Ene 18 2013 15:34

Lo Azul del Cielo – Reseña

Desde hoy se estrena el primer largometraje colombiano de 2013 con 60 copias, lo que permitirá que sea visto en muchos rincones del país. Lo Azul del Cielo es el título de esta película que presenta una historia de amor trágica.

Es también la ópera prima de Juan Alfredo Uribe, un cineasta que reside actualmente en Estados Unidos. Su primer largometraje terminó rodaje en 2009 pero su historia estuvo inspirada en un guión para teatro creado por un amigo suyo y que le tardó 10 años adaptar.

El Sitio Oficial: http://www.loazuldelcielo.com/

La historia es la de un joven de clase media que a sus 23 años aún vive del cuidado de su madre que lo presiona junto a sus dos hermanos para que ayude al sostenimiento del hogar. Su pasión es la del fútbol y es ahí donde le resulta una oportunidad de conseguir dinero fácil si acepta cuidar un secuestrado que está siendo extorsionado por una banda criminal urbana manejada en otros por el director técnico de su equipo de micro fútbol.

Él acepta bajo la presión de su familia y ahí su vida cambia radicalmente cuando conoce al secuestrado, entabla conversaciones con él y se enamora de su hija.

La premisa de esta historia no es mala, aunque no es novedosa tiene la ventaja de tener universalidad. Los espacios, los acentos son reconocibles para los colombianos pero la historia bien puede ocurrir en cualquier otro lugar del mundo.

El inconveniente con esta película es la falta de un guión preciso, narrado con la suficiente fuerza y claridad. En lo Azul del Cielo aparecen y salen los personajes sin razón de ser y los eventos transcurren sin mucha malicia, de forma innecesariamente pausada y sin que haya una conexión específica.

Esto genera la sensación de estar no frente a un solo largometraje sino ante la suma de 3 cortometrajes, donde su personaje principal tiene tres personalidades distintas y sufre transformaciones que lo convierten, de la nada, de muchacho de casa, con valores, a delincuente, de joven que ni a Neruda conoce a seguidor de música clásica bajo la excusa del amor.

Son este tipo de cosas y otras tantas las que rompen una regla de oro en el cine y esa es la sensación de realidad por muy ficticia que sea la historia (aquí recuerden a cineastas como Luc Besson que venden sus historias tan irreales con total credibilidad). Si bien es cierto que una persona puede sufrir eventos muy diferentes en un tiempo corto de su vida, los cambios, aún más si son tan abruptos, deben darse con justificaciones (así sean “traídas de los cabellos”).

Hay varias decisiones fáciles del director de esta obra que muchos pasarán por alto por ser este su debut pero ya hemos visto muchas óperas primas y no solo de colombianos, donde el tema para sobresalir en este mercado tan inmenso está en proponer panoramas distintos, dejar un sello y no simplemente trabajar la historia con muchos clichés.

Hay muchas situaciones estereotipadas no solo en la forma en que se ambienta una determinada escena (pareciese que el director tuviera experiencia trabajando comerciales) sino con sus personajes. Ahí podrán ver el típico profesor, la típica estudiante, el típico delincuente con sus movimientos con el arma en la cara o la típica mujer del líder de la banda (manejada con un acento entre paisa y caleño terrible y mal actuada por Noëlle Schönwald). Actuaciones recargadas, con falta de naturalidad.

Esa naturalidad es la que si logra Aldemar Correa, el protagonista de este largometraje y quien sostiene esta película. Al pasar el metraje se hace evidente una ausencia de acompañamiento verdadero del director hacia sus actores. Siente uno que cada uno dio a su manera o hasta donde las herramientas de esta historia pudieron darles, y aquí es donde aún más se destaca el trabajo de Correa. Como su personaje cambia de situaciones y temperamentos de forma tan abrupta, él alcanza, en cada uno de ellos, a darle este tono dramático-trágico que tiene su personaje. A él lo recordarán por su gran debut en Paraíso y Travel donde hizo pareja con Angélica Blandon.

Cuando la historia del personaje de Correa termina, inicia un mini cuento animado lleno de poesía que intenta darle razón, hasta antes del metraje no encontrada, al hermoso título que lleva esta película. Desafortunadamente no alcanza a darle sentido y si queda uno con la sensación de haber perdido un excelente título para una película colombiana.

Juan Alfredo Uribe ya prepara su segundo largometraje, otra adaptación, así que esperamos tener mejor suerte en la próxima.