Jun 27 2013 19:50

Reseña de Guerra Mundial Z (World War Z) – En cartelera

	Por Sandra M Ríos U
	Twitter: @sandritamrios

“El movimiento es vida”

Acerca de cómo salvar un film

Mañana es el estreno oficial de GUERRA MUNDIAL Z en el país, la película más ambiciosa de la productora de Brad Pitt hecha hasta el momento, y quien es además el protagonista de esta película que en poquísimas cosas se parece al libro en el que se ha inspirado.

Este es sin duda el primer aspecto que hay que tener en cuenta en el caso de los espectadores que han leído la obra escrita por Max Brooks y esperan, seguramente, ver reflejado lo que imaginaron al leer su segunda historia de zombies.

Parte de la extrema lejanía con la novela original corresponde a la necesidad de hacer una versión verdaderamente cinematográfica, una película de ficción, con un creíble aura de realismo, y no un documental, pues para quienes hemos tenido la oportunidad de leer el libro, percibirán que la forma como se narra World War Z es más documental, a través de una serie de entrevistas que un investigador va haciendo por todas partes del mundo, a personas que han sobrevivido o han sido testigos de primera mano del ataque zombie.

Mucho se contó de los problemas que tuvo la producción el año pasado; que fue atropellada, que hubo muchas discusiones, que sacaron a personal técnico y en fin, todo porque el guión adaptado escrito por Matthew Michael Carnahan seguía más al pie de la letra la historia de Brooks.

Guerra Mundial Z es una novela desafiante narrativamente hablando, que no tiene introducción y te mete de lleno con las múltiples voces que nos cuentan los sucesos. En ese viaje del personaje encargado de registrarlas, hay muchas entrevistas que funcionan perfectamente, pero hay otras tantas que se tornan monótonas. Max Brooks combina el tema zombie con temas políticos, sociales, religiosos y psicológicos. Por esta razón, y en lo particular, esperaba que el film resolviera estas debilidades de la novela.

Paramount junto a Pitt identificaron, por fortuna, sus grandes fallas, retrasaron la producción, contrataron un nuevo guionista (a Damon Lindelof), volvieron a rodar más de seis escenas completamente, le cambiaron la fecha de estreno (de 2012 a 2013) y definitivamente salvaron el largometraje.

La película Guerra Mundial Z se centra en un solo personaje, en un ex-miembro de la ONU que tras trabajar en zonas de crisis en el África, está enteramente dedicado a su familia, en un intento por llevar una vida más normal. Un día de paseo (fabulosa escena de apertura, por cierto) esta familia pasa de la emoción a la absoluta tensión, toda vez que enfrenta un ataque inexplicable, en medio de una calle atestada de carros en Philadelphia, que se van destruyendo abrumadoramente, mientras la gente corre para salvar su vida, de otros de su propia especie que de repente, quieren devorarlos.

A Gerry Lane (Brad Pitt) la seguridad nacional del estado vuelve a pedirle que se reintegre para que sea él quien de con el paradero del paciente cero, la zona donde apareció el primer brote y poder así determinar la forma más efectiva de parar con esta infestación de muertos vivientes. La única manera de mantener a salvo a su familia será aceptando la misión.

Comienza así un intenso recorrido que lleva a este personaje a varias partes del mundo (pero no tantas como ocurre en el libro), siempre estando en inminente peligro, pues aunque los humanos sobreviven con los zombies, no han logrado detener su ataque. World War Z es una película que se toma su tiempo para narrar los hechos, para desenvolver la trama y lo hace cargando cada escena con un aura de increíble realismo. Hay de hecho poco margen para caer en fantasías, es un thriller con tomas precisas, las cámaras son lo más estables posibles y la acción es efectiva y controlada (la acción en el libro es a través de largos flashbacks).

Los zombies en esta historia tienen más realismo y me refiero con esto al proceso de transformación. El maquillaje da muestra de ello, presentándonos a estos muertos vivientes tal cual como luciría un hombre preso de una fatal infección. Los movimientos también son distintos, vemos incluso zombies que se mueven muy rápido, a diferencia de lo que históricamente conocemos de ellos como seres lentos.

Guerra Mundial Z no debería ser rotulada como una película de zombies, porque con ello puede llegar a desilusionar muchos puristas y entusiastas de este tipo de historias. Estos seres son la consecuencia de un posible de virus que devasta a la humanidad y por tanto, se mantienen en un segundo plano. Es más una película sobre catástrofes y superviviencia que se mantiene al margen (en esto sí coincide con la obra original) de caer en el fatalismo extremo o el sentimentalismo. Es un film, en efecto, ecléctico.

Brad Pitt hace un papel bien destacado como héroe muy corriente de esta historia. Él se mantiene en sus cabales, en su condición de padre, conociendo el peligro y las posibilidades que tiene en sus manos de salvar al mundo. Un Pitt en una interpretación serena, madura y controlada.

World War Z es muy efectiva en las resoluciones que toma en cada instante, se nota un esfuerzo de la producción porque la historia se mantenga muy real, creíble y bien cercana al espectador (aquí no hay cosas traídas de los cabellos), manteniendo un buen balance entre lo que es su historia y la dosis de entretenimiento necesario para un producto comercial.

Después de verla siento que la película funciona como una buena introducción de lo que podría ser, por lo menos, una entrega más (a hoy ya se sabe que sí habrá secuela), y hasta de prólogo que le quedó faltando al libro.

La novela tiene buenas frases acerca de la sociedad, los hombres y el miedo, que tampoco aparecen en el film, que si se ha inventado su propia frase de supervivencia, que se repite varias veces, reforzándolo como buen hipnotista, para que se grabe en la mente del espectador: “el movimiento es vida”.

La dirección es buena, del cineasta Marc Foster (Quantum of Solace, Machine Gun Preacher), imaginando también la intervención, en este apartado, de Brad Pitt.

Curiosidades

La escena de apertura, que nos remonta a Philadelphia, Estados Unidos, realmente se rodó en Glasgow, Escocia (Reino Unido)
La escena de Jerusalén realmente se filmó en Malta (el pequeño país al sur de Italia).
Se destruyeron alrededor de 150 carros para la escena inicial.
Se usaron más de 700 extras. La escena del avión contó con casi 200.
Le hicieron looks (estilos) diferentes a cada uno de los zombies, con ello recalcarían formas distintas de contagio.
Algunos de los movimientos de los zombies estuvieron inspirados en el personaje de malvado en No Country For Old Men interpretado por Javier Bardem.