Ago 24 2024 15:16
Reseña “Motel Destino” de Karim Aïnouz
FCL 28 – “Motel destino” de Karim Aïnouz: Entre sungas, ropita vaporosa, nudismo y la necesidad de libertad.
Por Daniel Ruiz (Twitter: @tatoruiz)
La nueva película del brasileño Karim Aïnouz, “Motel destino”, arranca con una advertencia que es tan generosa como socarrona. Se invita a los epilépticos fotosensibles a salir de la sala de cine, un aviso que parece más un juego sarcástico y con muchos guiños que una verdadera precaución.
“Motel destino” tiene todo un desparrame de sordidez. Es una película de esas con textura, con una temperatura peculiar y carga con un olor a semen, sudor, sangre y suciedad. Aquí, el chiste sexual y todo el contexto, puede ser leído como una declaración de intenciones desde un país donde la libertad se vio reprimida por un gobierno con un líder despreciable que intentó guiar a la nación por un camino conservador hecho para pusilánimes.
La película está cargada de referencias cinéfilas y es, a mi modo de ver, absolutamente política desde todos sus ángulos. Puede que sea accidentada, que tenga un guion que se tambalea entre frenazos y atascos, pero de lo que no se le puede acusar es de carecer de personajes profundos, ni de ser vacía o aburrida, como muchos críticos han afirmado. Encontrar cine original, auténtico y cautivador por estos días es una tarea ardua, pero esta película se acerca bastante y eso se agradece. Le debe mucho a “El cartero siempre llama dos veces”, pero sigue siendo arrolladora, veraz y fascinante por derecho propio.
A un sórdido motel en medio de la carretera llega Heraldo (Iago Xavier), un tipo joven tan buenorro como emproblemado. Huye y necesita protegerse, y nada como encerrarse (guiño guiño). Heraldo está metido en un lío de asesinos a sueldo y cree conveniente protegerse en el motel donde antes estuvo con una desconocida que le robó. Allí se ofrece como asistente y la pareja de dueños, que también pareja sentimental, Dayana (Nataly Rocha) y Elías (Fabio Assunção), lo contratan para que sea una especie de todero.
En medio de limpieza de baños, aires acondicionados y servicios de mantenimiento, y un constante ajetreo que incluye gemidos y gritos que resultan tan cómicos como agobiantes, Heraldo y Dayana se enredan. Ambos se atraen y la ambientación aquella, tan erótica como excesiva, en parte los estimula. Elías, que tiene una pinta de delincuente y es un abusador a tiempo completo, se huele el asunto (nunca mejor dicho) pero le quita importancia. Está convencido, además, que con sus amenazas y la ayuda que le brinda, Heraldo no se atrevería a burlarlo. La historia se convierte, entonces, en un triángulo amoroso y pasional que es interesante por el contexto tan morboso, erótico, homoerótico, y un espíritu voyeur/exhibicionista que habla de la profundidad de sus personajes y sus represiones.
“Motel destino” no es una película demasiado interesante si uno la ve a través de la anécdota narrativa de un trío que busca a como de lugar deshacerse de uno de ellos. Lo interesante de ella es ver cómo está construida desde su atmósfera opresiva, sofocante y nociva, en la que el sexo y los ejercicios más depravados son tomados como una tabla de salvación a unos individuos que no vemos, de los que no sabemos mucho o nada, pero que transitan bajo el mismo camino de opresión.
Por eso es que creo que más allá de ser una película osada y pervertida (que también), es una película que viene a hablar de un malestar común. Entre gritos (como si los estuvieran rajando, me parece que dice en un momento Dayana) y guaridas con colores rojos y neón, hay también un ejercicio de escapismo. El cine brasileño actual no debería verse con tanta inocencia; no es exclusivamente complaciente ni anecdótico. Al menos a mí me lo parece.
Llegué a “Motel destino” atraído por un tufillo de que podría ser una película gay (algo que me interesa sobremanera) y aunque no lo es del todo, su fuerte carga homoerótica se siente en cada mirada y conversación sugestiva entre todos sus personajes (incluido un recepcionista que parece algo interesante, pero del que el director se olvida). Se erige también como una película en la que sus protagonistas buscan desesperadamente una libertad a la que no es fácil acceder y es toda una apología a la autonomía que Aïnouz adereza con desnudos, sungas y ropita vaporosa.
La película hará parte de la programación del MUBI Fest Bogotá 2024.
Ficha Técnica
- Dirección: Karim Aïnouz
- Género: Thriller erótico
- Duración: 115 minutos
- Guion: Karim Aïnouz, Wislan Esmeraldo, Mauricio Zacharias
- Producida por: Hélene Theódoly,Michael Weber, Viola Fügen, Janaina Bernardes, Caio Gullane,Didar Domehri, André Novis, Fabiano Gullane
- Reparto: Iago Xavier, Natal Rocha, Fábio Assuncao
- Montaje: Nelly Quettier
- Cinematografía: Hélene Louvart
- Música: Amine Bouhfa
- Países: Brasil, Francia, Alemania
- Año: 2024