Ene 13 2010 20:57

Actividad Paranormal – Reseña

	Por Sandra M Ríos U
	Twitter: @sandritamrios

Cualquiera que fuera la película, cualquiera que fuera la idea o su argumento, el hecho de rotular a esta cinta experimental como una especie de sucesora, o en términos más humildes, como la que se atrevía a seguir los pasos del fenómeno de la Bluja de Blair estrenada a mitades de 1999, ya daría como resultado el abultado recaudo que ha tenido esta película pues con tan solo 15 mil dólares ha rebasado en taquilla los Usd$105 millones.

Colombia por supuesto, se unió a este nuevo fenómeno logrando en cuatro días los 103.881 espectadores dejando de lado a películas como la española Rec y El Orfanato.

Lo interesante de esta cinta es que va más allá de la discusión formal acerca de que tan bien hecha quedó, que tantos cuidados técnicos tuvo el director, que tan redonda es su historia, o si verdaderamente logra inquietar al público como lo hizo en su momento el Proyecto de la Bruja de Blair. Hablamos aquí que su realizador, el guionista y director de origen israelí, Oren Peli, rodó la película en su casa ubicada en San Diego, California, con un casting hecho a gran velocidad, sin mayores condiciones y en tan solo siete días.

La idea de esta cinta nació de manera tan espontánea como la forma natural en que le van contando al espectador lo que sucede y lo está por venir; nada más familiar y del común que tomar una video cámera para contar una experiencia personal, recurso que incomoda a ratos por el vaivén del movimiento, pero que se le abona ese efecto de cercanía, extrañeza y realidad.

Actividad Paranormal prueba una vez más que el tipo de miedo infundado a base de cosas que podrían pasar en realidad o hacen parte de los miedos colectivos, se venden con asombrosa facilidad. El director se despreocupa por el maquillaje, por la construcción de un libreto que se debe seguir al pie de la letra, o por hacer un despliegue de toda clase de artilugios que obligen al público a moverse permanentemente de la silla, de hecho su intención más que aterrar es generar un suspenso contínuo, que aunque interesante envuelve a la película en un estatismo de más de una hora – tengan en cuenta que su metraje total es de hora y media-. Recordemos que las casas embrujadas en donde hay puertas que se cierran, pasos que se escuchan, sombras que pasan, hacen parte de la parrilla de televisión en programas como los de Discovery Channel.

A lo largo del filme sabemos que algo anda mal, que hay un ente que asedia a su protagonista pero que no termina por asustar. Pero esa lentitud, creada a propósito, la resuelve, por fortuna, el director con real ingenio en los últimos minutos. Actividad Paranormal es eso; sus últimos minutos, en donde ocurre todo y donde logras asombrarte por la forma como este realizador explota el género al que pertenece la cinta al punto de plantear un final nuevo, bastante espeluznante. Cuando hablo de su final no hago la distinción de las tres versiones que se conocen pues todas son bastante ingeniosas.

Insisto entonces que el fenómeno del filme no está en la pelicula misma, sino en el proceso que la llevó a las salas de cine mundiales y el efecto posterior que ha logrado. Ya se habla de una secuela, que desde ya huele a fiasco, y los dos comics digitales que se lanzaron para la plataforma iPhone.

Ficha Técnica
Director: Oren Peli
Género: Suspenso, Terror
Duración: 1Hr 30 Min
Reparto: Micah Sloat (Micah), Katie Featherson (Katie)
Fotografía: Oren Peli
Montaje: Oren Peli
Producción: Oren Peli, Jason Blum
País: Estados Unidos
Año: 2009

Sinopsis
Cuando una joven pareja de clase media se muda a una casa en los suburbios de un nuevo fraccionamiento, La pareja empieza a ser perturbada por una presencia, que a ciencia cierta no se sabe qué tan maligna puede llegar a ser, y que se muestra activa durante la media noche, especialmente cuando la pareja duerme o intenta hacerlo. La presencia o espíritu es sensible a Katie, una estudiante que toda su vida se ha sentido “poseída”. Su novio, Micah, operador de bolsa, se obsesiona con investigar a fondo el fenómeno. Conocedor de las tecnologías y amante de los juguetes electrónicos, Micah compra una cámara de vídeo de alta definición que coloca a los pies de la cama, consiguiendo así un escenario íntimo y una forma para averiguar qué está sucediendo realmente en su habitación.