Ago 20 2015 01:16

Todo comenzó por el fin, parte fundamental del cine colombiano contada por el ícono Luis Ospina

Después de “Un Tigre de Papel” (2007), regresa Luis Ospina con su retrato documental “Todo comenzó por el fin” que hará su premiere en el Festival de Cine de Toronto.

Luis Ospina es un ícono y referente obligado del cine colombiano, fundador y único testigo viviente de Caliwood o el Grupo de Cali, artistas – entre otros él, Andrés Caicedo y Carlos Mayolo -, dispuestos a experimentar y reflexionar sobre la realidad y el cine mismo, por supuesto, cinéfilos puros. El cine club de Cali, la revista Ojo al cine y las películas que realizaron son las huellas de aquel intenso movimiento bohemio que inició los años setenta.

Qué mejor que repasar parte de esa historia cinematográfica del país con el propio Ospina y todo su valioso material de archivo, él que desde hace seis años venía preparando una nueva película que abarca 20 años de su vida (de 1971 a 1991) y su experiencia con ese colectivo que también se fijó en la música, la fotografía y la literatura. Un cáncer diagnosticado en 2012, mientras realizaba este documental, lo llevó a incluir ese otro aspecto de su reciente realidad. El mismo director lo ha calificado como un largometraje de un sobreviviente, pero también sobre la cinefilia.

Todo comenzó por el fin es el título de esta producción que ha sido escogido en la sección documental del prestigioso Festival Internacional de Cine de Toronto, que se realizará del 10 al 20 de septiembre. La generosa película de Luis Ospina, de 208 minutos de metraje (tres horas y media) en total, se exhibirá en el evento los días 13 y el 16 septiembre. En marzo pasado, en el marco del Festival de Cine de Cartagena, el cineasta mostró los primeros apartes de este autoretrato del Grupo de Cali.

Sinopsis oficial:
La génesis del “Grupo de Cali” o “Caliwood” se remonta al año 1971, cuando un colectivo interdisciplinario de jóvenes interesados por las artes plásticas, la fotografía, la literatura y el cine creó el centro cultural Ciudad Solar, sede del Cine Club de Cali fundado por Andrés Caicedo. En torno al cine club y a Ciudad Solar se conformó un grupo de cinéfilos entre los cuales estaban Andrés Caicedo, Carlos Mayolo, Luis Ospina, Ramiro Arbeláez y Eduardo “La Rata” Carvajal. Bajo el auspicio de Ciudad Solar se produjeron las películas “Angelita y Miguel Ángel” (1971) de Mayolo y Caicedo y “Oiga vea” (1972) de Mayolo y Ospina. Cuando la Ciudad Solar se desmembró en 1974, las actividades cinematográficas se trasladaron a la casa de Ospina, donde funcionaron las oficinas del cine club y la revista Ojo al Cine, fundada ese mismo año por Caicedo, Mayolo, Arbeláez y Ospina.

1977 fue un año clave en la vida y obra del Grupo de Cali. Por un lado, Andrés Caicedo se suicidó a la edad de 25 años, el mismo día de la aparición de su novela “¡Que viva la música!” y con él desaparecieron el cine club y la revista. Por otro lado, la dupla Mayolo – Ospina realizó su última película en codirección “Agarrando pueblo”. La década de los ochenta quizá fue la más convulsionada y violenta de la historia de Colombia: la toma del Palacio de Justicia, la tragedia de Armero, el asesinato de tres candidatos presidenciales, el exterminio de la Unión Patriótica, el imperio del narcoterrorismo y el auge de las guerrillas. Pero también es una época de gran explosión creativa para el Grupo de Cali, ya que termina de consolidarse con la incorporación de nuevos colaboradores como Sandro Romero, Elsa Vásquez, Rodrigo Lalinde, Karen Lamassonne, Miguel González, Ricardo Duque, Oscar Campo y Liuba Hleap. Con el incentivo de la recién creada Compañía de Fomento Cinematográfico FOCINE se ruedan los largometrajes “Pura sangre” (1982) de Ospina, “Carne de tu carne” (1984) y “La Mansión de Araucaima” (1986) de Mayolo, así como sus mediometrajes “Aquel 19” (1985) y “Cali, cálido, calidoscopio” (1985). El amor por el cine y la necesidad de preservar la memoria del cine caleño lleva a Ospina a realizar el cortometraje “En busca de ‘María’ (1985), sobre el primer largometraje colombiano.

Con el advenimiento del video y la creación del canal regional Telepacífico, el Grupo de Cali se transforma. Luis Ospina encuentra en el video la posibilidad de rescatar y preservar la memoria de artistas y personajes locales con los documentales “Andrés Caicedo: unos pocos buenos amigos” (1986), “Antonio María Valencia: música en cámara” (1987), “Ojo y vista: peligra la vida del artista” (1988), “Arte sano cuadra a cuadra” (1988) y Fotofijaciones: retrato hablado de Eduardo Carvajal (1988). Mayolo incursiona en la televisión regional y revoluciona la televisión nacional con la serie “Azúcar” (1990-1). El Grupo de Cali participa en producciones internacionales. Karen Lamassonne hace la dirección artística y actúa en “Kalt in Kolumbien” (1985) de Dieter Schidor y Mayolo actúa en “Cobra Verde” (1987) de Werner Herzog, en la que también participan Karen Lamassonne, Sandro Romero y Miguel González.

“Todo comenzó por el fin” se plantea como la autobiografía de un grupo de amigos cinéfilos que, en medio de la rumba y del caos imperante, logra dejar detrás de sí, durante dos décadas (1971-1991), un corpus cinematográfico que ya hace parte de la historia del cine colombiano. “Todo comenzó por el fin” está enmarcada por los graves problemas de salud que aquejaron al director Luis Ospina durante la realización de la película.