Jun 3 2022 00:03

Reseña Mesa de tareas de Andrea Rey – 18 años documentando la historia de una familia

	Por Sandra M Ríos U
	Twitter: @sandritamrios

Richard Linklater rodó a lo largo de 12 años su galardonada película de ficción “Boyhood”, la historia de un chico desde los seis a los dieciocho años y su familia disfuncional, registrando al paso del tiempo todos sus cambios físicos, emocionales y afectivos. En el increíble largometraje “Bebés” de Thomas Balmès, se sigue con escasos diálogos el primer año de vida de cuatro pequeños, de cuatro culturas distintas.

En el documental observacional de Andrea Rey, Mesa de Tareas, se ha seguido la vida de la familia Chavista (es su apellido, no una filiación política) a lo largo de 18 años, quienes han crecido y vivido en medio de las dificultades, pero han sabido salir adelante.

El proyecto, no pensado inicialmente para ser un largometraje, comenzó en 2001 cuando la directora realizaba un trabajo universitario que la llevó a estar inmersa con la comunidad de Altos de Cazucá, una de las zonas del país donde más se puede evidenciar el desplazamiento, la violencia y la desigualdad. Entre la miseria y todo ese entorno complejo de este sector de Ciudad Bolívar, en Bogotá, conoció a la particular familia Chavista, integrada por la madre Rubiela, sus cuatro hijos y su esposo Narciso, el padrastro. ¿Y por qué particular? Porque a pesar de las claras dificultades, un estado de alegría los caracterizaba.

A lo largo del metraje, en la que vemos pasar a los hijos – la película se centra en ellos -, desde la infancia hasta la adultez, Andrea reitera en esa característica especial. La familia Chavista vivía en una casa artesanal de poco metros, hecha con latas, con el baño afuera – lo que implica esa tortura de bañarse con el agua helada de la ciudad – y con escasa alimentación. Al ser Rubiela una madre soltera con la gigantesca responsabilidad de sacar adelante sus cuatro hijos, los pequeños deben asumir los roles de adulto, especialmente para los dos mayores, que pasan por la necesidad de salir a vender libros en los buses para llevar la comida, a tener la obligación de cocinar para todos y cuidar, con todo lo que significa, a los más pequeños.

“Mesa de tareas” va dejando en evidencia varios asuntos a medida que van pasando las distintas etapas de sus protagonistas. Por un lado muy esencial de la historia, está el de la inmensa capacidad de todos y cada uno de los miembros de sortear la violencia a su alrededor, de no permearse por ella y de reírse constantemente de sus propias carencias, cumpliendo con eso de que la felicidad radica no en lo que se tiene material sino en el interior y, definitivamente, la fuerza que constituyen como familia es un gran ejemplo de resiliencia. Los otros aspectos pasan por ir revelando la injusticia, las brechas sociales tan marcadas dentro de la sociedad y el abandono estatal con el que sobreviven los menos favorecidos y que deja ver con claridad cómo esas circunstancias llegan a labrar personas con grados elevados de fortaleza y dignidad.

Este año la OCDE (la organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, del que Colombia se hizo miembro en 2020), brindó una cifra devastadora y diciente: Le cuesta a las familias colombianas un promedio de 11 generaciones para lograr salir de la pobreza. Los Chavista con el amor y el respeto entre ellos han logrado acortar por varias décadas ese impactante dato y superar varios techos, claro, con muchas otras limitaciones.

Si bien la violencia los desplazó a una ciudad tan hostil como Bogotá, su lucha y unión los ha llevado a superarse. Esa es la gran lección de este gran trabajo de Andrea Rey. Podrían acusar algunos que el documental muestra una versión romántica de la pobreza, porque huye de sacar la película del centro de la historia (la familia y solo la familia), destinando tiempo a otros, al entorno y subrayar con más crudeza en todas sus carencias.

El largometraje apunta al lado optimista de la vida y esa visión que desprecian los pesimistas y opositores hace parte igual de la naturaleza humana. Esa posición, en un país como el nuestro tan diverso y complejo, ha quedado casi que invisibilizado en la cinematografía nacional con las historias sobre estos temas, porque lo que se ha asumido como única vía de lo correcto o debido, es el de mostrar la miseria pura y dura, chocante, sin el matiz que puedan entregar familias como los Chavista.

“Mesa de tareas”, aun y su espíritu luminoso, provoca sin titubeo alguno la indignación y reflexión social y política, sobre todo al ver en la etapa final de sus vidas su alto grado de superación, porque el capital humano tan grande que representan, hace suponer que de no haber sido por la violencia y el espiral de tropiezos que implica vivir en extrema pobreza, tendríamos en ellos el alcance de su máximo potencial como seres humanos y de cara a la sociedad.

Rodada a tres tiempos durante esos 18 años, en 2001, en 2007 y 2018, Andrea Rey es consecuente con el ejercicio paciente y observacional de sus personajes, acercando la cámara con respeto y cariño a este viaje íntimo, permitiendo o, dejando mejor, que sean las imágenes de su cotidianidad las que revelen su realidad familiar y de paso la social. Las narrativas entorno a la paz también deben estar compuestas por este tipo de acercamientos. Personajes como los Chavista son otra mirada al conflicto y deben darse a conocer.

Mesa de tareas merecería tener una exhibición permanente.

Ficha Técnica

Dirección: Andrea Rey
Guion: Andrea Rey
Duración: 99 minutos
Género: Documental
Producia por: Javier Olarte Triana
Reparto: Cristian Mateus Chavista, Leidy Jazmín Mateus Chavista, Maxi Fabián Rincón Chavista, Deisy Carolina Rincón Chavista.
Montaje: Andrea Rey, Javier Olarte Triana y Carlos Cordero (ECCA)
Fotografía y cámara: Andrea Rey
Sonido directo: Camilo Monroy Rojas
Diseno sonoro: Ángel Alonso Sarmiento (ADSC)
Colorista: Alejandro Mórtigo Enciso
Música: Diego Sierra Veira
País: Colombia
Año: 2020