Feb 6 2015 00:01
El Club, la nueva película de Pablo Larraín. La Iglesia Católica a revisión. Berlinale 2015
El Club se exhibirá en competencia en la Berlinale el próximo 9 de febrero.
Después de la inolvidable Tony Manero, de la buena Post-Mortem y la aún mejor NO, el director chileno Pablo Larraín estrena este 2015 El Club. Las cuatro películas han tenido un actor en común: Alfredo Castro.
Sinopsis:
El cuarto largometraje de Larraín cuenta la historia de un grupo de sacerdotes de distintas edades, quienes viven junto a Mónica, una monja, en una casa en la costa chilena. Cuando no están rezando, están expiando sus pecados y entrenando a su perro galgo para la próxima carrera. ¿Qué diablos los ha traído a ese lugar, prácticamente en los confines del mundo, donde una fuerte brisa sopla constantemente?
Cuando un nuevo sacerdote llega al lugar, un hombre irrumpe en la puerta y comienza a hacer fuertes acusaciones sobre el recién llegado. Su voz se hace más y más fuerte hasta que un disparo suena. El sacerdote ha evadido las acusaciones por cometer suicidio. La iglesia envía un investigador, pero ¿realmente hay la intención de descubrir la verdad o simplemente se quiere asegurar que se mantiene la apariencia de hermosa santidad? Poco a poco la película presenta oscuros secretos a la luz, explora el pasado de estos siervos de Dios y revela sin piedad las contradicciones de la Iglesia Católica.
Pablo Larraín llevó a cabo el rodaje sin mostrarle el guion a los actores, que solo conocían de el al momento de filmar cada escena, técnica que cada vez está siendo más probada por los directores, para lograr con ello mayor organicidad. Larraín siguió el sistema de rodaje intenso utilizados en sus dos primeras películas.
El guion pertenece al dramaturgo Guillermo Calderón y al crítico de cine Daniel Villalobos, partiendo de una idea que le surgió a Larraín recordando su infancia como estudiante de un colegio católico en la que conoció a muchos sacerdotes que a hoy, dice, están desaparecidos o enfrentan graves acusaciones. A esta premisa le incluyó el de las casas de retiro, que abundan en el mundo y suelen asociarse con remansos de paz para avivar el espíritu, pero que se mantienen en un terreno oculto que atrajo fuertemente al cineasta.