May 17 2013 18:04
Valeria Golino, la actriz de Rain Man, debutó en Cannes con Miele – Día 3
Por Sandra M Ríos U | |
Twitter: @sandritamrios |
“Los seres humanos tienen el derecho profundo y sagrado de decidir poner fin a su vida”
Valeria Golino es la actriz italiana que se recuerda internacionalmente por su papel de Susanna en Rain Man, la inolvidable película donde Dustin Hoffman interpreta a Raymond, un autista. Golino llegó a Cannes a la sección “Una Cierta Mirada” con su ópera prima bajo el brazo.
Es su primer largometraje más no la primera vez que está en Cannes, tiene cancha, pues ha ido al festival en seis oportunidades acompañando las producciones en las que ha participado como actriz.
Miele (Miel en español), título de la obra, está basado en “Vi Perdono”, una novela escrita por el italiano Mauro Covacich sobre el espinoso tema de la eutanasia. Golino lo leyó hace tres años y con sus socios adquirió los derechos para llevar la historia al cine.
La película ha dejado una buena impresión en los asistentes con esta historia de una mujer activista que ayuda a otros en su derecho de morir dignamente.
Más allá de la fuerza narrativa que pudo hacerle falta a esta versión, según algunos asistentes a la función, la atención se centra en su protagonista y en el debate que se genera sobre este tema del suicidio asistido. ¿Es este personaje un héroe o un villano?
A Miel (así le gusta que la llamen pero su nombre de pila es Irene) su ex-novio le da los contactos de aquellos pacientes que desean acelerar lo inevitable. Ella les ayuda en ese proceso que es ilegal en Italia, por lo que vive bajo las sombras, como una especie de agente secreto. Para conseguir el propósito de sus pacientes ella compra en México droga veterinaria a la que le da otro uso. Jasmine Trinca es quien la interpreta.
Se ha destacado una interesante y rara mezcla que consigue esta película, mezclando lo que sería un adorable personaje ayudando a otros a morir, pero bajo unos métodos que vistos con otros ojos pueden resultar siniestros. Sin embargo, la directora advierte que en su película no se ve morir a nadie y con ello evita prevenciones del espectador.
Como curiosidad en la rueda prensa, la actriz y directora contó que rodó en una casa descuidada al lado de una playa, de hecho se encaprichó por lograr algunas escenas en ella y debió convencer a la producción de hacerlo, para después enterarse que el escritor de la novela había vivido ahí por un tiempo.