Mar 18 2024 22:21

Reseña “Monster”: La monstruosidad de la negación de la verdad

	Por Sandra M Ríos U
	Twitter: @sandritamrios

Desde 1995 con “Maborosi”, Hirokazu Kore-eda no dirigía una película con un guion no propio, en su prolífica carrera – tiene 16 producciones en 29 años -, en una colaboración muy esperada por él, con el guionista y dramaturgo Yuji Sakamoto (Tokio Love Story).

El resultado con “Monster” es una extraordinaria historia que a tres perspectivas, nos devela una verdad oculta de amistad y amor queer infantil.

Si de confrontar la teoría de la existencia de una verdad absoluta se trata, el excelente guion de Sakamoto es un tratado de cuán difícil es su aplicación práctica por cuenta de las interpretaciones individuales, nuestras percepciones y las construcciones que de ella se hacen dado nuestras influencias culturales, morales o la falta de contexto.

Saori es una madre viuda que comienza a sospechar que algo sucede con su hijo Minato, que cursa quinto grado en la escuela, dado los comportamientos extraños que tiene, algunos comentarios y lo mucho que intenta evitarla. Tras presionarlo, le confiesa que ha sido golpeado por su maestro Hori y recibe bullying. Ante el dolor y coraje que le produce la noticia, asiste a la institución para exigir respuestas, que se reconozca la actuación dañina de un educador y se tomen las medidas, en medio del profundo respeto cultural japonés en estos entornos. Saori queda estupefacta ante la actitud rara y poco franca de la rectora y del resto del comité directivo (incluso de algunos de sus compañeros de clase). Todos estos con sus propios dramas e intereses en el desarrollo de este caso. Así comienza para esta madre una lucha para que se haga justicia con su hijo. El tema es que a medida que se sumerge en solitario en esa búsqueda, van aflorando otras perspectivas de los hechos.

“Monster” es una historia contada a tres actos y cada acto representa la visión del hijo, de la madre y del profesor. La película tiene la facultad, gracias a su brillante montaje fragmentado (del mismo Kore-eda), de ir desmontando la percepción de esa verdad que inicialmente se nos presenta – y la forma como a priori juzgamos a los involucrados ante los primeros hechos-, a medida que las piezas (léase contexto) se van completando.

Cada acto se complementa, pero es tal la naturaleza de la verdad revelada que son casi tres películas en una. En el segundo acto, el profesor llega en desventaja, como un villano, ante las acusaciones y la perspectiva vedada que como espectador tenemos de él, solo para descubrir a un hombre que también comienza a perseguir la verdad, que está atormentado por las acusaciones que desafían su percepción de sí mismo y de su entorno, que procesa las consecuencias de sus actos y que lucha por limpiar su nombre y restaurar su honor, una prioridad en los orientales. El último acto nos devuelve a la realidad de los hechos que, por demás, es la más inocente. Es decir, desde la visión de Minato y la relación que ha venido tejiendo con su amiguito Yori. Una amistad que pasa por su cercanía y apoyo ante el acoso escolar y el sentimiento romántico que se despierta en Minato y que desata su trama, una vez el padre de Yori lo descubre y hace intentos por alejarlos y “curarlo”.

Si la palabra “monstruo” ronda los primeros minutos de la película, es en su desenlace donde no solo se descubre el impacto sobre estos dos niños y su naturaleza queer , sino que amplía esta figura a las otras capas de esta genial historia. Lo que hace que “Monster” sea una experiencia cinematográfica única, es su capacidad para presentar tres versiones igualmente convincentes de una misma historia, dejando al espectador con la tarea de descubrir la verdad oculta entre las sombras de la percepción y la realidad, desafiando la tendencia a juzgar rápidamente sin conocer los hechos por completo, por tanto, haciendo que repetidamente cambie su juicio a los personajes y sus acciones.

Sin embargo, la peor monstruosidad de esta historia recae en la negación de la verdad sentimental de estos pequeños. Si toda la película plantea una problemática de los adultos frente a la forma como afronta la identidad sexual de los jóvenes, y su visión de la verdad y la justicia, el tercer acto da una merecida importancia a sus sentimientos y da vuelo a su imaginación, sus emociones y sus anhelos de liberación de forma bucólica.

La dirección magistral de Kore-eda crea, en definitiva, una atmósfera de tensión constante y propone un historia que desafía la capacidad de empatizar con personajes relativamente oscuros. Pocas películas en el cine contemporáneo han logrado capturar la complejidad de la verdad y la responsabilidad como lo ha hecho “Monster”. Pocas, igualmente, abordan el tema la infancia queer con tanta sutileza y sensibilidad social.

Es inexplicable su ausencia en la temporada de premios de esta ganadora al mejor guion en Cannes 2023 y el trabajo póstumo de Ryuichi Sakamoto. Desde el 21 de marzo en la cartelera de cine colombiana.

Ficha Técnica