Jul 17 2013 18:08

Reseña De Rolling por Colombia de Harold Trompetero

	Por Sandra M Ríos U
	Twitter: @sandritamrios

Con 60 copias digitales, vendida ya su distribución para Latinoamérica a través de la opción de películas bajo demanda con MovieCity y con dos exhibiciones especiales en Nueva York y Miami el próximo sábado, llega este viernes a la cartelera nacional DE ROLLING POR COLOMBIA, la nueva comedia del director Harold Trompetero, quien además escribió y produjo la película.

De Rolling por Colombia fue una idea que nació hace ya varios años, a raíz del deseo que Trompetero siempre tuvo por contar una historia sobre la radio, pero en especial sobre la gente que trabaja en este medio: “Cuando escucho la radio, cuando escucho un noticiero, siempre me he preguntado qué tanto de lo que nos están contando estas personas es realmente cierto o qué tanto se inventan”, explicaba el director a CineVista Blog tras su exhibición.

Se remonta la película a principios de los años cincuenta, en momentos en los que se llevaría a cabo la naciente Vuelta a Colombia en su segunda edición. Aparecen entonces dos personajes, dos locutores con su negocio en decadencia que ven como última salida hacer creer a sus oyentes que ellos están llevándoles las incidencias, y de primera mano, de este popular evento deportivo, cuando en realidad están escondidos en un cuarto de una casa alquilada donde han armado su cabina de transmisión. Es una bitácora diaria de su lucha por sostener una mentira y lograr con ella sacar del fondo a su querida emisora.

Andres López, en su debut en el cine, y Jimmy Vásquez, ya con varias participaciones en el séptimo arte nacional, le dan vida a estos personajes. Ellos representan aquellas características muy nuestras, que el cine a través de la comedia local ha explotado en muchísimas ocasiones. Pacho y Chucho replican el desbordante ingenio colombiano, esa “malicia indígena” que llaman algunos y esa capacidad de reírse de sus problemas y salir adelante, así sea con las uñas.

De Rolling por Colombia está cargada de chistes que ya muchos conoceremos, de situaciones cotidianas que no funcionan por completo, porque son obvias a priori y porque es ver a un Andrés López haciendo lo que le he hemos visto hacer una y otra vez. No hay una historia sólida detrás de esta parodia que, como el mismo López, una vez arranca no hace pausa hasta terminar, algo atropellada. El guión es plano y hay momentos en los que incluso se nota algo repetitivo y con varios tropiezos en el ritmo.

Pero aún así, las gracias del mismo López y la acertada actuación de Vásquez, que fue capaz de seguirle al comediante su sobrecarga de energía e improvisación, hacen que el largometraje se vea sin problema, pues en el fondo se trata de una comedia noble. Eso sí, gran parte de ese buen espíritu se debe a la interpretación de Natalia Durán, una de las más gratas sorpresas de la película. Es esta actriz quien realmente se transforma para esta película, se deshinibe a favor de su personaje y por tanto le inyecta una gran dosis de simpatía. Ella es la secretaria que secunda a estos dos locutores y llena a De Rolling por Colombia con el carisma que necesita para opacar, en los momentos en que aparecen, sus debilidades. Es tan contagioso su personaje que quizás les quedará grabada una de sus frases (¡rico¡, ¡rico¡, ¡rico!).

El largometraje es un film de carretera, pero no hay carretera, es también un film de época, pero todo transcurre en pequeños espacios, por lo tanto las exigencias técnicas no eran tan arriesgadas, sin embargo, se ambienta en una época determinada y consiguen darle una atmósfera adecuada al film, con un trabajo detallado en el arte, pues no solo se cuidaron los aspectos más obvios de la ambientación (en el caso de esta historia serían los tocadiscos, el radiomicrófono, el tipo de vestuario y el color), sino también aquellos que suelen pasar desapercibidos (como libros, afiches, tazas, ollas, sillas y hasta colchas).

Curiosamente hablando del ingenio colombiano que tanto se resalta en esta película, la banda sonora que acompaña esta historia es de Monsieur Periné con su canción “Suin Romanticón”, una banda joven que ha encontrado espacio en la industria musical mezclando sonidos colombianos con el swing y el folk francés.

Termina el film con una serie de bloopers (“metidas de patas” o pifiadas del rodaje) para que se queden a verlos e incluso si les quedan gustando pueden ver muchos más vía YouTube.

Aquí les dejo uno de los bloopers que preparó la producción: