Nov 25 2013 00:00

Reseña de El Quinto Poder (The Fifth Estate). Julian Assange no funciona en cine

	Por Sandra M Ríos U
	Twitter: @sandritamrios

El Quinto Poder es una de las dos adaptaciones recientes sobre Wikileaks y su creador Julian Assange. Ambas producciones despertaban el interés del público y no era para menos, Assange revolucionó el tema de los cables de prensa, una vez fue capaz de desclasificar información secreta del gobierno estadounidense y la hizo pública en su totalidad. Claro, se trataba de divulgar documentos “privados” de gobiernos y entidades públicas y privadas, que en todo caso, manejan temas, información y estrategias del, o para, el interés global.

Hackeando los servidores de estas entidades, gobiernos enteros, medios de comunicación, monarquías y bancos, han sido los blancos de las filtraciones, poniéndolos a tambalear por sus cables, sus declaraciones y sus métodos empleados.

Por WikiLeaks conocimos de las reprochables acciones que gobiernos, como el estadounidense, han tomado en la guerra del Medio Oriente. Se han puesto al descubierto los elaborados sistemas de corrupción en Wall Street o de varios bancos en Europa, y así infinidad de documentos que levantan ampolla y nos ponen a reflexionar sobre todo lo que se nos oculta, y sobre la misma naturaleza de estas filtraciones, generando debates sobre lo que hoy día es la privacidad y la seguridad, y los límites que tienen ambas.

Julian Assange se vende como un activista que ha puesto su propio pecho para mostrarnos a todos lo que se cuece en el interior de todos estos organismos, no obstante, utiliza un método ilegal para lograrlo. Por supuesto, el tema de Wikileaks tiene formas de verse extremas; al creador de este website o se ama o se odia.

Todo esto que ha producido Assange desde 2010 tiene los elementos más fascinantes para ser llevados al cine. Cualquier productor con mediano olfato querría tener los derechos de esta historia en su escritorio. Lo de wikileaks da para hacer un film de suspenso, un thriller de acción, incluso, pero no. Tanto el documental “Robamos Secretos” como esta película de ficción de Disney Pictures son dos claros fracasos.

El quinto poder es una de las peores películas estrenadas este año. Su peor problema es el guión, lleno de altibajos, de vacíos, de ambigüedad y es absurdamente denso. Es una historia desaprovechada en todos los sentidos. La historia de Assange, su vida privada y sus orígenes pasan prácticamente inadvertidos, al igual que las peripecias por las que se supone pasan dos hackers (él y su socio Daniel Domscheit-Berg) por desclasificar documentos, incluso del FBI, la persecución que supone hacer ese tipo de filtraciones manejadas por altos poderes, la falta de recursos y de servidores robustos. Todo esto es someramente reflejado en el film.

La historia de la película está cargada de vocabulario técnico y conversaciones densas, sin emoción y conexión. Los diálogos son incómodamente acelerados y hay más tomas por escena que los thrillers efectivos de Paul Greengrass (franquicia Bourne).

El film basado en el libro que escribió años más tarde su socio y contradictor (My Time with Julian Assange and the World’s Most Dangerous Website) y el de un periodista británico (Wikileaks: Inside Julian Assange’s War on Secrecy), nos muestra a Assange desde sus inicios. Un joven estudiante con fuertes ideales anarquistas que lo llevan a emprender esa idea que lo tiene hasta el sol de hoy como refugiado político en la embajada de Ecuador en Londres.

Comienza la película en 2010, cuando se dio a conocer al mundo con el impactante video de los periodistas asesinados en Irak, y se retrocede para ver como se conoció con su socio. La película muestra cómo entre ambos hubo una relación que rayó entre la fascinación y el desencanto, mostrando algunas excentricidades de Assange, como el hecho de tinturarse el pelo (algo que no se han confirmado), su egocentrismo y un carácter ambivalente.

Esa relación es la que mejor queda retratada en este film, gracias especialmente a las interpretaciones de Benedict Cumberbatch (Assange) y Daniel Brühl (Daniel Domscheit-Berg), pero que en todo caso no son suficientes ante la astronómica torpeza del guión. La caracterización de Cumberbatch y el cambio de tono de su voz son sobresalientes.

El film no solo se concentra en estos dos personajes, sino que crea alrededor de ellos una serie de subtramas que no tienen una fuerte conexión entre sí y más bien, cargan la película de situaciones intrascendentes y aburridas.

El guionista fue Josh Singer, quien ha incursionado en el cine con este largometraje, que evidentemente le ha quedado muy grande de adaptar. Su experiencia ha sido en la televisión y mayoritariamente como productor.

The Fifth Estate es un film que no es rescatado siquiera por la sumada experiencia del director Bill Condon, que con esta película suma otra desacertada aparición (dirigió Crepúsculo 1 y 2). Si se ponen a pensar, Condon suma un solo gran éxito y ese fue con el musical Dreamgirls.

La película es tan mal lograda, que hasta deja de ganar importancia la precisión de lo que cuentan, comparándolas con la realidad de los hechos. Contra todo pronóstico, la historia de Julian Assange ha resultado ser anti-cinematográfica.

El Quinto Poder es una co-producción entre Bélgica y Estados Unidos. La producción se acercó a los 28 millones de dólares de presupuesto y no ha alcanzado a recaudar siquiera los 10 millones en dólares en todo el mundo.

Ficha Técnica

Director: Bill Condon
Género: Thriller, drama
Guión: Josh Singer
Duración: 128 minutos
Reparto: Benedict Cumberbatch, Daniel Brühl, Anthony Mackie, Stanley Tucci, Alicia Vikander, David Thewlis, Laura Linney
Edición: Virgina Katz
Cinematografía: Tobias Schliessler
Música: Carter Burwell
País: Bélgica, Estados Unidos
Año: 2013