Nov 27 2013 16:08

Reseña de Crónica del Fin del Mundo. Ni hay crónica, ni hay fin del mundo

	Por Sandra M Ríos U
	Twitter: @sandritamrios

Este fin de semana se estrena en unas cuentas salas del país el film colombiano CRÓNICA DEL FIN DEL MUNDO, una ópera prima del escritor y profesor Mauricio Cuervo Rincón.

Su largometraje es una historia de ficción ambientada en un posible escenario del fin del mundo, o mejor aún, en los delirios, miedos, incertidumbres y preocupaciones que ronda a la gente con este tema.

Crónica del fin del mundo es una película de pocos personajes. Los protagonistas son un padre, interpretado por Victor Hugo Morant, y su hijo, interpretado por Jimmy Vásquez.

Pablo Bernal, el padre, es un hombre que lleva años encerrado en su apartamento por razones distintas a la aparente hecatombe que se avecina. Nunca sale, solo conoce de las transformaciones de la ciudad por las imágenes filmadas artesanalmente por su hijo Felipe. Es un hombre amargado que aprovecha la supuesta apocalípsis para llamar a sus viejos amigos y conocidos y cantarles finalmente sus verdades. De canallas, usureros, lambones o regalados los trata. Gente a la que no ve ni llame hace muchos años.

Su hijo, es un ingeniero a la espera de un contrato. Un hombre a la sombra de su padre, que tiene un pequeño hijo y una esposa a la que ser madre le causa todos los miedos propios del incierto futuro, de lo que pase y de lo que no.

Tenemos entonces una película de corte existencialista, con ello ya sabemos que tiene un público limitado y qué, de quienes sí consumen este género, dependerá la disposición que tengan para digerir su historia. No digo esto pensando en que la película tiene un mensaje intrincado, difícil de asimilar, en lo absoluto, sino porque la película tiene situaciones reiterativas, es claustrofóbica y tanto la historia como los personajes no evolucionan demasiado.

Es por ello, un largometraje difícil de causar esa simpatía con el espectador, esa mínima simpatía necesaria para tolerar un film con una fotografía opaca, una edición y unos movimientos de cámara extraños, que no se sabe bien si son hechos a propósito, y cuál es ese propósito, o simplemente son torpes.

Una colega me decía al final de la exhibición que sentía más esta producción como un mediometraje, y evaluándolo, quizás eso resolvería, en parte, la falta de movimiento que tiene esta historia, que en punto dado de su narración, tiene un giro que rompe con la monotonía de casi todo el metraje y con la que se le da un respiro a sus personajes y al espectador, sobre todo. Lo infortunado es que, cuando ese quiebre se da, ya prácticamente se ha perdido todo el interés por el desenlace de la historia.

Tenemos a dos grandes actores en la película, con ciertos momentos, pero las fallas del guión, su falta de intencionalidad y fuerza, los hace deslucir en otros momentos.

Esta es una crónica, un relato más bien, que se queda a medio camino entre lo trágico y lo cómico, una crónica incapaz de hacerte reír con ganas, o ya que estamos en el terreno existencialista, de causarte depresión.

El largometraje tiene un buen título pero resulta peligroso para las expectativas del espectador: no tiene esa cosa amena que tienen las crónicas y tampoco hay un fin del mundo en el sentido literal que nuestra mente nos lleva a pensar tan pronto leemos el título.

Se abona el deseo de hacer un film de ficción y un tema que no recuerdo haberlo visto antes en el cine nacional. Pero… hasta ahí.

Ficha Técnica

Director: Mauricio Cuervo Rincón
Guión: Mauricio Cuervo Rincón
Género: tragicomedia
Duración: 85 minutos
Reparto: Victor Hugo Morant, Jimmy Vásquez, Claudia Aguirre, Ángel Vásquez Aguirre,Juan Carlos Ortega
Arte: Laura Rodríguez
Montaje: Mauricio Cuervo
Fotografía: Pedro Pablo Vega
Sonido: Andrés Montaña
Música: Orlando Betancourt
País: Colombia
Año: 2013