Sep 14 2022 18:58

Reseña “Cinco lobitos” de Alauda Ruiz de Azúa – Como la vida misma (y el debut favorito de Almodóvar)

Por Daniel Andrés Ruiz Sierra (@TatoRuiz)

El debut de Alauda Ruiz de Azúa tiene queja, un sentimiento de frustración y la búsqueda de un estado de ser bastante válida, ideal y quizás algo platónica. Esto último lo digo porque en toda la introducción, el primer tercio de la película, su protagonista, Amaia (Laia Acosta), tiene toda la intención de querer asumirse como una mujer que quiere conciliar todos los aspectos de su vida a como dé lugar, esto es: su libertad como mujer, su libertad como individuo, su valía como profesional, como pareja, como hija y finalmente como madre. Y no lo consigue. Lo que sí consigue tener es un miedo atroz, probablemente algo de depresión, un descontento mayúsculo, el llanto incansable de la bebé y una pareja con todas las intenciones de ayudarla y repartirse las tareas de la crianza, pero a diferencia suya (o sea, de Amaia) tiene (lo que parece) muy buenas propuestas de trabajo, recordándole que el peaje en la situación en la que están, debe pagarlo ella. ¡Todo es caótico!

Rápidamente, Amaia tiene que tomar decisiones y una de ellas es la de volver a su espacio familiar, a casa de sus padres. Para ella parece que puede ser un oasis reingresar a ese espacio donde antes solo había sido hija. Lo que antes podría ser un relato de queja, de ligero activismo y caos, con un personaje que podría a llegar a ser bastante petulante, va mutando a un relato de reflexión familiar y algo así como autocrítico.

Conforme va avanzando, la realidad y la visión de su protagonista se complejiza, en la medida en que empieza a verse en la dualidad madre-hija, lo que permite que empiece a emerger una historia con una inteligencia emocional suprema. El camino que sigue Alauda y su alterego, o sea, Amaia, lo seguimos muy de cerca nosotros, sus espectadores, gracias al tono realista y cotidiano que la película tiene.

“Cinco lobitos” se va convirtiendo rápidamente en una historia donde es fácil vernos reflejados en cualquiera de las capas en los que la película parece profundizar, a través de sus personajes protagónicos y las relaciones entre ellos: la madre primeriza, la hija reflexiva, la mujer frustrada, la madre enferma, los padres envejeciendo y cargando con su pasado, el choque generacional…

Lo que cuenta “Cinco lobitos” es simplemente la vida de una madre primeriza, Amaia. No hay nada más. Es una treintañera que acaba de dar a luz y en una España en la que los treintañeros están algo lejos de cumplir con lo que soñaron, o lo que prometieron con respecto a sus profesiones y estabilidad económica. Verla es, en términos prácticos y, digamos, con relación a la vida real, como cuando nos fijamos en las peripecias de la vecina, la mujer del asiento de al lado, o la que se sienta en frente nuestro en cualquier parque. Es asistir a la maravilla y la desgracia de la vida.

La ópera prima de Alauda Ruiz de Azúa ha despertado completa conmoción entre la crítica y el público, y no es para menos. Su ejercicio destila completa honestidad y verdad a partes iguales. Hay en ella mucha introspección, poco sentimentalismo y una mirada siempre crítica y consciente a la figura materna, que también incluye una mirada compasiva hacia su madre, de quien quizás tenía la lectura de haber salido adelante sin apenas heridas y sufrimientos.

“Cinco lobitos” no se queda entonces relatándonos el drama de la treintañera ligeramente privilegiada y envuelta en su pánico, va mutando a un reconocimiento y a una revisión generacional en la que ambas madres van tejiendo una relación mucho más profunda entre ellas a partir de ese rol tan poderoso, reprobado, idealizado y complejo. Pero además, hace una revisión de la figura familiar y lo que parece ley para todos: la evolución de las figuras que proveen el cuidado.

Aunque “Cinco lobitos” exuda verdad no busca cruzar la frontera del documental y aunque tiene poco artificio, es muy consciente de ser una ficción desde donde se le mire, pero, sobre todo, en el trabajo actoral de una bien resuelta Laia Costa (Victoria, Nieve negra), quien interpreta a una ligeramente ingenua y compleja Amaia, y el inmenso trabajo de Susi Sánchez (“La enfermedad del domingo”, “La teta asustada”, “Julieta”), como una madre entrometida y deslenguada.

En un momento que se va haciendo luminoso para las mujeres cineastas, esta película se erige fácilmente como hija de su tiempo, el resultado de darle importancia a los relatos contados por las mismas mujeres. Su mirada con respecto a la maternidad se aleja del estereotipo, pero sobre todo de los limitados retratos cinematográficos que usualmente se veían y en el que no había matiz alguno sobre esa figura clave en la vida de todos. ¡Maravillosa!

Como añadidura, hay que decir que en palabras del gran Pedro Almodóvar es “el mejor debut español en años”.

Ficha Técnica

Dirección: Alauda Ruiz Azúa
Guion: Alauda Ruiz de Azúa
Género: Drama
Producida por: Manuel Calvo, María José Díez, Marisa Fernández, Sandra Hermida, Nahikari Ipiña
Duración: 104 minutos
Reparto: Laia Costa, Susi Sánchez, Ramón Barea, José Ramón Soroiz
Fotografía: Jon D. Domínguez
Música: Aránzazu Calleja
Montaje: Andrés Gil
País: España
Año: 2022