Mar 24 2014 11:33

Reseña Crítica Película Tierra en la Lengua

	Por Sandra M Ríos U
	Twitter: @sandritamrios

Después de la desenfadada, incómoda, pero vital, La Sociedad del Semáforo, el talentosísimo director Rubén Mendoza estrenó en el Festival de Cine de Cartagena Tierra en la Lengua, largometraje que al final recibió dos galardones como Mejor Película de Ficción y Mejor Director en la categoría de Cine Colombiano.

Tierra en la Lengua se acerca a La Sociedad del Semáforo en que hay de fondo el tema del rencor, pero es abordado de forma muy distinta, esta vez es mucho más sutil, porque los personajes tienen otra naturaleza. Mendoza no abandona tampoco dos cosas que lo caracterizan : su honestidad y su poesía visual, representada en hermosas composiciones y una cuidada fotografía.

En este caso los paisajes corren por cuenta de la belleza de los llanos orientales, en donde el protagonista, Don Silvio, tiene unas tierras que dejará en herencia a sus dos nietos, ahora que sabe que se acerca su muerte por una enfermedad que le debilita toda esa vitalidad que lo caracteriza como un verdadero hombre del llano. De hecho, pretende que los de su propia sangre sean quienes acaben con su martirio, porque es incapaz de suicidarse, un acto que considera de “maricas”. En medio de ese particular pedido de su abuelo, y su singular personalidad, sus nietos descubren una verdad que los hará tomar la decisión de mantenerlo agónico por el mayor tiempo posible a modo de venganza.

Es que Silvio, el abuelo, es un hombre machista, terco, rudo y grosero, que responde a las tradiciones y creencias más arraigadas de su región. Eso lo convierte en un personaje reprochable, pero irónicamente también muy carismático por lo dicharachero. Tierra en la Lengua es un film que repasa esas costumbres, una veces risibles, otras grotescas, que se contraponen a los pensamientos liberales de sus nietos citadinos.

Esta nueva historia de Mendoza teje una especie de amalgama de sentimientos disimiles que pasan por la ternura y el amor, por el desprecio y la venganza, mientras se contempla el paisaje y los animales en una fotografía que fue todo un reto para la producción por los cambios climáticos en la zona de rodaje, y la decisión de Rubén y Juan Carlos Gil (director de fotografía) de utilizar la luz natural. Los últimos días de este hombre viejo son registrados a modo de híbrido, desvaneciendo la línea delgada entre lo que uno consideraría formalmente un documental, un falso documental y un film de ficción.

A Silvio lo interpreta Jairo Salcedo, un hombre que es verdadero del llano, conocido del director hace tiempo y esencia indiscutible de este film. Su actuación, como actor natural, resulta ser una verdadera revelación, justificando la frase de un amigo que yo me resisto siempre a creer, pero que en manos de este personaje cobra total sentido: “actuar es muy fácil”. Tierra en la Lengua es éste hombre.

Rubén Mendoza es otro que reconoce que el maestro Abbas Kiarostami ha moldeado su forma de hacer cine y eso es bien notorio en este largometraje, liberado de tanto texto. Su final ratifica eso en lo que tanto insiste Kiarostami sobre permitir que los personajes puedan seguir viviendo en la memoria del espectador una vez éste sale de la sala. En ese ejercicio de mantener lo más sencillo posible su película, le tomó al director año y medio en terminar el montaje.

De izq. a derecha Rubén Mendoza (director), actriz Alma Rodríguez , actor natural Jairo Salcedo, productor Diego García. Crédito foto: Alberto Miguel Duque.

Tierra en la Lengua es otro muy buen largometraje de Rubén, fiel al estilo narrativo que ya le conocemos, que lo ratifica como uno de los mejores directores del país. Además de esta película, Mendoza también participó en competencia oficial con “Memorias del Calavero”, documental que sigue al protagonista de La Sociedad del Semáforo, Cienfuegos, interpretado por El Cucho.

El film, con un final perdurable, se estrenará en las salas comerciales de Colombia el próximo 18 de Julio.

Ficha Técnica