Jul 5 2022 19:41

Reseña La exhumación de Jairo Estrada – ¿El conflicto armado en modo found footage?

	Por Sandra M Ríos U
	Twitter: @sandritamrios

Este fin de semana se estrenó en cartelera “La exhumación”, que ha llegado con la novedad de ser la primera película colombiana filmada bajo la técnica del metraje encontrado o found footage que popularizó a finales de los años noventa la realmente inquietante y muy bien lograda “The Blair Witch Project”. Es decir, hace 22 años, por lo que es una novedad verdadera saber de un tipo de producción nacional así.

La historia está inspirada en un hecho real – del que nada se sabe, al desconocer los nombres reales del caso y el caso completo en sí – con guion adaptado de su propio director Jairo Estrada y Carlos Gabriel Vergara.

La película cuenta la historia de un periodista norteamericano que se interna en la selva junto a su camarógrafo para documentar la exhumación de una fosa común, acompañando a la madre de una de las víctimas que perdió a su hijo hace seis años. El periodista ha venido siguiendo desde hace seis meses su proceso de rastrear dónde están los restos de su primogénito, para así darle cristiana sepultura. Por orden judicial y teniendo como guía a uno de los victimarios, un equipo de la Fiscalía se dispone a hallar el lugar, extraer los restos y sacarlos de ahí, durante un estimado de 12 horas. Entre más se van internando en la selva espesa, el objetivo de la misión se va desvaneciendo y poco a poco todos van desapareciendo, sin explicación alguna.

Más allá del prepuesto limitado con el que se realizó, con varios vacíos que el guion deja sueltos – y que los espectadores que les gusta el género están hasta dispuestos casi siempre a pasar -, el largometraje tiene dos aspectos que son difíciles de negociar. Por un lado, está el hecho de sentir que no se trata una película propiamente dicha, sino de una dramatización de unos hechos reales, lo que le quita todo el sentido de naturalidad y realismo que persigue justamente este subgénero del terror/horror, los found footage, y que dependen mucho de la consecución de un casting poco o nada conocido que olviden por completo el hecho de estar frente a unas cámaras que los observan permanentemente en primerísimos planos, en ángulos imposibles, o que deben simular coger sus videocámaras para registrar de forma casera y desprolija sus propias situaciones, todo sin que se llegue a sentir bajo ningún aspecto la actuación.

El otro, y más importante, ha sido el de la necesidad de mezclar las características del género del horror y el metraje encontrado con una historia tan sensible como la de nuestro conflicto armado. Si bien el director ha comentado que lo que vemos es un caso extraño, singular y sin respuesta que ocurrió en realidad, los espectadores nacionales han probado que aún no estamos mínimamente preparados para ver y procesar nuestra realidad en pantalla (y hasta fuera de ella) de la forma como aquí es narrada. Si no lo es aún con la buena cantidad de documentales valiosos que se han lanzado en los últimos años sobre el impacto de la larga guerra en el campo, la ciudad y al interior de las familias, mucho menos lo están desde un subgénero tan ligero como este.

Eso me sacó de esta película y ahí está la verdadera reflexión de la historia, para mí. Por las características que tiene, “La exhumación” bien podía haberse hecho pasar como una historia universal de un personaje que en algún lugar del mundo – la manigua es igual en todas partes -, se pierde junto a un grupo de compañeros de manera enigmática. Situarla dentro del contexto colombiano, le exigía a la misma película un tratamiento más profundo que, seguramente, el propio subgénero era incapaz de dar. Dedicar el largometraje a la necesidad de conocerse la verdad y a unas víctimas, créanme, no le ayuda en nada.

Esto pasa, insisto, porque la historia va en un viaje sin freno de acontecimientos infortunados, de miedos y delirios que se van sumando y que cada vez se van pareciendo más a la citada “La bruja de Blair” y no necesariamente a la tragedia de una madre por hallar a su hijo y darle sepultura – lo que supuestamente es el fondo de esta historia. Así las cosas, no hay forma de permitirse reflexiones ahí, no por lo menos a ese nivel.

Entiendo esta película se realizó hace unos cinco años y tuvo tropiezos judiciales para poder llegar a salas, porque algunos familiares de los desaparecidos no querían que el caso saliera a la luz. Finalmente la producción logró el permiso de un juez, obligándolos a no mencionar sus nombres reales, pero se ha estrenado en un momento inoportuno. Saben ustedes de las grietas tan inmensas que la guerra nos ha dejado en el país y de la que hace tan solo siete días se entregó el informe final de la Comisión de la Verdad. Faltarán años largos a partir de ahora para procesar y reflexionar sobre los más de 50 años de conflicto armado, de cara a seguir consolidando el proyecto de paz en el futuro cercano. Tan serio como suena todo esto, es como debería tratarse este asunto, incluso desde el arte, incluso desde el cine no narrativo.

Ficha Técnica

Dirección: Jairo Estrada
Guion: Carlos Vergara, Jairo Estrada
Género: Horror, Found footage
Duración: 84 minutos
Reparto: Brandon Fokken, Angélica González, Olga Gaviria, Álex Jiménez, Francisco Correa, Juana Caicedo, William Ospina, Henry Quiroga
Fotografía: Henry Quiroga
Montaje: Jairo Estrada, Erick Casanova
Música: Erick Casanova
País: Colombia
Año estreno: 2022