Abr 1 2022 15:19

Reseña Entre fuego y agua de Viviana Gómez y Anton Wenzel – La búsqueda de la identidad y la armonía

	Por Sandra M Ríos U
	Twitter: @sandritamrios

A finales de 2020 registrábamos en CineVista la noticia de la selección de “Entre fuego y agua” en el Festival de Cine Documental de Ámsterdam en una sección destinada a la reflexión sobre la pregunta “¿Qué se siente estar vivo hoy?”. Y claro que este largometraje encaja perfectamente dentro de esa trascendental inquietud con la historia de un joven adoptado por unos padres indígenas que siente la necesidad de saber de sus raíces biologicas.

La película desde este fin de semana se encuentra en la cartelera colombiana.

Camilo Andrés Jojoa es un chico que fue llevado cuando tenía pocos meses de nacido a Bienestar Familiar por una señora y tras los trámites regulares fue dado en adopción a una pareja de indígenas de la comunidad Quillasinga, asentada en la región centro y nororiental de la Cordillera de los Andes, en Nariño. Camilo es afrodescendiente y ha crecido con las tradiciones, el respeto y el modo de vivir de los indígenas, pero siente esa necesidad de saber de sus raíces, de descubrirlas, de buscar a su madre, lo que crea cierto conflicto y rebeldía en él.

Los directores Viviana Gómez y Anton Wenzel acompañan con extremo respeto, distancia prudente y sensibilidad el viaje espiritual de este joven, siempre al lado de su padre adoptivo, un taita que entiende y sufre su proceso. Ese viaje trae a la pantalla dolorosos temas como el de los hijos no deseados – un gran porcentaje de nosotros somos fruto de esas maternidades no deseadas -, de los retos de la adopción, del sentirse parte real en el núcleo de una familia cuando hay más hermanos, de la discriminación y del abandono.

Pero también trae momentos luminosos que están en esa inmersión al pueblo indígena Quillasinga y su forma de vida, adornada por la simpleza de cultivar y contemplar a diario la laguna de la Cocha que les trae respuestas, además resolver en comunidad los problemas, incluso los que atañen a los entornos familiares, algo que sorprenderá a unos cuantos y lo considerarán intromisión, pero que deja esa reflexión sobre la búsqueda del equilibrio de lo colectivo.

La resolución de los conflictos al interior de las familias es algo que se toman muy en serio e implica incómodas revisiones que, desde nuestras posturas, pueden ser debatibles, pero insisto, ofrecen formas de ver, comprender y sobre todo respetar otras culturas. De paso también deja temas al aire para repensar como el de la explotación y apropiación de la tierra con fines turísticos.

Luminoso es también porque “Entre fuego y agua” no habla de otra cosa que de la convivencia y la armonía del entorno (si se rompe el equilibrio de alguien, el ecosistema también se fractura y debe ser sanado). El entendimiento de la situación de Camilo va más allá de la sabiduría ancestral que los cobija, y se produce también porque es una comunidad minoría que al igual que el de los orígenes afro, ha sufrido en carne propia del olvido y la discriminación.

En esto está el valor de este largometraje documental que desde una postura bondadosa y amorosa habla de la identidad. El quiénes somos siempre será un asunto de imprescindible respuesta en algún punto de nuestras vidas y Camilo ha decidido resolverlo en plena juventud.

Por cierto, “Entre fuego y agua” tiene un montaje tan preciso que a veces parece tratarse de una ficción.

Ficha Técnica

Dirección: Viviana Gómez Echeverry, Anton Wenzel
Guion: Viviana Gómez Echeverry
Género: Documental
Duración: 92 minutos
Personajes: Camilo Andrés Jojoa, Taita Norberto Jojoa, Marta Lidia Coral, Taita Camilo Ernesto Rodríguez, Marcela Josa Jojoa, Juan Pablo Jojoa
Música: Rodrigo Restrepo Pabón, Carolina Ortíz Cerón
Montaje: Anton Wenzel
Fotografía: Viviana Gómez Echeverry
País: Colombia
Año: 2022