Reseña Crítica Ninfomanía Vol. 1 y 2 de Lars Von Trier


Por Sandra M Ríos U
Twitter: @sandritamrios


 

Lars von Trier es como la oveja negra del cine. Un hijo inteligente, rebelde, precoz, que tiene muy claro cómo hacer su oficio, pero cuyas opiniones y obras resultan incómodas para la familia (cinematográfica).

Sus películas naturalmente no llegan a la gran masa, sus films han sido vetados. Su filmografía entra en la categoría de cine de autor, aquella cuyos realizadores no son complacientes y no ofrecen historias con concesiones. Von Trier es un cineasta de nicho, uno, eso sí, que ha venido creciendo a lo largo de su carrera iniciada en 1982, fecha en la cual hace su debut.

Con Ninfomanía Von Trier ha estado más cerca que nunca a la popularidad y todo porque anunció que en su reparto participaría el famoso y ex-protagonista de Transformers Shia Labeouf. Ese anuncio fue incluso más explosivo que el supuesto sexo explícito que tendría el film, dado su tema. Von Trier, bastante bien aconsejado por el mercadeo, explotó al máximo esta euforia generada hace un año en Cannes, al punto que desde muy temprano entró a formar parte de los largometrajes más esperados de 2014.

Prueba de lo mucho que la producción aprovechó y se burló de esa popularidad,  fue la entrevista de Labeouf donde revelaba la particular prueba de casting y en la que su miembro sexual fue más importante que él mismo, o los “pósters orgásmicos” de su reparto. Definitivamente nada más lejos de todo eso. ¿Un film triple X o de sexo explícito? Clasificarlo de esta manera fue otra ayudita de los medios de comunicación, pues finalmente estos apelativos llamaron la atención de un público que, sin conocer al cineasta danés, estaba ansioso de ver a este reparto haciendo “locuras”.

Con Von Trier no hay nada divertido. Tenemos con Nymphomaniac otro film tan provocador, difícil de apreciar, como triste y lamentable. Es la historia de otra mujer, una que toda su vida ha vivido atrapada por sus deseos carnales. Una mujer que desde que era una pequeña niña experimentó la satisfacción sexual, que al paso del tiempo fue retorciendo el concepto y la llevó a convertirse en una ninfómana, una afección en la que entre más actividad sexual se tenga, menos sensación de satisfacción se tiene, por lo que se lleva el sexo a límites denigrantes e insospechados. Es un padecimiento cruel que al igual que cualquier otra adicción controla la mente y la vida de quien la padece, poniendo en evidencia trastornos psicológicos, vacíos emocionales o tragedias vividas.

En ese sentido Von Trier lleva a fondo el fondo al que llega esta mujer y lo muestra de forma explícita. Debe tener claro el espectador que acude a la intimidad lamentable de una mujer y la destrucción de su entorno (su familia, su empleo) por un sexo enfermizo, mal entendido. Por esta razón lo que muestra Von Trier es justificable hasta cierto punto, aunque como siempre, termina excediéndose en la duración de los planos o detalles incuestionablemente escatológicos. Aún así hay poco de qué aterrarse, su protagonista, Joe, habiendo alcanzado su edad media, hace un recuento de lo que han sido más de media vida experimentando de todo para satisfacerse.

Sobre esto específico de la ninfomanía recaen los planteamientos más interesantes de este film, al abordar ciertos paradigmas y que van encaminados a redefinir conceptos sociales sobre lo que se impone como bueno o como malo, sobre lo que se debe aceptar o lo que no, y propone, además, una aceptación del aberrante concepto (pero posible) de la maldad desde la infancia, algo que suele abordar el director Michael Haneke, pero desde una perspectiva más sutil y digerible, menos retorcida. Todo ese trasfondo de esta mujer propone pensamientos muy profundos, que rebaten los convencionalismos, pero que ofrecen una oportunidad de reflexionar si el lector de mente abierta se lo permite.

Pero no todo funciona con Ninfomanía. No solo es el excedido metraje, así sea la versión recortada de cuatro horas, dividida a su vez en dos entregas para salas de cine. Se trata de una película muy larga, que divaga en muchas cosas. Hay un discurso ateísta (el director fue criado así), cargado de conceptos intelectuales tan elaborados que no son lo suficientemente claros, o que no quedan ligados de forma convincente con este personaje. Habla Von Trier hasta de los sionistas, o mejor, hace una declaración antiosionista, como metáfora de los males del mundo, como parte del oscurantismo reinante, que funciona además, como aclaración pública del director tras ser acusado de pro neo-nazi por sus declaraciones controvertidas en Cannes sobre Hitler. El danés no es antisemita es lo que quiere dejar en claro.  Hay también alrededor de las creencias religiosas imágenes que ofenderán y perturbarán a muchos católicos y/o cristianos, y que son válidamente cuestionables. Algunos diálogos son muy buenos, otros perturbadores, pero en general con una innecesaria densidad.

También hay más metáforas con obras de la pintura universal, escultura y literatura, en una mezcla que resulta tan exótica como improbable (lo denotado como culto y lo vulgar), que para poderla incluir, el cineasta involucra a la protagonista con un hombre que le ayuda cuando la encuentra abandonada y gravemente herida. En el cuerpo de ese hombre (Stellan Skargard) se ponen todos estos temas cultos, donde surge una forzada necesidad de ir comparando los comportamientos sexuales de Joe con códigos explicables y reconocibles que le den normalidad a su vicio sexual, un hombre que la exima de culpa, que la libere de pecado. Hay un afán, insisto, a ratos muy forzado, por justificar el accionar de esta mujer,  y eso no convence por completo. Parte de esa desconexión se debe también a la decisión de presentar la historia por fragmentos o capítulos.

Sobre el reparto, la película recae sobre la rebelde actriz francesa Charlotte Gainbourg, que ya había trabajado con Von Trier en “Anticristo” y vuelve hacer una notable actuación, apoyada en su compañero Stellan Skarsgard y Stacy Martin, que ha hecho un arriesgado debut como la Joe más joven, pero que en todo caso, ha salido bastante bien librada. El resto aparece brevemente, destacándose especialmente LaBeouf y Uma Thurman, quien participa en uno de los momentos más risibles y absurdos del film.

Ninfomanía es un film que no llega al nivel de varias de sus últimas producciones, cuyas películas son un reto definitivo, pero que siempre brindan algún tipo de experiencia visual, cinematográfica o temática. Von Trier recurre una vez a una emancipación femenina, cuya libertad se paga a un precio reprochablemente alto.

El 25 de abril se estrena en cartelera el volumen 2.

Ficha Técnica

  • Director: Lars Von Trier
  • Guión: Lars Von Trier
  • Duración: 4 horas 18 minutos (Vol. 1 y 2)
  • Reparto: Charlotte Gainsbourg, Stellan Skargard, Stacy Martin, Shia LaBeouf, Christian Slater, Uma Thurman, Sophie Kennedy, Connie Nielsen, Hugo Speer, Charlie Hawkins
  • Cinematografía: Manuel Alberto Claro
  • Montaje: Morten Hojberg, Molly Marlene Stengaard
  • Países: Dinamarca, Bélgica, Francia, Alemania
  • Año: 2014

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