Feb 27 2011 12:50
El Edificio de los Chilenos – Reseña (FICCI 2011)
Por Carolina Morales | |
yoyo_morales@hotmail.com |
La Competencia Oficial Documental continúa su curso, esta vez con la exhibición de El Edificio de los Chilenos, una producción chilena en colaboración con Holanda, Cuba y Francia.
Este documental es dirigido por Macarena Aguiló, y se convierte en su ópera prima como realizadora. Se trata de un relato íntimo sobre su propia experiencia personal y la de muchos más niños chilenos que fueron separados de sus padres, mientras estos mantenían la lucha revolucionaria en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Chile, y de cómo el Proyecto Hogares se creó para a reunir a los hijos de todos los militantes en un mismo lugar con la tutoría de padres voluntarios, mientras sus madres y padres luchaban por derrotar la dictadura de Augusto Pinochet.
El Edificio de los Chilenos se ha llevado grandes comentarios de la crítica internacional y premios en festivales como el Internacional de Documentales de Santiago, además de su participación en Leipzig, Viña del Mar, Docs Barcelona, Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana e IDFA.
Comentario crítico
Toda guerra, todo conflicto social y político siempre trae consecuencias, pero quizá muchas veces ignoramos las más importantes. Es común escuchar los balances luego de un conflicto, cuánto dinero perdido, cuántas víctimas, además de la preocupación constante por la economía y por mantener ese status quo que evite el desequilibrio de los gobiernos y las relaciones internacionales.
Sin embargo, esas consecuencias de las que hablo, son las de la memoria, las del arraigo, los recuerdos y todo el tiempo perdido de los hijos de esos conflictos. Quizá hablemos de guerrillas, de revolucionarios, pero nunca nos detenemos a hablar sobre esos seres humanos que nacieron en medio de una lucha y que han tenido que crecer aferrados simplemente a una fotografía o una carta para reconocer a sus padres y consolidar de alguna forma sus raíces.
Este documental se convierte en una mirada reflexiva de una víctima directa de estas consecuencias, Macarena Aguiló, su directora y quien decidió hacer este trabajo autobiográfico, un ejercicio de liberación y de perdón al mismo tiempo, por no haber tenido la posibilidad de disfrutar de los años más importantes de la vida de cualquier ser humano; la niñez.
Esta producción está muy bien editada, y logra transmitir la intención clara de Macarena por hablarle al mundo sobre lo que cientos de niños chilenos tuvieron que vivir, mientras sus padres permanecían en una lucha revolucionaria con un resultado incierto. Un trabajo que ofrece otra mirada de los conflictos armados, una que casi siempre es ignorada y menospreciada.