“Nothing Compares”, el documental que habló del exilio obligado de Sinéad O’Connor


Por Sandra M Ríos U
Twitter: @sandritamrios

A los 56 años de edad ha fallecido la cantante irlandesa Sinéad O’Connor, quien desde el 2018, tras convertirse al Islam, cambió su nombre por el de Shuhada’ Sadaqat.  Tras alcanzar la fama en los años noventa, era conocido que su carrera y vida personal estuvieron marcados por escándalos, polémicas y tragedias personales que perjudicaron su salud física y mental.

El año pasado justamente la directora y escritora Kathryn Ferguson estrenó su primer largometraje documental en el Festival de Cine de Sundance, que está dedicado a la cantante y a su obligado exilio.

La película lleva por título “Nothing Compares”, que hace referencia a su tema insignia y por el que saltó a la fama mundial, “Nothing Compares 2 U”, lanzado el 8 de enero de 1990, hace ya 33 años. El documental, que estuvo en el shortlist de este año en los Oscars, es una exploración de lo que fue la carrera de O’Connor, haciendo un recorrido por sus inicios, el ascenso y su caída, tras su decisión de asumir su creciente popularidad como una vitrina para hablar de temas serios y controvertidos, que no encajaban precisamente dentro de los modelos de la cultura pop. Lo hizo desafiando las normas de la propia industria musical (su pelo rapado era parte de ello) y lo que se asumió como una ofensa imperdonable a la comunidad católica, que provocó un rechazo casi unánime, incluso de medios de comunicación y cambió su destino para siempre.

La cantante pasó del estrellato a la condena mundial. Con el documental, Ferguson logró que Sinéad accediera a hablar de su infancia y los abusos que recibió, a expresar lo traicionada que llegó a sentirse de su propia comunidad y de la iglesia, y lo mucho que para ella representaba la música como un instrumento terapéutico.

Tras una década dirigiendo y escribiendo cortometrajes, Kathryn Ferguson debutó con este largo que busca la reflexión sobre el impacto de esta cantante adelantada a su tiempo, el alcance de su obligado exilio y las consecuencias que asume una persona ante sus acciones. “Nothing Compares” explora la vida y legado de la cantautora, enfocándose especialmente en sus inicios, cuando era apenas una adolescente, hasta el año de 1993, época durante la cual O’Connor abandonó una gira y se habló, como razones, de un primer intento de suicidio que ella posteriormente desmintió. 

Su carrera estuvo llena de fuertes polémicas, empezando por el recordado momento en que asistió al popular show en vivo de Saturday Night Live, donde rompió una foto del venerado Papa Juan Pablo II, a modo de protesta por los cientos de casos de abusos a menores por parte de curas. Corría el año 1992, en tiempos donde ya acariciaba la cima de su carrera, a los 26 años. 

El desafiante e inesperado acto provocó el rechazo de medios de comunicación y hasta de otros colegas. Todo fue pasando a mayores para ella, pues de la crítica – que seguramente era algo que esperaba -, se pasó a la descalificación, incluso la burla y los abucheos en sus siguientes presentaciones, que harían entrar en retroceso a su promisoria carrera. Fue tanta la dimensión de su condena pública y simbólica a la Iglesia Católica, que se vio obligada a pedir perdón al Papa, aunque se sostuvo en lo que hizo, asegurando que, de ser necesario, volvería a hacerlo, entre otras, porque también había sido víctima de abuso en su infancia.

La cantante se casó cuatro veces y en varias ocasiones dejó perplejo a sus propios seguidores hablando de suicidio. Desde hace algunos años se conocía que había sido diagnosticada con trastorno bipolar. Entre otras polémicas que sacudieron  su vida y la industria musical, estuvo su acusación a Prince, el mismo de la canción que inspira la película, de maltratador. La artista tuvo cuatro hijos: Roisin Waters, Yeshua Bonadio, Jake Reynolds y Shane Lunny, quien falleció por suicidio, el año pasado, a los 17 años de edad. Todas estas dificultades hicieron que Sinéad conociera el mundo de las drogas y pasara varias veces por centros de rehabilitación.

El tratamiento que Ferguson hace a esta historia, parte del respeto, el conocimiento y admiración que sentía por la artista. Fue gracias a su padre, de pequeña, que se volvió fan de Sinéad, hasta el punto que buscó a sus managers para elaborar un corto que terminó gustándoles tanto, que le propusieron años después dirigir el videoclip de “4th and Vine”, con el cual O’Connor volvió a rodar este tipo de producciones, algo que no hacía desde hacía 15 años. Trabajar juntas fue lo que le permitió sembrar la semilla de este documental con el que buscó que la cantante contara su propia historia y lo hiciera desde un contexto contemporáneo.

Lo interesante entonces de “Nothing Compares” es la oportunidad que ofrece de ver en perspectiva la carrera en ascenso de esta artista con una personalidad singular, un ícono de la cultura pop que se desmoronó y fue llevada prácticamente al exilio, una mujer que fue demonizada por su forma de ser y sus posturas directas, a la que no le perdonaron sus métodos toscos e inisuales para expresarlos, de una artística polémica e incomprendida.

En estos tiempos de reivindicación de identidades y de reconocimiento de espacios para las mujeres, su historia puede contemplarse definitivamente de otra forma y “Nothing Compares” ha buscado esa reflexión desde un ángulo feminista.

La película se estrenó en 2022, pero fue realizada en 2018, justo en tiempos en los que se consolidaba el movimiento del #MeToo, tras la serie de acusaciones al productor Harvey Weinstein y se hablaba en Irlanda del referendum al matrimonio igualitario y al aborto. Todos estos cambios de paradigmas aderezan este documental y ayudan a entender y dimensionar su propósito de exculpar sus acciones y a recodar, de paso, a la artista de voz dulce que una generación como la mía conserva intacta en la mente.

Ferguson contó en su momento que el proceso de investigación para la película fue largo y que estuvo compuesto de gran material de archivo que no se usó por completo, pues llegó un punto en el que comprendió que su prioridad era la de darle voz a quien en su momento se le negó, en un compendio de entrevistas en voz en off.

El tema insignia de O’Connor se volvió un hit global e hizo que apareciera en el primer lugar de la Billboard. La canción era en realidad una versión de un tema escrito y compuesto por Prince para su álbum debut “The Family” (así también era el nombre de su banda) de 1985, que solo vio la luz en 2018, cuando Warner Bros. Records la lanzó como parte del legado del legendario cantante fallecido en 2016.

“Nothing Compares” recibió los premios de Mejor Largometraje Documental y Mejor Directora Debutante de Largometraje Documental en los Premios BIFA (British Independent Film Awards).

Sinéad ha descansado.

 

Parte de esta reseña fue publicada por Sandra Ríos en el periódico El Nuevo Siglo el 5 de enero de 2023.

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