Pasamos los 135 días que registra Contagio de una pandemia. El Covid-19 lleva 147. Comparativo


Por Sandra M Ríos U
Twitter: @sandritamrios


Alerta Spoiler: Si no has visto 
la película Contagio, 
no leas esta publicación 
que hace un paralelo con 
muchos detalles de lo vivido 
hasta ahora con el 
coronavirus en 2020.

 

Hemos pasado de la ficción a la realidad y pareciera que estamos reproduciendo gran parte de lo que en esta película se evaluó por cuenta de un virus que pone en riesgo a la humanidad entera.

 

Tengo amigos, conocidos y familiares que pasados cinco meses  de pandemia, no desean o bien ver por primera vez, o repetir, la película Contagio estrenada en 2011 bajo la dirección de Steven Soderbergh con el guion de Scott Z. Burns. ¡No es para menos! Verla con atención deja la amarga sensación de estar viviendo en estos momentos con el Covid-19 mucho de lo que ahí se anticipó, no solo por la manera cómo podría haber mutado el virus al humano y el caos que ha desatado en la cotidianidad y la economía, sino por la crisis social y los dilemas éticos y políticos que provoca.  


Si lo prefieres, puedes escuchar este especial aquí:

La inspiración de la película resultó de una conversación relajada entre director y guionista mientras trabajaban en la película “El informante” (2009) sobre el absurdo que era para ambos todo el tiempo gastado en los aviones, cayendo en cuenta sobre lo mucho que la gente se enferma en los vuelos. Así la conversación giró pronto hacia la vulnerabilidad del humano en lugares públicos, entre ellos, lo fácil que resulta contagiarse de una simple gripe en un espacio tan cerrado y de poca circulación de aire como lo son los aviones. O igual, en el aeropuerto, en un bar o en un restaurante al tomar un vaso contaminado y luego sobarse los ojos. Entonces la inquietud estaba servida sobre el qué podría llegar a pasar si un virus se propaga rápidamente por el mundo. Luego comenzaron a pensar desde las más pequeñas posibilidades (el ámbito personal), hasta las más complejas (el global), debatiéndose además sobre cómo los humanos podrían llegar a lidiar con  un problema de estos, por dónde se empezaría en la toma de medidas y cómo nos moveríamos ante la situación desbordada por un virus imparable. Su conclusión fue que sería muy fácil que todo se saliera de control.

La que ahora es sin duda una emocionante o siniestra conversación, dependiendo del estado anímico por donde se le mire, pronto los llevó a definir que su siguiente película no sería de ciencia ficción, sino de ultrarrealismo y que, por tanto, realizarían una película “seria” sobre una pandemia. Ahora, para nuestro infortunio, sabemos cuánto se acercaron.  Ya es bien sabido, no por estos días sino desde su llegada a salas del aval que le dieron un grupo de científicos, pues en realidad contaron con la asesoría de una fundación (la Skoll Global Threats Foundation) encargada de “enfrentar las amenazas globales que ponen en peligro a la humanidad y buscar soluciones, fortaleciendo alianzas y acciones necesarias para salvaguardar el futuro”.

Ricky Strauss, uno de sus productores, ha dicho que lo que hace a Contagio tan aterradora de ver es el sentir que eso ya pasó o podría llegar a suceder. Nosotros desde el trono de este presente, 11 años después, vivimos por cuenta del coronavirus desde el pasado mes de marzo – y desde enero en China (¿?) – el asombro de los vertiginosos acontecimientos, el drama del contagio sin un tratamiento concreto, el duelo por las pérdidas de vidas,  la incertidumbre de lo que sucederá, el cansancio, la angustia del confinamiento y la espera por una cura que medianamente nos devuelva parte de la cotidianidad, incluida la arrebatada vida social. Ese mismo productor dijo que el desarrollo de la película se basó en mostrar nuestros miedos primitivos, los instintos de supervivencia y cómo se alteraría nuestro día a día.

En Contagio (leer reseña), todo inicia con un fundido a negro por algunos segundos, mientras se escucha algo que hoy en día es más incómodo que nunca hacer en público: toser. Se devela el plano y descubrimos que se trata de una mujer que está sin ningún tipo de protección en un sitio público, que la noche anterior tuvo relaciones sexuales y que se dispone a viajar de regreso a casa en el trayecto Hong Kong – USA. La cámara ahora enfoca los detalles – tan bien conocidos por nosotros en estos momentos: se enfoca un tazón de maní o nueces, ella paga con tarjeta su compra. Todos esos objetos son manipulados por unos y otros.  Los detalles continúan a lo largo de esa primera parte de la película sobre el contagio: transporte público, barcos, trenes y edificios de ciudades atestadas como Hong Kong, Londres, Mineápolis, Tokio y Atlanta. La película sigue mostrando más  detalles aparentemente insignificantes de agentes contaminantes, los portadores silenciosos del virus para más terror: barandas, ascensores, portafolios, puertas y cerrojos. Vemos adicionalmente dos prácticas mortales más: toser en la mano, darse un abrazo. 

Día Cuatro

En adelante Contagio es una bitácora que recoge lo sucedido durante 135 días de progresión de la enfermedad, desatada por aquella mujer (Beth Emhoff esposa del protagonista) que al cuarto día fallece tras tener tos, fiebre alta, mucho cansancio y una serie de convulsiones que asocian inicialmente a meningitis o encefalitis. 135 días, es decir, justo los casi cinco meses que llevamos nosotros conviviendo con el Covid-19.  El nuevo coronavirus sí registra en los síntomas principales fiebre, tos seca y cansancio, pero no convulsiones. En los casos menos comunes está el dolor de garganta, cabeza, pérdida de olfato o gusto, erupciones cutáneas, diarrea o conjuntivitis.

Ante el primer caso y otro par que registra la película, el ente encargado, muy similar a como ocurrió en la vida real, se aventuró a decir que solo habían dos muertes y 10 casos reportados, por lo que entonces consideraba que el virus estaba contenido y no representaba peligro alguno.

En la cronología real de la propia OMS (consultar aquí) solo hasta el 11 de marzo, tras la primera notificación de Wuhan acontecida el 31 de diciembre, fue declarada la pandemia, es decir, 46 días después de reportar que “se ha demostrado la transmisión entre seres humanos”.

Día 6

Para el día 6 se establece en la película el aislamiento extremo. En este punto aparecen los análisis de los especialistas respecto a la capacidad de contagio del virus. Menciona al agente pasivo o fomita, a las gotas de saliva o al toser, a la facilidad de transmisión considerando que una persona llega a tocar su cara entre dos mil a tres mil veces por día y que además, sobre el comercio, están en época de alta temporada de compras (entre el día de Acción de gracias y navidad).  También establecen el R-0 o tasa de reproducción del virus y mencionan la capacidad que tiene de poder contagiar sin síntomas.

Para ese entonces, reportan 87 casos y 15 muertos. Con el covid-19 las similitudes a este punto de la trama son varias. Lo de las fomitas, lo de la falta de una cultura que evite prácticas como tocarse la cara y de comportamiento social como saludo de mano y de abrazos, y lavado continúo de manos, etc, etc, etc. 

La estimación de la OMS del SARS-Cov2 a nivel global es de 1,4 a 2,5 en los 187 países afectados. A hoy se reportan más 18,9 millones casos confirmados y alrededor de 709 mil personas fallecidas en el mundo entero. Aún sigue siendo menos letal que la gripe gestacional, pero se acerca a pasos agigantados. (Ver datos recopilados en tiempo real por Worldometers).

Día 7 

Comienzan en la película a darse instrucciones para que se asista a los colegios con ciertas limitaciones, advirtiendo que ante cualquier señal de síntomas los niños sean dejados en casa. Se habla en este punto de hacer cerco epidemiológico,  de que el tiempo de incubación es de 10 días y que el virus no sobrevive un día en una caja. 

Para el caso del coronavirus que ataca al mundo en estos momentos, el periodo de incubación entre el tiempo de exposición al virus y el inicio de los síntomas, se ha determinado entre los 5 a 6 días, pero indica la OMS que puede variar entre 1 a 14 días. Respecto de agentes vacíos como el caso de una caja, ha establecido que, en efecto, el virus SARS-Cov-2 puede durar hasta 24 horas en el cartón, de dos a tres días en plástico y acero y hasta cuatro horas en cobre, según una publicación del The New England Journal of Medicine que recogió en español El Espectador en una publicación (Leer Aquí).

En este interesante día para la película también se dan más coincidencias: Se habla que los receptores del virus son las células del sistema respiratorio, que entra al cuerpo penetrando las células, de la teoría acerca de que un murciélago pudiera haber mutado el virus a un cerdo, así haber llegado al humano. También a ese punto se comenta de la inexistencia de protocolos claros, ni vacunas en el horizonte.  

Día 9

Aparece para este día en Contagio la devastadora rueda de prensa al mundo y se especifica que el R0 del virus es de 2. La OMS de la película calcula que podrían haber 8 millones de infectados. Ante el anuncio vuelven a aparecer las tomas a los detalles que complican la pandemia: un casino, un cajero automático, alguien tosiendo en la mano, cogiendo vasos, soplando una vela. Ahora los estadios se vuelven hospitales, hay distanciamiento social y se pide no recibir visitas. 

El ritmo básico de reproducción, o para entenderlo, la cantidad de personas que contagia cada individuo infectado en el caso del Covid-19 fue estipulado, repito, por la OMS el 22 de enero de 2020 en 1,4 a 2,5, según lo que venía sucediendo en la ciudad donde se originó la pandemia, Wuhan. (Leer aquí, acta de la reunión). Esto ratifica la alta transmisión entre personas. 

Día 14

Día intenso y cargado de información en la película para nosotros. Se desata el caos. Se despliega a los militares a las calles. Identifican al paciente cero. Se establece que los pacientes contagiados presentan todos síntomas como dolor de cabeza, fiebre y dolor de garganta. Hasta dentro de los carros se hace uso de tapabocas. Se cierra el comercio, los bancos, las tiendas, las estaciones de servicio y el transporte público. El cálculo se sube a 70 millones de contagiados en el mundo. Para evitar el pánico la regla es: “Solo asegurémonos que nadie lo sepa hasta que todos lo sepan”. 

Soderbergh vuelve a los detalles: toma de celulares, además de mostrar el inminente peligro que representan otros lugares como los hoteles. Aparecen solitarias las iglesias, los gimnasios, los call-centers y las funerarias. Llegados hasta aquí, sale a flote el dilema frente a los fallecidos y sueltan la frase: “No podemos tomar posesión de los cuerpos”. Los cadáveres son enterrados en fosas comunes. 

Hay más. Se habla que la mejor defensa es el distanciamiento social, no darse la mano, lavarse a menudo las manos y quedarse en casa si se está enfermo. También comienza a ponerse en duda al “Centro de control de enfermedades” y el hecho de si está informando toda la verdad y se especula que oculta a la sociedad todo lo que ha pasado. Se habla de subregistros y los intereses de la OMS por proteger a los poderosos laboratorios. Esto alimentado en la película por un personaje, un periodista que tiene un blog. Se muestra las consecuencias tras cerrar por completo el estado de Wisconsin. Las enfermeras se declaran en huelga. Hay compras de pánico. El virus empeora y pasa a un R0 de 4, lo que significa que 1 de cada 12 personas contraerá la enfermedad. 

En la vida real, la OMS también ha estado en entredicho porque a pesar de estar informado de lo que venía sucediendo en Wuhan desde diciembre, solo hasta el 11 de marzo declaró la catástrofe de salud cuando sentenció: “La OMS estima que el COVID-19 puede ser caracterizado como una pandemia”.

A este punto de la película Contagio también se menciona sobre el uso de plasma de pacientes recuperados como ayuda, algo que para esta pandemia también se está probando como posible tratamiento, pero falta aún demostrar su eficacia. El Gobierno colombiano, por ejemplo, a través del INVIMA, autorizó los estudios con el plasma (leer aquí) desde el mes de junio.

Para este tiempo vertiginoso en la película – sabrán entender los tiempos en el cine – ya se han probado 33 vacunas sin que ninguna llegue a funcionar. En la vida real, hay tres vacunas que pasadas las primeras etapas, ahora han entrado en la fase de experimentación con humanos.  Se trata de las que ha desarrollado la compañía Moderna (de USA), AztraZeneca (Reino Unido) y Cansino (de China). Hay qu tener en cuenta que se ha mencionado sobre la posibilidad que el virus se vuelva endémico, es decir, que nunca se vaya por completo, pero sobre el particular la OMS aún no ha definido una postura clara.

Día 26

La crisis social se acentúa. Se registran 2.5 millones de muertos. Se establece el toque de queda en áreas metropolitanas y la línea de emergencia 911 colapsa. Se reportan muertos en las casas. El ausentismo policial crece al 25%. Son personal humano y le temen igualmente al virus. Los militares se encargan de repartir comida diaria a la gente en interminables y tensas filas.  

En el mundo entero el coronavirus ha diezmado las economías y las ayudas se han hecho insuficientes. Ha aumentado el desempleo, las empresas han quebrado o reportan pérdidas gigantes  y anuncian despedidos masivos. A Coca-Cola, por ejemplo, se le cayeron las ventas en un 28% tras el cierre de restaurantes, bares, estadios, entre otros. Victoria Secret se declaró en quiebra, al igual que Latam o la gigante Hertz. La lista es interminable. 

Día 29

Aparecen casas vacías y la película toma características del cine apocalíptico con consecuencias devastadoras. Ya en este momento, aparece una luz en el camino. La vacuna número 57 ha funcionado. Se habla de una dosis a través del agua potable y en el flúor, como medida de protección para cuidar a toda la población. Hablan de una dosis en 90 días y calculan que tardará un año en manufacturarla y distribuirla. Se comienzan a enfrentar al dilema de quién la obtendrá antes. Se plantean que al frente de la dosis deben estar los médicos, quienes han arriesgado sus vidas por atender a los pacientes. 

Día 131

Hay un gran salto en el tiempo y aparece la figura de la Cruz Roja, también las dudas sobre la industria farmacéutica, sobre la efectividad de la vacuna, pero especialmente sobre sus efectos. 

Nosotros, en nuestra realidad,  aún seguimos combatiendo al contagio, seguimos pensando el pico de la pandemia o en el temible rebrote que ya viven algunos países. 

Día 133

Se acuerda que la vacuna será por sorteo y éste se hará por fecha de nacimiento, entre tanto quienes no la reciban aún deberán permanecer guardados en sus casas. En el caso de la hija del protagonista, su “baloto” le indica que debe esperar otros 144 días para recibir su dosis. Los que ya la reciben, pueden salir, entrar a centros comerciales, pero conservando la distancia en las filas.  Para acceder a estos espacios después de la vacuna, los ciudadanos reciben un código de barras, como especie de pasaporte que les permite circular libremente por la ciudad. Según el sorteo habrá gente que deberá esperar otros 7 meses o hasta un año para vacunarse. Ante el agotamiento de la medida de confinamiento y lo hay que esperar para recibir la vacuna, la hija del protagonista se cuestiona (y nosotros podemos estar identificados con ella: “Por qué no hacen una vacuna para el tiempo perdido”. 

Steven Soderbergh nos muestra en su final un retorno a la “nueva normalidad” con calles aún vacías que están siendo aseadas y gente en el aeropuerto con tapabocas.  El uso del tapabocas con el Covid-19 es obligatorio en varios países.

Día 135

El día final registrado por la película muestra ahora estadios llenos realizando campañas de vacunación y aclarando cómo se dio la transmisión animal-humano, que terminó contagiando a la paciente 0. 

Lo más reciente que se sabe sobre la posible transmisión animal-humano del coronavirus, proviene de la revista Nature Microbiology que ha dicho que los murciélagos han sido portadores de este virus por lo menos desde hace cuatro décadas.

Nosotros, por ahora, mantenemos en un manto de incertidumbre. Aún transitamos la dura etapa del contagio, con un sistema de salud a tope, sin tenerse claridad de un pico y viéndose lejos ideales como la vacuna o alcanzar sin ella la inmunidad de rebaño.

La película dirigida por Steven Soderbergh y escrita por Scott Z. Burns resulta sin duda muy reveladora, tanto, que vista a hoy incomoda  y deja un gran sinsabor al pensar que si el cine pudo imaginarlo con tal precisión, poco o nada se prepararon en realidad los sistemas de salud para mantener en control amenazas como estas. 

¿Dónde puede verse Contagio en la actualidad?

  • Claro Video
  • Google Play
  • HBO
  • Hulu

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