Jun 2 2023 11:09

“La otra forma”, la animación colombiana ganadora en Sitges llega a la plataforma local de RTVCPlay

Tras su paso por la cartelera colombiana hace un par de meses, el largometraje “La otra forma” podrá verse en la plataforma local, RTVCPlay, del canal público, a partir de este mes.

Bajo la dirección de Diego Felipe Guzmán Ramírez, la producción recibió en 2022 el premio a Mejor Película Animada en el Festival Fantástico de Sitges, en España.

“La otra forma” es una película esencialmente para un público adulto que sigue la historia de un hombre obsesionado con encajar en dentro de una sociedad donde todo es cuadrado. Ocurre en un futuro cercano y distópico, en donde la humanidad ha creado un paraíso artificial cuadrado en la superficie de la Luna, al que todos aspiran a llegar cumpliendo la condición de ser cuadrados, tanto en su aspecto físico como en la forma de pensar. Así que para lograr su objetivo, la sociedad usa todo tipo de artefactos que modifiquen sus cuerpos. En el intento del protagonista por llegar al paraíso lunar, se enfrentará al dilema de seguir siendo como los demás o ser verdaderamente auténtico. Detrás de esta historia hay una crítica a la sociedad moderna sobre la individualidad.

Con los estímulos para las producciones animadas por parte del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico Colombiano – FDC -, este tipo de películas tan laboriosas han tenido el empuje necesario para poder realizarse, ya que en muchos casos puede tomar hasta ocho o diez años completarlas. La premiada “Pinocho” de Del Toro, por ejemplo, tardó 15 en hacerse y contando con el apoyo de la gigante Netflix.

Colombia ha explorado la animación en el cine desde inicios de los ochenta con “Cristóbal Colón” de Fernando Laverde y en el proceso ha ido mejorando las técnicas y complejizando las historias para ser contadas, no solo para un público infantil, sino para el adulto, tanto en ficción como en documental, y en el que también se han tocado temas de la violencia y la guerra. Hasta el 2011 la cinematografía nacional lanzó el primer largometraje animado en 3D con el documental “Pequeñas voces” de Jairo Carillo y Oscar Andrade y que llegó al Festival de Venecia. Desde ese entonces hasta la fecha se cuentan casi 40 títulos.

“La otra forma” se une a proyectos arriesgados y diferentes como “Gordo, Calvo y Bajito” (comedia hecha en animación rotoscópica) o “Virus tropical”, la primera adaptación en este formato de una novela gráfica, que también apuesta al público adulto. Además, esta distopía hace parte de la escasa lista de películas colombianas de ciencia ficción. Ambientada en un futuro cercano, la historia sigue a Peter Press, quien vive desde hace 20 años con una prensadora en su cabeza. Es que en el mundo que nos sumerge la película, toda la sociedad debe vivir tanto morfológicamente, como de pensamiento, de forma cuadrada. No sabemos qué ha pasado con la Tierra, pero en la Luna se ha construido un paraíso artificial – obvio, cuadrado -, al que todos aspiran a llegar, siempre y cuando sigan sumidos en sus cuerpos y mentes cerrados. Para lograrlo, moldean sus cuerpos con cirugías plásticas o como Peter, a la fuerza. Él lleva intentando encajar en la sociedad durante todo ese tiempo, pero un incidente hace que descubra una “nueva forma” que lo lleva a una travesía donde reconoce que su naturaleza está en peligro y deberá tomar la decisión de qué camino seguir.

En ese universo que plasma su director, el animador y artista plástico Diego Guzmán, vemos referencias al entorno del ciberpunk de “Blade Runner” y la humanidad se muestra temerosa y aconductada, como aquella estructura social de la que hablaba Orwell en el clásico “1984”. En ese viaje casi que tortuoso de su protagonista, aparecen otros personajes como una mujer que representa ese estereotipo de belleza que todos han terminado aceptando y que se convierte en el modelo a seguir, hasta que su propio cuerpo rompe con su comodidad y le exige liberarse.

“La otra forma” demanda del espectador su atención de lleno, para darle un sentido completo a la historia, pues en realidad no se conocen los nombres de los personajes y tampoco tiene un solo diálogo. Todo el tiempo intuimos y suponemos de qué va y el punto a dónde quiere llegar. Y sí, se vuelve un ejercicio exigente donde no todo se comprende con la claridad que pretende su director, pero que a su vez hacen parte de su encanto y virtud. La estructura narrativa convencional suele adormecer nuestra capacidad de hilar historias como estas.

Por supuesto, aquí hay una especie de advertencia que va encaminada a preguntarse por qué la sociedad moderna se ha tornado tan intolerante al pensamiento diferente, sobre todo tras la llegada de las redes sociales, al porqué como sociedad estamos censurando lo distinto y preferimos adoptar la posición cómoda de la masa, esto también frente a lo que consumimos.

Con un equipo de más de 100 personas entre dibujantes, ilustradores, animadores, coloristas, etc., Guzmán ha comentado que la historia partió del hecho de preguntarse por qué todo alrededor luce cuadrado. “Empezamos a especular y fantasear sobre si hay alguna especie de orden cuadriculado mundial que quiere volvernos a todos un cuadrado. Así surgió toda esta conspiración de la película y nos dimos cuenta que teníamos un tema muy interesante; el de hasta qué punto eres tú mismo y hasta qué punto encajas en la sociedad, que indirectamente te influencia para que te vuelvas como ellos quieren”.

“La otra forma” también participó en el Festival de Cine de Animación Annecy, en Francia, donde obtuvo el premio Contrachamp.

Parte de esta nota fue publicada por Sandra Ríos en el periódico El Nuevo Siglo el 29 de marzo de 2023.