Reseña de Suspensión de Simón Uribe – Un grito de auxilio




Por Daniel Andrés Ruiz Sierra (@Tato Ruiz)

El ejercicio cinematográfico de Simón Uribe es casi una obra del absurdo, de lo estrambótico y lo complejo de ese país en el que los elefantes blancos son tan comunes que incluso llegan a inspirar películas. “Suspensión” es más que una simple y llana observación de un conflicto en una zona geográfica y el resultado de las malas administraciones. Es un enorme y astuto documental con imágenes lo suficientemente poderosas para que hablen por sí solas; una invitación a profundizar, desde nuestras propias reflexiones y lecturas, en los constantes – y casi normalizados – padecimientos del país, en la ligereza de nuestra indiferencia (y de paso nuestra ignorancia) y la inocencia con la que seguimos creyendo en cantos de sirena de esas administraciones corruptas llenas de auténticos y auténticas hijas de puta que quieren lucrarse con platas ajenas y darse baños de ego encaramados en sus pedestales.

En “Suspensión” se sigue el conflicto precursor a un puente que conectaría las ciudades de Pasto (Nariño) y Mocoa (Putumayo), pero que no tiene destino, o tiene un punto ciego (y ya me dirán ustedes lo ridículo que se lee eso de un puente con un punto ciego), en medio de la selva amazónica colombiana. Una masa de concreto que es el resultado de fanfarronerías, un final sin final de años y años de intentos por crear caminos, de frustradas peripecias de ingeniería civil y peripecias políticas populistas. Así, a través de imágenes de archivo nos contextualizan de la nefasta realidad, la eterna espera de los habitantes de la zona, y nos cuenta lo que ha tenido que ocurrir en esta región del país para que se vuelva un tema pendiente (pero no urgente), donde además se sufre por las dramáticas tragedias naturales.

Mejor dicho, Simón Uribe no pudo escoger un territorio más jodido para condensar lo mal que estamos en Colombia. Aunque en “Suspensión” es claro que el centro de la historia es el proceso de construcción de una carretera en la selva, no es posible narrar tal anécdota sin referirse a una serie de elementos, situaciones y hechos que narran la realidad del país. La construcción de una carretera es, digamos, la excusa perfecta, o la puerta de entrada para hablar de la enorme sombra de la corrupción, del olvido estatal y la complejidad geográfica y ese “aislamiento natural” usado para lavarse las manos cuando de responsabilidades se trata.

Pero “Suspensión” no es precisamente un trabajo para “cantar la tabla” o repartir culpas a diestra y siniestra (aunque lo haga como quien no quiere la cosa). En medio de ese trabajo de observación y algo de revisión histórica también se evidencia un ejercicio que habla de la curiosidad de sus creadores (productores, guionistas, investigadores y director) y de una búsqueda por saber ver, o quizás saber identificar, cómo una obra que supone toda una idea de progreso y modernidad es también un enorme e irreversible daño ambiental a la zona, un daño que además parece no estar entre las prioridades de nadie. Y al tiempo, saber deslizar una sagaz revisión que deja como manifiesto que aquella fallida construcción de progreso es asimismo un espejo que refleja una cultura pobre e indiferente en sus habitantes, y aquí es puesta en evidencia a través de unas secuencias en la que turistas y familias visitan la obra abandonada para tomarse fotos, jugar y hacer válidas de motos. Todo así, muy ligero. Para cualquiera que mire con afán, ver aquello podría ser sinónimo de folclor y pura idiosincrasia.

Se me hace que “Suspensión” es un grito de auxilio. Y también se me hace que tal grito se perderá, así, sin más, como se pierden los dineros de esos armatrostes de la ingeniería civil. Lo único que quizás, nosotros, “los de a pie”, los del montón, podamos hacer con tal grito es escucharlo, verlo, sentirlo, y que podamos compartirlo. Quizás algún día llegue a donde tenga que llegar, O tal vez no, como ha pasado por años y años. No tendría nada de extraño.

La película puede ser vista en salas de cine de Bogota, Mocoa, Cali, Medellín, Sogamoso, Envigado y Pereira, además de las plataformas VOD de la Cinemateca de Bogotá y Cinema Paraíso On Demand.

Ficha Técnica

  • Director: Simón Uribe
  • Guion: Joaquín Uribe / Simón Uribe
  • Duración: 73 min
  • Género: Documental
  • Productor: Joaquín Uribe
  • Producción Ejecutiva: Marcela Lizcano
  • Empresa Productora: Viceversa Cine y Tempestarii
  • Co-Productores: Simón Uribe, Maria Elisa Balen, Mateo Rudas, Marcela Lizcano, Joaquín Uribe.
  • Montaje: Mateo Rudas, Gustavo Vasco
  • Director de Fotografía: Andrés Hilarión
  • Sonido directo: Juan Pablo Patiño
  • Diseño sonoro: La-Tina
  • Música: Fredy Vallejos, Juan Manuel Toro, Mateo Barrios, Santiago Rudas.
  • País: Colombia
  • Año: 2019

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