Jun 17 2022 18:53

Reseña El Visitante de Martín Bouloucq, ganadora del premio a Mejor Guion en Tribeca 2022

	Por Sandra M Ríos U
	Twitter: @sandritamrios

“El visitante” es el cuarto largometraje del cineasta boliviano Martín Boulocq, quien a través de la historia de un padre y una hija habla de la influencia que aún puede llegar a ejercer la ideología religiosa en este tipo de relaciones.

La película acaba de ganar el premio a mejor guion en el Festival de Tribeca donde competía en la categoría de “Cine Narrativo Internacional”.

Entre más caos experimente el hombre, más propenso a caer al servicio de cualquier tipo de religión o filosofía espiritual. Entiéndase ese caos como todas esas vicisitudes que se pueden atravesar en la vida como lo son las dificultades económicas, la falta de educación, problemas de salud físico o mental, inestabilidad laboral o amorosa, un duelo, etc.

Esta sociedad posmoderna tan saturada de información e hiperpreparada, con muchos de los tabúes del pasado liberados y de, supuestamente, mente más abierta, sigue muy necesitada de respuestas y ayudas divinas. No es precisamente que el catolicismo haya muerto, sino que se ha cambiado más bien su nombre o pluralizado el dogma. Ahora se habla con más apertura de nuevos movimientos religiosos y sectas, de otras búsquedas a través de entrenadores espirituales, de cienciología, de religiones creadas por cantantes, de filosofías y comunidades tan insólitas como las creadas por los apáticos o la que ofrece conexiones alienígenas – y saben a qué me refiero -. Que esto no se lea necesariamente como una crítica, porque hasta cierto punto hay una lógica natural en esto para el ser humano y cada quien con la forma de llevar su vida, mientras no haga daño a los demás.

“El visitante” está directamente atravesada por este tema, específicamente por la religión evangélica, una comunidad con presencia cada vez más creciente en Latinoamérica y con un peso importante que han logrado hacerse en la política de la región. Humberto, es un hombre de mediana edad que acaba de salir de la cárcel. Está en búsqueda de oportunidades y se ha trazado como objetivo recuperar a su hija que esta adolescente y quien desde el fallecimiento de su madre, vive en casa de sus abuelos.

Humberto lleva una vida sencilla, es un hombre tranquilo, que se gana la vida con su voz, cantando en velorios. Él no aparenta ser el típico hombre que ha pasado por una cárcel. Su reaparición no es del agrado de la abuela que con recelo lo recibe a petición de su esposo, un influyente pastor evangélico en su comunidad. El pastor, habilidoso, como lo son todo este tipo de líderes, asume una actitud conciliadora para evitar el conflicto, pero establecen una serie de condiciones para que Humberto se acerque de nuevo a su hija que ve en la llegada de su padre un respiro, un escape.

La película avanza en esa dinámica que cada vez se va haciendo más fluida y especial, mientras que el panorama de la vida del pastor y relación con el entorno y Humberto se ensombrece de tal manera que su actuar raya en lo cómico y lo ridículo. Las decisiones que toma Humberto, que es desde donde se mira esta historia, para lograr la custodia de su hija, ayudan a ir desmoronando la estructura de poder que tienen con ella y a visibilizar ese ejercicio de dominio, sometimiento y manipulación disfrazada que se mantiene en estas comunidades.

De esto habla “El visitante”, de cómo las relaciones filiales a veces son moldeadas y pueden verse afectadas por estas religiones o filosofías y cómo hay un juego aceptado de poder y jerarquías y casi que de esclavitud, recordando esa herencia colonial que como latinos llevamos en la sangre, de querer ser en el fondo, o permenacer subyugados ante la figura de un líder blanco foráneo. La película se vuelve en un punto una crítica a esa forma de relación entre religión-hombre y el cómo estas instituciones capitalizan sus ruinas, miserias y vulnerabilidades. Por fortuna, la hija representa hasta cierto punto la esperanza de un cambio, la necesidad de una emancipación, a pesar de todas las fuerzas que se le oponen.

El gran trabajo de fotografía, la escasa o bien medida musicalización, la economía del guion, el ritmo que va marcando una atfmósfera de tensión e incomodidad creciente y no evidente, y la gran actuación de su protagonista (Enrique Aráoz) contribuyen a darle toda la fuerza a esta historia. Rodada en 2019, en Cochabamba, en plena crísis política en Bolivia, cuando Evo Morales debió renunciar por las acusaciones de un sector de la población de haber cometido fraude electoral, la película es justo esa mirada a una sociedad moderna que en medio de las agitaciones sociales y políticas llega diezmada a estos espacios que ofrecen deshago, pero a qué costo.

“El visitante” junto a “Utama” (leer dos reseñas) son narrativas frescas y notables del cine boliviano que gracias a los festivales podemos descubrir.

Ficha Técnica

Dirección: Martín Boulocq
Guion: Martín Boulocq, Rodrigo Hasbún
Género: Drama
Duración: 85 minutos
Producida por: Andrea Camponovo, Álvaro Olmos, Hernán Musaluppi, Santiago López, Diego Robino.
Reparto: Enrique Aráoz, César Troncoso, Mirella Pascual, Svet Aylyn Mena, Romel Vargas, Teresa Gutiérrez
Montaje: Irene Cajías, Martín Boulocq
Cinematografía: Germán Nocella
Dirección de arte: Andrea Camponovo
País: Bolivia, Uruguay
Año: 2022