran el potencial tan evidente de la historia que construyó Baiz partiendo de un guion que llegó a sus manos cuando terminaba su ópera prima Satanás, adaptación del libro del gran escritor urbano Mario Mendoza. De esta historia, el director dejó su estructura, pero intensificó las situaciones y la interacción de los personajes, dándole toques siniestros a un triángulo amoroso.

Para esos toques de misterio e intriga típicos del thriller, Baiz se vale de la estructura del mejor exponente del suspense, el señor Alfred Hitchcock, convirtiendo su film en un homenaje que trae a la memoria del colectivo lo mejor de este maestro y las combina con una historia de amor perfectamente identificable: una relación se acaba y llega otra para reemplazarla.

Pero la relación entre Adrián, un director de una filarmónica, y Belén, no se termina en condiciones convencionales (en este largometraje lo convencional no existe), pues ella presa de la duda decide hacerle una prueba de amor a su novio. Para ella no fue suficiente que él se trasladara desde España hacia Bogotá a dirigir la filarmónica de esa ciudad y se mudara con ella. Entonces decide desaparecer preparando las cosas para seguir los movimientos de su novio. Igual como ocurre con Hitchcock, donde nada es lo que parece (por eso no se dejen confundir por lo evidente del trailer) y nada puede resultar tan sencillo, las cosas se le complican a Belén y entre otras situaciones desafortunadas (imposible revelarlas), entra otra mujer a la vida de Adrián.

Su argumento se narra desde dos puntos de vista muy distintos, esta película cuenta la misma historia dos veces. Genial y astuta decisión que le da una gran giro a La Cara Oculta y mucha gracia. Baiz mantiene claro durante todo el metraje las características esenciales de las mejores obras del maestro del suspense: argumentos sólidos, tensión psicológica, sátira, dualidad entre el bien y el mal y personajes malvados que salen a flote con naturalidad abrumadora, revelando las obsesiones maníacas del amor. Incluso también hay cabida para el absurdo, muy al estilo de Kafka.

La música fue muy importante en las obras de Hitchcock. Bernard Herrmann compuso las extraordinarias piezas que acompañaron películas como Psicosis y Vértigo, así también lo es para Baiz en este film y por eso la banda sonora de “La cara oculta” fue creada por Federico Jusid, reconocido compositor ganador de un premio Goya por la música del exitoso largometraje argentino “El Secreto de tus Ojos”. En medio de sonidos que acrecientan la intriga aparecen temas románticos de Tchaikovsky y Sergei Rachmaninoff.

Es una película de personajes (tres), todos con complejidades y dualismos que los hacen difíciles de descifrar. El actor Quim Gutierrez parece tener las cosas claras, pero ante la ausencia repentina de su novia a quien ama, no duda en tener una nueva relación con Fabiana, interpretada por Martina García. Esta actriz asume un rol al que ya nos va acostumbrando, con mucha dulzura y suavidad, contrastándolo con una sensualidad sutil y una fiereza que se quedó corta. Belén, es el personaje que sobresale en esta película, al trasmitir esa carga emotiva que vive ella pasando por la felicidad, el dolor, la desilusión, la angustia, el rencor y la venganza. Clara Lago es la española que interpreta a ese personaje, una actriz con un registro dulce y delicado.

Desde Satanás se alcanzó a percibir el gusto por lo estético de este realizador, por cuidar los detalles, por intervenir los espacios para hacerlos preciosos (las locaciones de esta segunda obra son extraordinarias), así mismo su casting, el vestuario y el maquillaje que utilizan. En esta segunda película es incluso más evidente esto que comienza a caracterizar al cineasta colombiano. Baiz parece acomodar y retocar todo. Los movimientos de cámara son también limpios y sutiles. La cara oculta en medio de una historia cotidiana tiene un glamour contemporáneo, una hermosa fotografía y excelente iluminación.

El éxito de una intriga depende de la forma como su historia es capaz de desenredarse al final, atando con claridad y contundencia los cabos sueltos. A partir del momento en que la cámara “posee” ese segundo punto de vista, disfruta uno con plenitud las habilidades de un cineasta con ganas de innovar, consciente de las posibilidades que ofrece la estructura del cine como el que hizo Alfred Hitchcock, quien hizo viable el rigor del oficio con las exigencias comerciales.

Andi Baiz ya prepara su tercer film, una obra bien exigente que se basará en la novela “El Crimen del Siglo” que, entre realidad y ficción, narra los hechos que condujeron a Juan Roa a asesinar a Jorge Eliécer Gaitán. Una película de época, Roa es el título, que implicará un gran presupuesto para recrear los finales de los años cuarentas.

Ficha Técnica
Director: Andi Baiz