Mar 2 2011 21:49

Riscado – Reseña (FICCI 2011)

	Por Sandra M Ríos U
	Twitter: @sandritamrios

El cine brasilero también está presente en Cartagena con Riscado, un filme dirigido por Gustavo Pizzi, una película protagonizada por Karine Teles, quien interpreta a Bianca, una mujer que lucha por ser actriz. Mientras lo logra, ella debe trabajar en anuncios y avisos publicitarios.

Este filme no se presenta de manera convencional, pues se trata de una propuesta novedosa por parte de Pizzi, para jugar con la narrativa y ofrecer una historia diferente e innovadora en su manera de contarse.

Gustavo Pizzi nació en Rio de Janeiro, fue productor del documental L.A.P.A., ganador del premio del público en Rotterdam. Su primer largo se estrenó en 2006 con el documental Pretérito Perfeito, ganador en el Festival Internacional de Cine de Sao Paulo.

Es la primera vez que Riscado se presenta por fuera de Brasil, una película que también mira al cine y lo convierte en la excusa perfecta para hablar de la falta de oportunidades. De eso se trata este film, de una chica con una talento increíble para la actuación, de buen registro, fuerza y tesón pero a la que no se le ha brindado la posibilidad de salir adelante.

La premisa de este film es así de sencilla, así que sus mayores virtudes recaen sobre la fuerza de su imagen, el colorido que posee y caracteriza a un país que conocemos por su samba y alegría, y que logra hipnotizar en algunos momentos. El otro aspecto de destacar es la genial actuación de la actriz Karine Teles que lo es todo en este film. Supremamente carismática y positiva, me recordó en varios momentos al personaje de Poppy que interpretó Sally Hawkins en “La Dulce Vida” (Happy-Go-Lucky).

Esa energía y autenticidad que logra trasmitir en pantalla son las que sostienen este film que pasa de la euforia al trago amargo que produce una oportunidad más perdida por no contar con la “honorable gracia” de tener contactos e influencias, pues en el mundo está probado que la mayoría de cosas no se ganan por derecho propio.

A pesar de lo agradable de su historia, la falla del largometraje es que resulta bastante previsible.