Feb 22 2022 10:52
Reseña Benedetta de Paul Verhoeven. Bendito Verhoeven
Por Daniel Andrés Ruiz Sierra (@TatoRuiz)
Delirios con Jesucristo, poder femenino, libertad, corrupción, poder a manos llenas y hasta un dildo artesanal inolvidable, lo último del gran Paul Verhoeven, tiene lo de siempre con un empaque de película épica pero que en realidad puede leerse como una comedia negra, una sátira de alta categoría y también como una crítica despiadada a las instituciones religiosas. “Benedetta”, que está basada en una novela titulada “Afectos Vergonzosos: Sor Benedetta, entre santa y lesbiana”, escrita por Judith C. Brown, nos traslada a comienzos del siglo XVII, allí, una niña obstinada parece estar consciente de su destino como monja y los poderes propios de su fe, una fe con la que está convencida puede mitigar cualquier intento de maltrato hacia ella y sus cercanos, y eso lo vemos a través de una primera secuencia en la que un grupo de hombres pretenden robar a su familia, pero la pequeña Benedetta los convence de que la virgen la protege de los malos y entonces un pájaro llega a cagar los ojos de uno de los hombres, pasando a ser burla de los demás. Con esta situación, Benedetta y su familia logra salir indemne.
La secuencia, de auténtica fantasía, no es absolutamente gratuita. Su ligereza nos convence de quizás no tomarnos tan en serio la película. No obstante, también tiene consigo (la secuencia) un detalle que nos dice que la fe y los poderes de Benedetta, que hasta pájaros mueve, quizás no sean tan del todo falsos. Quizás debamos rendirnos ante ese poder que parece casualidad. A esto es lo que el maestro Verhoeven quiere que juguemos. A eso, y a estar pendiente de ese otro detalle que luego nos sorprenderá, o no. La virgen con la que carga la pequeña Benedetta, también muestra de lo aferrada que está a su religión, a su creencia, y por ende a su libertad, una libertad que con el tiempo, la edad y la necesidad, cambia y se convertirá en algo más.
Benedetta es finalmente negociada en un convento de Pescia manejado por la hermana Felicita, una muy cínica, corrupta y poco creyente mujer interpretada por la siempre fantástica, y un ídolo para este servidor, Charlotte Rampling. La hermana está rodeada de otras hermanas muy amargas y estrictas que se convertirán en la nueva familia de Benedetta, a quien luego una gran estatua de una virgen le cae encima, revelando ante las demás un misterioso poder, un misterioso milagro que se pone en duda, pero, sobre todo, a la pequeña Benedetta, el poder del erotismo y el cauce que empieza a tomar el deseo traducido en un pecho de piedra que cae sobre sus labios (¡Exacto! la grandeza de Verhoeven). Pasan 18 años y Benedetta (ahora interpretada por Virginie Efira) sigue en aquel lugar, rebozando de belleza extrema, una fe tenaz y un deseo constante por Jesucristo, que luego tendrá su respectiva conversión ante la llegada de una mujer (Daphne Patakia) muy distinta a ella y con la que en algún momento se suelta un par de sonoros pedos que no ha pasado desapercibido para nadie (¡grandísimo, maestro!).
“Benedetta” es un artilugio intenso del que es difícil perder interés, desprenderse. Un armatoste narrativo que puede hacernos pensar que le falta pies y cabeza, como a la fe misma. ¿Cómo la vida misma? La película es pura provocación, travesuras de hombre morboso y viejo verde fanático de lo estético. Es una completa ordinariez que también llega a ser elegante y logra conversar con el presente de iglesias fetichistas y fanáticas del show. Pero Verhoeven no solo hace lo que le sale de la polla y la profundidad de sus fetiches; tiene un argumento férreo en el que afirma que el deseo es sinónimo de libertad. Y ese deseo puede estar personificado de muchas formas: un deseo sexual y liberado, un deseo por liderar y/o crear revolución, o un deseo de poder, que incluye tener la libertad de quitarle la libertad a los demás, válganme la redundancia.
En un momento en el que la industria del cine gringo le apuesta a un postureo con ínfulas de feminismo, “Benedetta” debió ser recibida de mejores formas y haber hecho parte de esa agenda gringa tan, dizque, progresista y liberada. ¿Habrá una forma más honesta, auténtica, y fantástica de narrar una búsqueda por la libertad del cuerpo y de la mujer? Hay muchas, muchísimas. He visto varias y “Benedetta” es una de esas.
Paul Verhoeven no conoce de autocensuras. Le da igual si no llega a ceremonias de premios mainstream, lo suyo es provocar y divertir a partes iguales. Bendito sea. Siempre tendrá un lugar bendito en el cine, en los festivales importantes (se estrenó en la versión pasada de Cannes) y en los cinéfilos que siempre esperamos con ansias lo que tenga por contarnos. ¡Vayan a verla!
Ficha Técnica
- Dirección: Paul Verhoeven
- Guion: David Birke
- Duración: 131 minutos
- Género: Biopic, drama
- Producida por: Saïd Ben Saïd, Michel Merkt, Jérôme Seydoux
- Reparto: Virginie Efira, Lambert Wilson, daphenne Patakia, Olivier Rabourdin, Clotilde Curau, Charlotte Rampling, Hervé Pierre
- Montaje: Job ter Burg
- Música: Anne Dudley
- Cinematografía: Jeanne Lapoirie
- País: Francia, Países Bajos
- Año: 2021