Ago 6 2024 13:15
Reseña “The Old Oak”: No es caridad, es calidad
Por Sandra M Ríos U | |
Twitter: @sandritamrios |
Los que menos tienen son los que más dan, porque ellos conocen bien lo que es la carencia y la angustia de vivir con poco, conocen del dolor y de la pérdida y aprenden a ser desprendidos. La película más reciente de Ken Loach se ambienta al norte de Inglaterra, en un pueblo no especificado, una zona que, en la vida real, ha pagado con creces el declive de las industrias de los años ochenta y habla de solidaridad entre marginados.
“The Old Oak” es una película cálida que sigue la amistad entre un lugareño y una asilada siria llegada con un grupo de refugiados en bus, que pone a la comunidad a desafiar sus prejuicios y dificultades sociales para aceptarlos.
Lo que sí se establece en la trama es una fecha, la de 2016, cuando llegaron los primeros refugiados, cumpliendo con la promesa de acoger a 20.000 sirios en el llamado “Plan de reubicación de personas vulnerables”. El problema es que parte de ese grupo fue a parar al norte de Inglaterra, zona dividida del sur y con notorias brechas y diferencias históricas, culturas, sociales, económicas, de simpatías políticas y hasta de lengua.
Yara es una jovencita que hace parte de ese grupo, quien aprendió a hablar un buen inglés en uno de los campos de refugiados y auto-aprendió de fotografía. Con su cámara observa el mundo, el que nunca quiso ver y el que le abre la mente a otras creencias y formas de vida. Esa llegada se da con la hostilidad de una comunidad que ve amenazada sus escasas oportunidades y ven cómo la propiedad privada pierde su valor.
El reflejo de la decadencia del pueblo es el viejo bar de TJ Ballantyne, un hombre de mediana edad que hace todos los esfuerzos por mantener el local en pie. A pesar de todas las dificultades por las que ha pasado, que lo han llevado a intentar acabar con su vida, es un hombre gentil y generoso que se conecta con el más débil. La vulnerabilidad en la que se encuentra Yara y su familia es su primer punto de contacto. Es esa amistad la que empuja al resto de la comunidad a tener empatía con los llegados y de paso a revivir el sentido del típico pub inglés, que no es otro que reencontrarse a diario, debatir, conocer y compartir.
Con “The Old Oak” (El último bar es el título como se encuentra en cartelera actual), Loach no plantea el juego de héroes y villanos y, como suele pasar con su cine, hace la crítica social frente a la despiadada crisis migratoria de refugiados en Europa iniciada en 2015 y la política de Estado de “liberarse” de esta problemática, enviándolos a una región desfavorecida, lo que alimenta de entrada la discriminación al forzar a la población a compartir lo que ya de por sí le es esquivo, y para ello el director deja en manos de charlas en el bar temas sobre la crisis inmobiliaria, historias sobre vecinos con propiedad privada que no pueden pagar los servicios públicos y el resto de cargas ante la falta de políticas para proteger una zona que gozó con las industrias de la minería, la manufactura y la siderurgia, cuatro décadas atrás, y se quedaron con nada. “Nos tachan de racistas”, cuando “no hay qué compartir”, escuchamos en una de esas discusiones.
Después de dirigir la serie “Days of Hope” (1975), donde habló de los problemas económicos y la lucha por los derechos laborales, y “I, Daniel Blake” (2019), donde retrató la deshumanización del sistema de bienestar social británico, ambas ambientadas en el norte del país, Ken Loach quiso cambiar el tono y presentar esta película que sin ocultar las hondas problemáticas que los aquejan, aboga por la esperanza y la amistad (que en la memoria quede el significado del nombre de su perra Marra), en un ejercicio de escuchar junto al guionista Paul Laverty cientos de historias de ambas partes.
Ese enfoque hace que “The Old Oak” mantenga un aire de bondad que en ocasiones parece irreal, en una intención clara de rescatar valores perdidos, pero que en todo caso vende ideas que el mundo oscuro y polarizado de hoy en día necesita oír con insistencia, como cuando recuerda que las ayudas humanitarias no se tratan de caridad sino de calidad. Esta historia, podría decir, es como una invitación del director al viejo bar y a las viejas costumbres.
Ficha Técnica
- Dirección: Ken Loach
- Guion: Paul Laverty
- Producida por: Rebecca O’Brien
- Género: Drama
- Duración: 113 minutos
- Reparto: Ebla Mari, Dave Turner, Claire Rodgerson, Trevor Forx, Chris MCGlade, Col Tair, Jordan Louis, Andy Dawson, Jen Patterson, Neil Leiper, Debbit Honeywood, Maxie Peter, Chris Gotts, Chrissie Robinson, Arthur Oxley, Joe Armstrong
- Montaje: Jonathan Morris
- Música: Goerge Fenton
- Cinematografía: Robbie Ryan
- País: Reino Unido, Bélgica, Francia
- Año: 2023