Jun 24 2021 20:44
Reseña El segundo entierro de Alejandrino de Raúl Soto Rodríguez
Pocas veces es posible presenciar con tanta autenticidad el ritual mortuorio de un líder indígena y más inusual aún – para ellos y para nosotros -, un segundo entierro.
El segundo entierro de Alejandrino, largometraje documental de Raúl Soto Rodríguez y ganador del Premio Especial del Jurado Mayahuel al Mejor Largometraje Iberoamericano del Festival Internacional de Cine de Guadalajara 2020 se estrena en cartelera desde el próximo mes.
No era ajeno el director al trabajo con comunidades indígenas. Así llegó a la historia de Teresa Bailarín, de los Emberá Eyabida, quien tiene la inminente necesidad de hacerle un segundo entierro a su esposo Alejandrino Carupia, el chamán más importante de la comunidad indígena de Andabú (en Urrao). Fallecido hace cuatro años, se comunica con ella en sueños para pedirle ese nuevo ritual. El desentierro aguarda otra sorpresa: el cuerpo de Alejandrino está momificado lo que representa un mal designio.
De esta manera comienza una verdadera travesía que inquieta a la comunidad por la creencia de que el espíritu comience a generar enfermedades, problemas en las cosechas y otros males y el afán de Teresa por quitarle a su esposo los espíritus malignos y así pueda descansar.
El largometraje acompaña este viaje muy de cerca, casi mimetizándose entre los Emberá, mostrando sin ningún tipo de artificio esa conexión estrecha entre lo onírico y lo real, entre la vida y la muerte. El aura de incertidumbre, de asombro, de temor y dudas traspasan la pantalla, así que la presencia omnipresente de este chamán desaparecido se siente latente.
La fascinación que va despertando el cuerpo de Alejandrino y su complicado traslado, además de las preguntas que se van tejiendo por saber la razón por la cual la sombra de su líder vuelve de la muerte y hace esa exigencia, se mezclan con la presencia mágica e imponente de Teresa. La cierta dureza de sus facciones se contrastan con su fragilidad ante el duelo y su determinación por cumplirle un deseo. La prueba de que el amor trasciende los límites de la vida misma.
La inmersión a esta comunidad ubicada en un remoto lugar (entre los límites con Panamá, toma cuatro horas en carro y dos días más de camino en mula) deja también descubrir cómo la cultura occidental los ha ido permeando en su más mínima cotidianidad. Verán una reveladora escena, por ejemplo, donde se preparan las mujeres para uno de los rituales y el uso de labial cosmético aparece ahí como prueba de eso, como una herramienta para decorar la serie de símbolos que pintan en sus caras.
El segundo entierro de Alejandrino es un documental que ofrece una potente observación a las culturas ancestrales, a su universo, y lo hace sin aparentemente alterar mucho el entorno físico y emocional. La transparencia y simpleza con la que aborda este viaje de despedida le da todo su peso.
Teresa y las pericias de su hijo y un vecino venciendo sus propios temores para cumplir los designios de su chamán impulsan la historia hasta hacerle perder la formalidad del documental. La música, que cuenta con canciones que le dedicaban a su líder, y la fotografía naturalista, también completan esta propuesta dirigida con gran respeto y habilidad por Raúl Soto Rodríguez. ¡Ojalá vayan a verla!
Ficha Técnica
- Dirección: Raúl Soto Rodríguez
- Género: Documental
- Duración: 75 minutos
- Personajes: Teresa Bailarín, Joselito Carupia
- Sonido directo: Sebastián Alarcón Vélez
- Montaje: Juan Fernando Cañola
- Cinematografía: David Horacio Montoya
- País: Colombia
- Año: 2020