Jun 19 2015 08:23

Reseña Crítica No Confíes en Nadie (Before I Go Sleep)

Tanto No confíes en nadie, título escogido para esta región del mundo, como Before I Go Sleep, como se llama originalmente esta película del guionista y director británico Rowan Joffé, son títulos pretenciosos para un thriller que no solo no obliga a los espectadores a permanecer sentados en sus butacas comiéndose las uñas, sino que además los confunde con un guión un tanto ridículo. La película entretiene por la sobriedad de su estelar elenco, pero es inexorable pensar que pudo haber sido mucho más de lo que fue.

Para fortuna de S.J. Watson, el escritor de la novela en la que se basó este film, No confíes en nadie no es un bodrio que invite al sueño. Protagonizada por Nicole Kidman, esta película cuenta la historia de Christine, una mujer que por culpa de un ataque sufrido hace más de una década tiene amnesia de corto plazo y cada día su esposo (Colin Firth) y un psiquiatra (Mark Strong) deben llenarla de datos acerca de su vida. Ella puede retener los acontecimientos de un día en su mente hasta que se va a dormir, pero al despertar todo en su cabeza es una pizarra vacía. Christine pronto se da cuenta que hay muchos vacíos en las historias que le cuentan y debe empezar a elegir en quién creer.

Como era de esperarse, el peso de la película recae sobre Kidman, quien ofrece una actuación gélida. La ganadora del Óscar por su trabajo extraordinario en ‘Las Horas’ (2002), es una actriz que, o brinda una actuación memorable o, como en esta cinta, no llega a compenetrarse con su personaje y las capas de la cebolla jamás llegan a quitarse.

Pese -o por- la ridiculez de su estructura narrativa, la película mantiene cierta atención en el público. Indiscutiblemente es una cinta más para la TV que para el cine. Hay que recordar que su director ha sido principalmente guionista de dramas para la televisión británica. Si escudriñamos en las intenciones de Joffé, quizás lo que quiso lograr es un capítulo de un programa de suspenso en el que Alfred Hitchcock parodia la comedia ‘Como si fuera la primera vez’ (2004), protagonizada por Drew Barrymore y Adam Sandler.

Una de las principales fallas de la película es que su director no se aleja de la estructura de la novela y debió, en algún momento del guión, hacer un desvío necesario para que la tensión tuviera un nivel mucho más alto y todos los pedazos fragmentados de la trama pudieran completarse felizmente en el desenlace del largometraje.

Entre muchos otros vacíos argumentales, la película nunca responde a la pregunta de cómo el doctor Nash, sin el conocimiento o consentimiento del esposo de Christine, empieza a tratarla en primer lugar.

Además, la actuación poco feliz de Kidman no ayuda tampoco al espectador para comprender a la protagonista ni sufrir por la confusión cíclica con la que tiene que vivir ella todos los días. Pero no todo es negativo. Hay que rescatar como logro de la película el trabajo de diseño de producción que consigue crear la sensación de que Christine vive en una casa que no es suya.

Es una pena que el director no haya sabido construir una atmósfera adecuada para contar una excelente historia sobre la paranoia, la identidad y la memoria desde la visión femenina. ¿Qué habría pasado si David Fincher hubiese sido el encargado de hacer este film? La respuesta no la obtendremos. Por ello toca ver esta película como un entretenimiento absolutamente olvidable al día siguiente, tal cual como le sucede a su personaje principal.

Actualmente se encuentra en cartelera.

Por: Juan Camilo Ardila Durante (@juanardila87), director de AdondeirCartagena.com. Sitio web aliado de CineVista.