Nov 10 2021 17:18

Reseña Kairós de Nicolás Buenaventura. – De Robin Hood y la tercera edad

	Por Sandra M Ríos U
	Twitter: @sandritamrios

En cartelera se encuentra Kairós, primer largometraje del director Nicolás Buenaventura que funciona como un cuento sobre las injusticias que provoca el sistema capitalista y los Robin Hood que surgen para equilibrar sus daños.

El título proviene del griego antiguo que significa el momento correcto, crítico u oportuno para tomar acción. Es, explica su definición, la visión cualitativa de la palabra tiempo.

Kairós sigue la historia de un hombre que entrado en su tercera edad y tras algunos años de ser despedido de su cargo como cajero de un banco, continúa yendo a la entidad financiera ocupándose ahora de prestar servicios varios sin compromiso alguno. A él llegará una oportunidad única de obtener lo que el banco le arrebató, a través de un robo insólito y no planeado.

Kairós es un hombre taciturno, solitario y querido por todos sus compañeros que ha pasado inadvertido desde que salió de la compañía como empleado, despedido para no pagarle finalmente su pensión. Amaranto se conoce al pie de la letra el manejo de la entidad financiera y de todos goza su confianza, al punto de atravesar sin problemas áreas restringidas. Todo cambia cuando hay una fusión y su presencia ya genera sospechas a los nuevos administradores y queda lejos de la mirada compasiva que había tenido hasta ahora.

La película es una especie de cuento con momentos, unos realistas y otros inverosímiles, sobre esas injusticias que genera el sistema capitalista en donde la colmena termina invisibilizada por los más poderosos y en donde las hormigas se llevan la tajada más pequeña por su esfuerzo. Estos últimos son el espejo de Amaranto y las resoluciones que toma representan ese deseo que aparezca de vez en cuando un Robin Hood que haga efectiva la larga cuenta de cobro y pueda salirse con la suya sin consecuencias.

Esa invisibilidad de la que se refiere la película también se muestra en otros temas como el trato hacia los negros – hay que tener en cuenta que se ambienta en Cali, una de las ciudades grandes del país donde se concentra mayor población afro y en donde la discriminación es un asunto álgido -, o la diferencia de clases, en pequeños pero dicientes detalles. Todo esto se va mostrando en virtud de justificar de algún modo la acción final de su personaje principal.

Sucede con Kairós que su historia en papel tiene todo el sentido del mundo y en un entorno como el colombiano incluso más, pero tiene problemas con su ejecución. La idea de recuperar la dignidad de Amaranto se queda algo corta, al contar con un personaje un tanto plano, pues se mantiene en una escala más blanca que gris, sin asumir mayores consecuencias de sus actos, con la sola excusa de alzar las banderas de la justicia por una vez en la vida; las propias o las ajenas, incluso de quien no conoce. La justicia que ejerce, a larga pasa a toda costa, poniendo al personaje tan blanco en conflictos con su propia moralidad. A Amaranto se nos vende como un hombre noble.

Esas historias de robos increíbles donde no hay cabida a los juicios morales se ajustan más a las películas de acción o aquellas que se acercan a la fábula pura y evitan a toda costa su cercanía con el realismo. Kairós juega con ambos, busca la empatía con Amaranto y ahí confunde. También hay momentos donde roza la línea entre lo cinematográfico y lo teatral, lo impostado. La película habla de injusticias, de un personaje que se erige como un héroe de carne y hueso y de la tercera edad, y quizás sean muchos para una historia tan minimalista que apunta a la crítica social. Aún así, con torpezas e ingenuidades, Kairós tiene una buena intención y se deja ver. El tono nostálgico que toma por un personaje en sus sesenta años, que nada tiene qué perder ya, abandonado a su suerte, deja una reflexión para tener en cuenta.

Hay películas que reviven las discusiones sobre los criterios que deberían tomarse a consideración para emitir un juicio (entiéndase crítica, comentario, opinión fundamentada, etc). Ahí vienen los dilemas y las posturas distintas, pues si bien toda película expuesta queda sujeta a tantas interpretaciones como cabezas la hayan visto, nunca será comparable, y en el caso del séptimo arte en particular, un cine comercial, con uno independiente o de autor, de alto presupuesto con uno de bajo, una ópera prima (aunque las hay sobresalientes y muchas) con un director con cierta trayectoria.

Puede entonces que esta postura a simple vista pareciera incentivar la idea de cobijar la opinión cinematográfica con paternalismos o condescendencias, pero nada más alejado para mis preferencias personales. El asunto es que cada cosa limita el resultado final de las producciones (también hay limitaciones autoimpuestas, sin duda) y eso, creo yo, no hay que dejar de obviarlo.

Kairós está programada en varias fechas durante este mes en la Cinemateca de Bogotá.

Ficha Técnica

Dirección: Nicolás Buenaventura
Guion: Nicolás Buenaventura
Género: Drama
Duración: 78 minutos
Reparto: Tulio Guillermo Diuza, Nasly Sánchez, Susana Uribe, Sara Sofía Loaiza, Don Juan
Montaje: Nathalie Langlade
Fotografía: Juan Velásquez
Música: Juan Andrés Ospina
Países: Colombia, Francia
Año: 2019