Reseña “Hit the Road” de Panah Panahi – Digna de guardar en la memoria




 Daniel Andrés Ruiz Sierra (@TatoRuiz)

Panah Panahi comentaba en una entrevista que le había tocado crecer en una familia con mucho éxito en el cine y que eso lo marcó irremediablemente. Panah es hijo de quien es uno de los más importantes y visibles exponentes de la llamada Nueva Ola Iraní, JafarPanahi, artista y activista perseguido, hostigado y encarcelado en varias ocasiones por el gobierno de su país, y responsable de títulos como “El globo blanco” (su ópera prima), “El círculo” o “Closed Curtain”.

Panah, en medio de ese éxito y reconocimiento de quienes lo rodeaban, decidió entonces distanciarse de su familia, hacer lo que fuera por no ser reconocido como el hijo de y encontrar su identidad fuera de ese círculo. Cinematográficamente parece lograrlo, su ópera prima, “Hit the Road”, se aleja del cine neorrealista de su padre, donde la denuncia es clave. Lo de Panah Panahi parece encontrarse más referenciado en el cine de otro pionero del Nuevo Cine Iraní, Abbas Kiarostami. Y esto podría llegar a parecer como una lectura bastante limitada de mi parte, pero es inevitable no encontrar ecos de películas como “¿Dónde está la casa de mi amigo?”, “Y la vida continúa” o “El sabor de las cerezas”. “Hit the Road” es una película sosegada y con mucha contención emocional que, además, sabe convivir con la comedia.

Pero siendo Panah Panahi quien es, viniendo de ese contexto familiar, social y político, era inevitable que esta película no tuviera, aunque fuera un mínimo de denuncia en su argumento. En “Hit the Road” también se narra la tragedia de los jóvenes iraníes que buscan emigrar ante los problemas económicos y religiosos, y la falta de libertades en su país. Pero esto es puro contexto, es auténtico background. El ojo, el corazón y la cabeza de Panah Panahi están puestos exclusivamente en la incomunicación de un pequeño núcleo familiar formado por madre, padre y dos hijos, uno de ellos el mayor y el conductor del carro, un hombre que apenas y habla, y va a un destino del que poco sabemos y algo intuimos.

A simple vista, “Hit the Road” parece todo el tiempo un relato ligero, exclusivamente cómico y algo absurdo. Está repleto de algunos gags muy bien logrados y con un humor negro finísimo. El mejor logro desde la comedia viene por el niño de la familia, que tendrá unos 8 años, pero tiene consigo una autenticidad fascinante y una personalidad completamente atractiva, capaz de lanzar chistes y comentarios puntiagudos a diestra y siniestra. Pero esa libertad con la que es tratado el niño es solo un arma de protección ante lo difícil que parece ser la situación en la que está inmersa la familia y que está relacionada al viaje que hacen. La alegría, la inocencia y la espontaneidad de aquel niño que, ojo, puede llegar a ser algo empalagoso (aunque nada grave), contrasta con la situación de su hermano mayor, que apenas y lanza frases, llora de repente y tiene una seria paranoia de persecución que de vez en cuando aparece. Entre ese contraste están la figura paterna, un hombre paciente que tiene la pierna enyesada, aunque se nos sugiere que igual y puede ser un invento, y una madre que está constantemente reprimiendo lo que siente en ese viaje físico, que es también un viaje emocional para ella, y logra altas cuotas de emotividad hacia el final de la película, una situación que es difícil ignorar.

Hay un par de escenas y secuencias de auténtica antología, completamente inmejorables y dignas de guardar en la memoria. Una es aquella en la que padre e hijo conversan y entre mensajes casi crípticos dejan ver el dolor de la separación, lo afligidos que se encuentran y la idea de que el uno puede contar con el otro. En un contexto social machista y represivo, donde los hombres quizás y no estén animados a contar sus penas ni sus emociones, ni donde no estará bien visto quedar en evidencia, esta escena es de una belleza inigualable, entre otras, por la sutileza con la que está planteada e interpretada.

La otra secuencia es la de madre e hijo, relacionada también a la cinefilia y al poder de conexión del cine, un punto de vista que no podría pasar desapercibido. La madre le pregunta al hijo cuál es para él la mejor película de la historia, él responde que es “2001: a Space Odissey”, porque el viaje a través del agujero negro espacial le transmite la serenidad de un lugar donde no hay guerras. Más adelante la película tiene su propio viaje espacial en un momento cumbre del relato y en el que la madre se pierde mirando las estrellas, buscando esa serenidad prometida y que su hijo había encontrado a través de la pantalla. Una situación que trae absoluta conmoción, incluso ahora mismo, recordándola y escribiendo estas líneas.

La ópera prima de Panahi, hijo, habla de la pérdida y el dolor de reprimir emociones, cuando toca hacerlo por alguna razón. La película es persistente en su intención de no contarnos nada muy concreto relacionado al viaje y a la situación de la que parecen estar escapando. No hace falta, no es eso lo importante. Los diálogos entre los miembros de la familia no revelan demasiado. Tampoco los encuentros con otros personajes en la carretera, que dicho sea de paso, son de una jocosidad mayúscula, como la situación con un ciclista al que terminan llevando en el carro, la del hombre que espera impaciente por un baño público mientras el niño lo ocupa, o las intenciones de sobrevivencia de la mascota familiar, un perro enfermo que parece no darle demasiadas alegrías a la familia y que supone un intento de ellos por conectar con ideas occidentales.

Lo realmente importante en “Hit the Road” es notar y conmoverse con lo que esos personajes esconden, lo que les duele y cómo lo disfrazan a través de esa sensación de subrayar lo jocosa y peculiar que llegan a ser las relaciones entre ellos. Panah Panahi está constantemente creando situaciones de altos contrastes y como detalle, y, quizás también como crítica a ese presente restrictivo, decide incluir canciones populares y bailables que los personajes de esa familia insisten en vociferar o bailar. Canciones que hoy en día están completamente desaparecidas en el día a día de la sociedad. Canciones cuyas letras están cargadas de lamentos y tristezas, pero en su melodía nos sugieren mucha alegría y festividad. Así mismo es el espíritu de esta película.

“Hit the Road” es mucho más que convincente. Es una película muy sentida que sabe jugar con los géneros (comedia delirante, drama y un ligero suspenso). Panah Panahi logra un debut efectivo que evidencia su búsqueda de identidad dada su realidad y nos sugiere que en adelante realmente podría seguir alejándose del reconocible estilo de su padre. Eso sí, a ese mismo padre le ha sacado aquello de saber conmover con poco, sin estridencias, con sabiduría visual. Imperdible.

Ficha Técnica

  • Dirección: Panah Panahi
  • Guion: Panah Panahi
  • Duración: 93 minutos
  • Género: Comedia, drama
  • Producida por: Panah Panahi, Mastaneh Mohajer
  • Reparto: Hassan madjooni, Pantea Panahiha, Rayan Sarlak, Amin Simiar
  • Cinematografía: Amin Jafari
  • Montaje: Ashkan Mehri, AMir Etminan
  • Música: Peyman Yazdanian
  • País: Irán
  • Año: 2021

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