Ago 21 2024 19:48

Reseña de “Longlegs” de Osgood Perkins: Efectivo cruce entre crimen y terror satánico

	Por Sandra M Ríos U
	Twitter: @sandritamrios

“No le temas a la oscuridad, porque tu eres la oscuridad”

Desde que debutó en la dirección con “The Blackcoat’s Daughter” (2015), Osgood Perkins, el hijo del actor Anthony Perkins (1932-1992. Norman Bates en “Psicosis”) ha mantenido un estilo que ya es un sello que lo distingue con su filmografía de horror. Todas sus historias tienen una atmósfera lúgubre e inquietante y construye con paciencia todo un preámbulo, cocinando a fuego lento sus tramas perturbadoras. Pasó también con “I Am the Pretty Thing That Lives in the House” (en Netflix), con “Antebellum” y con la adaptación gótica de “Gretel & Hansel” (Prime Video).

Después de tres películas de este género, “Longlegs” representa su mayor éxito de taquilla al convertir su nuevo thriller de horror en una producción que de costar 10 millones de dólares ha pasado a recaudar más de 100.

El cruce entre historia de crimen y horror era algo que Perkins ya había probado cuando escribió para Nick Simon la historia de un asesino en serie que con cámara fotográfica en mano atemoriza a una jovencita. En “Longlegs” recoge ciertos elementos de la que fuera la última película producida por Wes Craven (1939-2015) y desarrolla una trama por capítulos (“Sus cartas”, “Todos sus asuntos” y “Cumpleañeras”) de la persecución de un grupo de agentes del FBI a un asesino en serie que, como todo lo indica, es adorador del diablo.

El largometraje comienza de forma prometedora. En pantalla a 4:3, todo se remonta a una casa solitaria colmada de nieve a la que llega una persona desconocida vestida de blanco. La pequeña del hogar se acerca lenta y curiosamente a ella, la observa de pies a cabeza, pero a los espectadores solo se nos permite verla parcialmente, hasta la nariz, y entablan una corta conversación en la que le dice a la niña que sabe que ya casi es su cumpleaños y que ha venido como amiga de su padre. Corre el año de 1966, en una Oregon inspirada por las películas de Gus van Sant.

Saltamos a 1990 y conocemos a la agente Lee Harker, una novata que ha llegado a formar parte del FBI gracias a sus increíbles habilidades de percepción. Por esa razón se le asigna un caso abierto hace dos décadas en el que una serie de familias han sido exterminadas por su padre y éste, al final, acaba también con su vida. Las pistas iniciales indican que todas ellas ocurren cuando la hija cumple 9 años, que todas se llevaron a cabo el día 14 del mes y que los asesinatos ocurrieron o seis días antes o seis días después de esa fecha. Un detalle más, indica que a pesar que el padre es el ejecutor de los crímenes, la escena queda sellada con una nota críptica firmada por alguien llamado “Longlegs”.

La presencia de Harker en este caso hace que se reactive cuando el verdadero asesino siente que su ciclo de terror puede terminar. La hiperintuitiva Harker también comienza a despertar recuerdos que parecen ligarla directamente con el satánico personaje.

En el primer y segundo capítulo, Osgood Perkins despliega todos los recursos visuales y estéticos para construir una atmósfera enrarecida, de sentir que algo no está bien, en un entorno que aunque muy frío y oscuro se siente muy cercano y casi que realista. Entonces hay aquí encuadres perfectos, un sonido nítido que como cincel replica en la mente del espectador y toda serie de velos que estiran lo más posible, como aquella imagen inicial, el encuentro con el mal.

De esa nutrida información inicial se cae a un punto casi que estéril de la historia, tapada por toda suerte de referencias del género que suelen ser las delicias del público y que alimentan la sensación de terror y de enajenación. En sí, hasta bien avanzada la película, “Longlegs” es más sensación y atmósfera que otra cosa. Desde que inicia, podemos identificar como amantes del género una casa que se parece a la de Amityville, un escenario lleno de nieve y un hacha a lo “The Shining”, una chica llamada Carrie, asesinatos satánicos a lo Manson, una monja y hasta un muñeco poseído. Todo muy en concordancia con este director que le gusta cuidar los detalles y, a ratos, descuida el guion.

No es hasta los últimos 20 minutos finales que la historia suelta y ofrece una resolución que si bien es menos impactante que su increíble promoción y abultada taquilla, sí es satisfactoria. La película entrelaza historias y personajes, y plantea ese vínculo inquebrantable de amor y sacrifico entre madre e hija que evoca mitologías o incluso a la fábula gótica producida por Guillermo del Toro “Mama”. Ya decía el director que para él “Longlegs” se trata sobre el “poder que tenemos sobre nuestros hijos para moldear su percepción de las cosas”.

Parte del éxito sobre el realismo de las películas de terror abordando temas sobrenaturales recae en su reparto desconocido y en este caso el director fue muy habilidoso en reservar una buena sorpresa en el villano satánico encarnado magníficamente por Nicolas Cage, haciéndolo un ser andrógeno y amante de Satán irreconocible. Maike Monroe (Lee Harker), sobre quien pesa esta trama, entrega una actuación muy controlada y misteriosa, como aquella agente con problemas, que siente no encajar, pero quiere cumplir con su trabajo. Osgood ha dicho que la diseñó pensando en la Lisbeth Salander que interpretó Rooney Mara para la versión estadounidense de “The Girl with the Dragon Tattoo”.

En conjunto, “Longlegs” es mucho más forma que fondo y es una película atmosférica con mucho más de ese ruido que provocan aquellos fanáticos que siempre están tras la búsqueda de la película que supere alguno de los clásicos y se instaure como la mejor del año. Eso sí, hay que reconocerle que tiene varios momentos verdaderamente estimulantes.

Ya veremos qué próxima magia hace Osgood Perkins con su próxima película de horror, nada menos que la adaptación (escrita por él) de uno de los cuentos cortos de Stephen King, “The Monkey”, que llegará a cartelera a principios de 2025, bajo la producción de James Wan. ¿Será por aquí parte el ruido de “Longlegs”?

Ficha Técnica

Dirección: Osgood Perkins
Guion: Osgood Perkins
Género: Thriller de horror
Duración: 101 minutos
Producida por: Dan Kagan, Brian Kavanaugh-Jones, Nicolas Cage, Dave Caplan, Chris Ferguson
Montaje: Greg Ng, Graham Fortin
Cinematografía: Andrés Arochi
Música: Zilgi
País: Estados Unidos
Añó: 2024