Ago 11 2014 23:27

Entrevista a Karent Hinestroza protagonista de El Faro

	Por Sandra Milena Ríos y Alberto Duque Rincón
	info@cinevistablog.com - alberto.duque@cloudmail.com.co

Un poco tardía se estrenó el pasado fin de semana la película colombiana EL FARO, que hizo parte de la competencia oficial en el 2013 y la respuesta en taquilla, como se ha vuelto una constante, ha sido igual de desalentadora que las demás (2.759 espectadores).

Lo que es curioso con esto que ocurre con el cine nacional es que refleja la baja tolerancia que el espectador tiene con las producciones locales, en comparación con lo que llega de Hollywood. Me refiero a los filmes poco elaborados (piense aquí, por ejemplo, en las comedias como las de Adam Sandler), pero que aún así son vistas. Al cine colombiano el espectador le ha cerrado prácticamente las puertas.

Creáme, si de tolerancia se trata, El Faro, del director Pacho Botía, es un largometraje mil veces mejor. Aspectos que generan apatía, como el del narcotráfico y la pornomiseria (temas que erróneamente se creen que forman parte de más del 80% del cine nacional) no son parte de la película. Si bien, se trata de un film al que le queda faltando algo de fuerza e intensidad narrativa, vale la pena darle la oportunidad.

El Faro tiene uno de las aperturas más bonitas del cine colombiano. Un film con magia, una fábula contada en un verdadero formato de cine, con actuaciones acertadas, preciosa fotografía y una historia digna de ser contada: Ángel es un guardafaro que lleva más de 20 años cumpliendo esa actividad en un aislado islote. Ahora es un hombre viejo, que es consciente de su pronta muerte. Sin esperarlo, aparece en el islote una pareja de náufragos que, quizás, podrán cumplirle una vieja promesa.

La belleza del lugar es un escenario determinante para entender a sus personajes y su proceso de transición. La música es otro aspecto que se disfruta de esta película contemplativa en un nivel medio.

Nuestro editor Alberto M. Duque Rincón conversó con Karent Hinestroza, la protagonista de este largometraje:

Hablando del personaje, ¿Cómo te preparaste para el papel? ¿Qué tuviste que hacer?

Este personaje lo preparé a partir de ella, es un personaje que sueña irse a Barcelona, tiene una necesidad del exterior, de la metrópolis. Estuve un tiempo aprendiendo catalán, mirando mucho sobre la ciudad de Barcelona, aprendiendo modistería, porque al principio, en la primera versión, estaba ella cosiendo.

¿Fue fácil para ti?
No, pero eso es lo chévere de la tarea del actor, y ya luego estando en el rodaje era como tomar distanciamiento, porque ese personaje está ahí sin querer estar, entonces durante todo el rodaje yo trataba como de manejar mi espacio, estar aislada de la producción, del otro actor, porque esta pareja nunca estaba bien, entonces fue algo que me ayudó a interpretar al personaje.

Háblanos de la película, ¿por qué hay que ir a verla?

En El Faro se encuentran muchas cosas, es una película bella, universal, hay que ir a dejarse tocar de El Faro, a sumergirse en ese mundo que nos muestran ahí. Es una película que habla del amor, de la soledad, y contempla varios temas de nuestra cotidianidad, en una fábula de un hombre que es el último habitante de este lugar.

La película está embellecida por Santa Marta y sus paisajes, pero es una película universal. ¿Qué tal trabajar con Pacho?

¡Me encantó! Me encantó el proyecto, fue completamente positivo. Me encantó trabajar con los jóvenes de la Universidad de Magdalena, personas con muy buena energía, muy buena actitud y muy responsables. El trabajo día a día, muy parejo, a pesar del calor. Para Pacho, mis respetos, y más respetos. Es un maestro, un gran director, un hombre tranquilo que te genera todo el ambiente para que uno, como actor o como artista, cree al personaje.