May 20 2014 00:23
Still The Water, film de Naomi Kawase sobre la relación del hombre con la muerte y la naturaleza – Cannes 2014
El mejor trampolín para darse a conocer internacionalmente la cineasta japonesa Naomi Kawase ha sido definitivamente el Festival de Cine Cannes. Haciendo algo de historia, Kawase fue la realizadora más jóven en ganar el Cámara de Oro, el galardón a mejor nueva directora, por su película Suzaku de 1997. 10 años después volvió a competencia oficial con “The Mourning Forest” y ganó el Gran Prix, el galardón del jurado. En 2011 participó con “Hanezu” y ahora regresa con Still the Water (Futatsume no mado).
La película se ubica en la isla japonesa Amami-Oshima, cuya tradición sobre la naturaleza se mantiene intacta. Durante la noche de luna llena, en las danzas de Agosto, un adolescente de 16 años llamada Kaito, descubre un cuerpo flotando en el mar. Junto a su novia intentarán a descubrir el misterio y con esto aprenderán a volverse adultos, experimentando los entrelazados ciclos de la vida, la muerte y el amor.
“El año pasado , mi querida madre adoptiva , la mujer que me crió en lugar de mis padres, que conocí, murió . Para los que se quedan, la muerte trae soledad e inquietud. Pero esta soledad nos enseña la ternura. Esto nos permite entender mejor el dolor de los demás y la calidez del corazón. Cuanto más profunda sea la soledad , mayor será la sensibilidad. Pero las reglas del universo
trascienden nuestra soledad. Esta es la razón por la cual, aunque mi madre adoptiva ha muerto, el sol todavía se eleva y la luna sigue apareciendo. Esta es la grandeza, la grandeza de la naturaleza que deseo expresar en esta película al máximo…mostrar que el ser humano no es el centro de todas las cosas, sino una parte de un ciclo en la naturaleza. Nuestra alma es compleja, vaga e impredecible. Con esta historia, yo espero ver a hombres y mujeres madurar hacia su contacto con ese dios llamado “naturaleza”. Que el tiempo gastado viendo esta película pueda enriquecer sus almas”.
Así es la forma tan personal y poética como Naomi Kawase ha descrito las intenciones de su nueva historia, y hay más. La isla también tiene que ver directamente con la directora, que descubrió hace algunos años que de ese lugar provienen sus ancestros, y quedó sorprendida de la adoración hacia la naturaleza, que es tratada como si fuera un dios. Allá aprendió que el mar es tratado como un país llamado “la fuente de la abundancia”, el lugar donde el alma va después de morir. El viaje la marcó por la forma como sus habitantes conviven en perfecta armonía con la naturaleza y entienden la muerte como una separación temporal.
Hoy se llevará a cabo la rueda de prensa tras sus dos exhibiciones de ayer que no lograron el entusiasmo por parte de la prensa, y que uno supondría debería tener una historia tan personal y la vez tan llena de fábula. En general, se ha dicho que Kawase divaga mucho sobre el tema, es confusa y deja más incógnitas de las que se pueden tolerar. Un film, para el gusto de algunos, demasiado ingenuo, con conexiones espirituales que no cumplen del todo el objetivo deseado.