Jun 2 2015 17:40
Reseña Crítica de Kingsman: Servicio Secreto. Homenaje al mundo de los espías
Kingsman: Servicio Secreto, es la adaptación de un cómic de Mark Millar y Dave Gibbons.
Un traje a la medida, trago caro en mano y su acento británico refinado. Colin Firth encaja a la perfección en el papel de veterano agente inglés que debe entrenar a un joven indisciplinado para que se convierta en un competitivo agente como lo fue su padre.
Kingsman no es una parodia de 007, aunque podría a priori pensarse que sí lo es. Es un homenaje muy atractivo al mundo de los espías -en especial a James Bond, por supuesto- con dosis recargadas de acción, comedia surrealista y un guiño muy elocuente al Tarantino de Kill Bill.
Esta película camina por la misma senda narrativa de Kick Ass (2010), la otra muy buena comedia de acción escrita y dirigida Matthew Vaughn. Esto la perjudica en ciertos momentos porque la hace parecer un déjà vu, pero en la mayoría de las escenas, especialmente en las que Firth aparece, el buen humor negro sale a flote para hacer sonreír repetidamente al espectador. Hay que destacar esa fenomenal escena trepidante en la iglesia. Escena en la que el agente secreto se convierte en un ser irracional. O quizás es allí en donde lo vemos convertirse en un ser humano más. Planos agitados, un Firth a pleno y peleas surrealistas acompañadas de fondo por la canción “Free Bird” deLynyrd Skynyrd. Homenaje a Tarantino en estado puro. ¡Lo mejor del metraje!
Vaughn homenajea al Bond del pasado con ese psicópata interpretado por el siempre divertido Samuel L. Jackson, quien le rinde tributo a algunos memorables villanos de las primeras películas de 007. Y ni hablar del personaje de la asesina Gazelle, la letal asesina que posee cuchillas afiladas en sus piernas prostéticas.
Kingsman es de esas pocas películas que brilla pese a estar llena de clichés típicos del género. La originalidad aparece en la dirección provocadora de Vaughn que ya con Mark Millar y Jane Goldman habían conseguido grandes triunfos en años anteriores, principalmente con ‘X-Men: Primera generación’ (2011), una de las mejores películas de Marvel Studios.
Si salimos de los estereotipos fáciles y nos dejamos llevar por la manera en la que historia aparece en la pantalla con los sublimes Colin Firth y Samuel L. Jackson y unas secuencias de acción estupendamente bien logradas, lograremos disfrutar de un grandísimo rato enfrente de la pantalla.
Kingsman: Servicio Secreto es un divertimento provocador pero muy sano, agitador pero para nada irritante, violento pero no tanto. Es humor negro que pertenece a esa vieja escuela de películas de espías pero con un aire muy fresco. Totalmente recomendable.
Por: Juan Camilo Ardila Durante (@juanardila87), director de AdondeirCartagena.com. Sitio web aliado de CineVista.